El cuerpo de un adolescente fue hallado en la madrugada de este jueves a la vera de la ruta nacional 34, entre los kilómetros 4 y 5, a la altura de la localidad de Ibarlucea, en la mano que va a Rosario. Al lado del cadáver de Alejo S. G. se halló la bicicleta blanca rodado 26 con la que se desplazaba. El fiscal Walter Jurado, de la Agencia de Siniestralidad Vial y Delitos Culposos, investiga si lo embistió un vehículo que luego se dio a la fuga.
El operativo policial llevado adelante en el lugar se realizó después de que un automovilista llamara al 911 para dar aviso de que había un cuerpo tendido al lado de uno de los carriles de la traza vial. Los agentes que llegaron al lugar junto con personal médico del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias constataron el fallecimiento e incautaron el celular y la billetera de la víctima, que tenía poco más de cinco mil pesos.
Por el número de DNI, los policías consideraron que el menor tenía entre 12 y 13 años. Sin embargo, familiares de Alejo S. G., la víctima, se presentaron en el lugar, fueron entrevistados y aseguraron que tenía 17. El chico, según la propia documentación, tenía domicilio registrado en Ibarlucea.
El fiscal solicitó que el gabinete accidentológico se encargue de relevar la escena, de tomar medidas de planimetría, fotografía y de hacer la pericia del siniestro vial. También le encargó la búsqueda de cámaras de videovigilancia en la zona para tratar de establecer qué vehículo pudo haber tenido incidencia en el desenlace fatal.
De acuerdo a lo informado por el Ministerio Público de la Acusación, la mecánica del choque no está clara por el momento. Lo que se sospecha es que Alejo G. pudo haber sido rozado por un camión que no lo vio, o que sufrió el impacto de un vehículo que intentó esquivarlo. En ese marco, es clave para los investigadores el daño que presentaba la cubierta trasera de la bicicleta del menor.
Atropelló y mató al ministro de Culto de Ituzaingó y quedó libre
“Él estará en su casa mañana, mi vieja no puede entrar a la suya por los recuerdos”, se quejó Gastón Gaspar con profundo dolor, horas antes de despedir al pastor Mario Revel, su padrastro, e invadido por la bronca ante la medida de excarcelación que le fue concedida al funcionario judicial de La Matanza que atropelló y escapó sin brindarle asistencia al ministro de Culto de Ituzaingó.
Gastón, que en la nota con Infobae cuando se refiere a su padrastro lo llama papá, sostuvo: “Es terrible que para la Justicia la vida de una persona de bien valga mil dólares”. Lo dijo por el valor de un millón de pesos de fianza que el juzgado de Garantías N°6, a cargo del juez Marcelo Manso, le impuso a Nicolás Navarro (29), un auxiliar de un juzgado de familia de La Matanza que fue detenido tres días después del hecho. Está imputado por el delito de homicidio culposo agravado por falta de auxilio a la víctima y fuga.
El pasado jueves por la noche, los restos del pastor de 68 años fueron despedidos por sus seres queridos luego de que el 26 de marzo quedara gravemente herido tras ser atropellado por Navarro mientras cruzaba la calle en la intersección de la avenida Rivadavia y Erezcano, en Ituzaingó.
“Para ellos, la muerte de mi viejo fue eso: mil dólares”, dijo sin poder creerlo. “Parece un chiste de mal gusto. Le ponen una fianza irrisoria para que la pague y salga. Sé que la ley lo avala, que él paga y sale, y después por su función podrá entorpecer todo, hacer que todo se haga eterno. La ley está mal. Una persona que trabaja en la Justicia tendría que ser de una conducta intachable. En el caso de la fianza, él saldrá a esperar el juicio. Nosotros, al mismo tiempo, velaremos a mi viejo”, se sinceró Gastón sobre la inminente excarcelación. Y agregó: “La semana que viene, dormirá tranquilo y seguirá con su vida”.