Este viernes por la noche, un colectivero de la línea 110 de Rosario sufrió un puntazo en la mano durante un intento de robo. El corte se produjo mientras ambos forcejeaban.
El colectivero de 33 años del interno 3034 de la línea 110 se encontraba circulando por las calles Seguí y Felipe Moré, cuando un joven subió al transporte, sacó un arma de fuego y apuntó contra su persona. Además, usó un cuchillo para intentar sacarle el celular, sin embargo, el conductor empezó a forcejear.
En ese momento, el delincuente le dio un puntazo en el dedo y le provocó una herida en la mano. De inmediato, el hecho fue alertado por el botón de pánico a agentes del Comando Radioeléctrico, quienes acudieron al lugar del hecho.
Al arribar a la intersección donde se encontraba la unidad, una de las pasajeras le entregó a los suboficiales el arma que se había caído durante el forcejeo. Al analizarla, el personal policial detectó que se trataba de una réplica.
De acuerdo con lo informado por el sitio Rosario 3, el delincuente que amenazó e hirió al colectivero descendió del vehículo y escapó en dirección a la zona oeste por Matienzo.
Pese a que este hecho se trató de un intento de robo, se da en un contexto de terror para los colectiveros, debido a las reiteradas amenazas narco y los ataques que sufrieron los conductores semanas atrás.
Los primeros 10 días de marzo fueron unos de los más sangrientos de Rosario en lo que va del año, puesto que se registraron varios crímenes en la vía pública. Detrás de estos homicidios están las organizaciones criminales que intentaban infundir miedo en las calles de la ciudad, como respuesta a las estrictas medidas que el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, comenzó a implementar en los penales.
El 7 de marzo un colectivero de la línea K fue baleado en la cabeza en pleno recorrido en la zona noreste de Rosario. Se trata de Marcos Daloia, de 39 años, quien fue baleado prácticamente sin mediar palabra por un gatillero que se subió a la unidad, le disparó y luego se bajó para huir en una moto que lo esperaba a pocos metros. El hombre fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), donde falleció tras tres días de agonía, sumándose a la lista de víctimas de los atentados digitados por el narcotráfico.
En varias oportunidades, los delincuentes advirtieron que su objetivo serían taxistas, colectiveros, playeros y recolectores de basura. A fines de marzo, un colectivero de la empresa Movi encontró en la madrugada de este lunes en Rosario una amenaza en trozo de cartón dentro de una unidad de la línea 153 roja.
La intimidación decía: “Hoy uno menos con la mafia zona oeste”. El hallazgo se produjo en un galpón de la compañía ubicado en República del Salvador y Rueda, en el noroeste de la ciudad.
La nota fue encontrada debajo de la puerta de la unidad 326, que estaba estacionada en el frente del galpón. El colectivo tiene cámara de videovigilancia interna, por lo que se dispuso revisar las imágenes para intentar determinar la identidad de la persona que realizó la amenaza.
El mensaje intimidatorio fue el inicio de una seguidilla de ataques contra unidades que se registraron horas después. Fueron cuatro los colectivos afectados.
El más grave de los episodios incluyó disparos de arma de fuego contra un vehículo del expreso interurbano sobre la Autopista Rosario-Buenos Aires. La unidad fue atacada cuando el chofer circulaba solo, sin pasajeros, ya que se encontraba viajando hacia el lugar donde iba a comenzar su recorrido nocturno. El hecho se produjo a la altura del arroyo Saladillo. Según informaron fuentes policiales, si bien en principio se reportó un ataque a piedrazos, luego se denunció una balacera que afectó una puerta y un vidrio. No hubo personas heridas. Esto derivó en un paro de actividades de la UTA para reclamar por la seguridad de los conductores.