La Policía detuvo durante la jornada del viernes a los otros dos sospechosos que se encontraban prófugos por el crimen de Rafael Carlos Loira, el agente de la Prefectura Naval Argentina fue asesinado a fines de marzo en Villa Fiorito. De esta manera, las autoridades habrían dado con todos los implicados.
El primero en ser arrestado fue un hombre de 32 años, conocido como “Pulguita”, quien cayó en el barrio de La Cava, al igual que el primer sospechoso, identificado como “Pepo” (26), que fue detenido tan solo horas después del crimen.
Por otro lado, el segundo de los sospechosos en ser aprehendido durante la jornada del viernes fue el propietario vehículo en el que se movilizaron los homicidas en el momento del hecho. Se trata de otro sujeto, también de 32 años y conocido como “Palermito”. Este último fue detenido durante un operativo realizado en su casa, ubicada en la calle Falucho, en la localidad de Ingeniero Budge, Lomas de Zamora, de acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local Diario Conurbano.
Ambos fueron puestos a disposición de la Justicia. “Pulguita”, por su parte, ya fue imputado por la fiscal Carla Furingo por el delito de “tenencia ilegal de arma de uso civil”, puesto que al momento de su detención se le secuestró un arma de fuego. Sin embargo, no fue acusado formalmente por su presunta participación en el crimen de Loira, puesto que aún faltan pruebas que permitan avanzar con la imputación de homicidio.
En tanto, “Palermito” espera su acusación formal. En un primer momento, la fiscal procederá a tomarle declaración a ambos para poder continuar con el proceso judicial.
Estas dos detenciones se suman al arresto de “Pepo”, que fue capturado el 27 de marzo tras el análisis de las cámaras de seguridad de la zona y las declaraciones de varios testigos que permitieron identificar tanto a los implicados. Al respecto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, precisó durante una entrevista en TN que el delincuente de 26 años era conocido en el barrio por su actividad delictiva.
El violento episodio se produjo en la intersección de Mario Bravo y Ginebra, el límite de Villa Centenario y Fiorito. Allí, el prefecto fue abordado por los asaltantes que se movilizaban en un Volkswagen Fox con intenciones de sustraerle su vehículo, un Renault Duster.
Los ladrones sorprendieron a Loira cuando hacía reparto de verduras, el emprendimiento familiar con el que completaba los ingresos que cobraba por su labor en Prefectura. Se turnaba con su esposa para realizar los pedidos.
Para esa actividad usaba la camioneta que le quisieron robar los delincuentes. En la noche de ese lunes era el turno de Sonia de hacer el reparto, pero el agente llegó de trabajar y le dijo que él se encargaba de entregarle los pedidos a sus clientes de Villa Fiorito.
“Me dijo ‘bajate de la camioneta, voy yo’. Él venía de trabajar y antes de salir me dijo: ‘¿No me vas a dar un beso?’. En el alboroto le doy un beso, se va y a los cinco minutos me llamaron”, manifestó Sonia, la esposa de la víctima en diálogo con TN.
Justamente, Loira fue interceptado por los delincuentes mientras se estaba subiendo al coche. En este contexto, el prefecto se resistió al robo y resultó herido de bala.
La propia pareja del prefecto lo ingresó a la Unidad de Pronta Atención de Lomas de Zamora. Sin embargo, llegó allí ya sin vida. La médica a cargo del lugar reportó el hecho a la Comisaría 5° de la jurisdicción.
Tras el crimen, los delincuentes huyeron por Camino Presidente Juan Domingo Perón con dirección a la Ciudad de Buenos Aires. El vehículo en el que se trasladaban apareció abandonado luego, mientras en la zona se desplegó un importante operativo para dar con los asesinos.