“Espero nos perdones”, es la última oración de la nota con corazones dibujados que se encontraron las autoridades de un jardín de infantes este miércoles, cuando regresaron al establecimiento después del fin de semana largo y descubrieron que los habían desvalijado. El mensaje fue hallado en “Los Changuitos”, ubicado en la localidad de El Puestito de San Antonio de Santiago del Estero. Y lo escribió uno de los delincuentes que ingresó a robar en los últimos días a la institución, de donde se llevaron desde materiales hasta varios kilos de comida.
El hecho fue descubierto por la persona encargada de abrir el establecimiento, la primera en arribar al domicilio después de los cuatro feriados consecutivos en los que no hubo clases. Apenas unos minutos después de su llegada, detectó una irregularidad. Se trataba de las rejas de las ventanas, que estaban rotas. Una razón por la cual rápidamente se contactó con la directora para comentarle lo sucedido.
Ante esta advertencia, la mujer que está al frente del jardín -llamada Verónica Geréz- se hizo presente en el establecimiento y notó que, tal como le habían adelantado, una de las aberturas se encontraba forzada. Además, en el interior, había claros indicios de un robo. En consecuencia, llamó a la policía local e hizo la correspondiente denuncia por el episodio.
De acuerdo a lo consignado por medios locales, en la inspección al jardín de infantes -ordenada por la fiscal de turno, que pidió que se lleven adelante las pericias de rigor en el lugar, a cargo de la División Criminalística- se constató que los delincuentes habían sustraído diversos elementos de varias de las salas.
Entre los objetos mencionados, los sospechosos se llevaron dispositivos electrónicos -como una notebook y un parlante chico-, además de una pava eléctrica y dos recipientes plásticos: uno con una gran cantidad de lapiceras y otro con diferentes elementos de oficina. También se llevaron varios juegos didácticos que utilizan a diario los niños.
Además, de la cocina se robaron alimentos: tres cajas con 10 paquetes de galletitas cada uno, 8 kilos de azúcar, una caja con 21 paquetes de budín, once paquetes de leche en polvo, dos cajas de saborizantes, cajas con cereales y cajas con fideos y arroz.
Según informaron fuentes policiales a El Liberal, la secuencia habría ocurrido a lo largo del fin de semana aprovechando la extensa ausencia de las autoridades educativas en el domicilio. Lo único que violentaron fue la reja de la ventana de la dirección, la cual utilizaron para entrar. Para irse, en cambio, tomaron un manojo de llaves y se retiraron por la puerta.
Lo que llamó la atención tanto de los inspectores como del personal del establecimiento fue que los involucrados en el ilícito dejaron una nota en la que explicaron su accionar y pidieron disculpas por haberlo cometido. “Lo siento mucho por las cosas que nos llevamos, pero sepan entendernos que las cosas no están bien, no nos llevamos cosas de más valor porque no somos malas personas y de verdad lo siento mucho. Espero nos perdones”, escribieron en un papel que dejaron pegado en el interior del jardín. Esta termina con tres corazones dibujados.
En cuánto a la investigación para esclarecer lo sucedido, se indició que los agentes de la Brigada de Robos Hurtos ya iniciaron las averiguaciones de rigor para tratar de obtener alguna pista que los acerquen a los autores del hecho. Con este mismo fin, ya entrevistaron a varios vecinos de la zona para obtener datos al tiempo que realizaron un relevamiento de cámaras de seguridad de la zona para hallar alguna imagen de los sospechosos.