Un nuevo detenido se sumó a la causa que investiga la muerte del preso asesinado en la cárcel de Bouwer, ubicada en el sur de la provincia de Córdoba, luego de que un médico se entregara en la Unidad Judicial de Homicidios. Se trata del segundo personal de salud que trabajaba en el penal y, según la hipótesis de los investigadores, habría sido el responsable de seleccionar el supuesto tratamiento médico que habría terminado por ocasionarle la muerte. “Él sostiene que es inocente, que hizo correcta toda la praxis que le tocó implementar”, aseguró el abogado defensor Tomás Aramayo.
El caso se dio a conocer en septiembre del 2023, cuando un detenido de 50 años, identificado como César Darío Moreno, murió como consecuencia de haber pasado 48 horas atado e inmovilizado en una camilla que se encontraba en el área médica de la cárcel. Previo a esto, el hombre se había enfrentado a varios efectivos del Servicio Penitenciario Federal, por lo que tuvo que ser trasladado para que recibiera la asistencia médica requerida.
Hasta el momento, la investigación cuenta con un total de nueve detenidos, entre ellos, el director de un módulo del penal, seis guardiacárceles y dos médicos. Según apuntó el fiscal a cargo de la causa, José Mana, el profesional que se entregó a la Justicia podría haber sido el responsable de haber indicado el tratamiento que habría desencadenado la muerte de la víctima.
De acuerdo a la información publicada por ElDoce.tv, los investigadores acusaron a los detenidos de presuntamente haberlo torturado hasta la muerte, debido a que el hombre habría sido atado a una camilla y no habría recibido la atención médica necesaria. No obstante, todavía no se dieron a conocer las imputaciones que le correspondería a cada uno de los apresados, ya que resta que Mana los convoque a una ronda de indagatorias para poder procesar las acusaciones.
“Se procedió a una sujeción que nunca fue preventiva, una sujeción que representó una verdadera tortura”, apuntó el abogado querellante, Alejandro Pérez Moreno, al describir que “lo apretaron en todas las extremidades, lo mantuvieron al menos 48 horas sin suministrarle alimentos y bebidas”. Asimismo, el representante de la familia de la víctima denunció que “si hizo necesidades encima, no lo higienizaron”, por lo que habría transcurrido sus últimos días en condiciones infrahumanas.
Por su parte, el abogado defensor del médico que se entregó a la Justicia, Tomás Aramayo, reveló que “él sostiene que es inocente, que hizo correcta toda la praxis que le tocó implementar”. En medio de una charla con el noticiero de Telenoche, el letrado aseguró que su cliente “no tiene ningún problema”, en referencia a la disposición que mostró ante las autoridades.
“Él está con el resto de los otros -detenidos- que es la tortura seguida de muerte, pero hay que ver el grado de participación que le atribuyen”, adelantó Aramayo sobre la imputación que podrían formularle al noveno detenido. Asimismo, indicó que la figura que le correspondería podría ser la de “colaboración”, para que el crimen fuera consumado, sin embargo, remarcó que tomó la decisión para demostrar que no tiene nada que ocultar.
Según indicaron desde la Fiscalía de Homicidios, el expediente cuenta con filmaciones, testimonios, pruebas técnico científicas, análisis interdisciplinarios realizados por la Dirección General de Policía Judicial y del Instituto de Medicina Forense que serían contundentes para formular las imputaciones contra los nueve detenidos. Asimismo, activaron los protocolos de Estambul y Minnesota para investigar presuntos hechos de tortura y muertes ilícitas en contextos de encierro penal, como fue el caso de Moreno, quien había sido trasladado al penal por falta de espacio en el Establecimiento Penitenciario 9 luego de que fuera detenido por protagonizar un incidente en una panadería.