Brian Valdez tenía 26 años y vivía en Rosario. El viernes 8 de marzo, durante la noche, fue trasladado al Hospital Centenario tras sufrir golpes que complicaron su estado de salud. Allí permaneció 22 días internado hasta que el sábado pasado se conoció la triste noticia que confirmaba su muerte. Por el caso, existen dos teorías totalmente opuestas: la familia del joven sostiene que fue víctima de un grupo que lo “patoteó” y golpeó brutalmente. Sin embargo, para la fiscalía, Brian participó de una pelea.
Lo cierto es que recibió golpes fuertes que lo obligaron a quedar internado luchando por su vida. Ahora el foco está puesto en determinar qué fue lo que sucedió ese viernes: las versiones de la fiscalía y de sus allegados no coinciden.
La fiscal que investiga el caso es Gisella Paolicelli. Según la información brindada por La Capital, desde la fiscalía creen que todo comenzó con una pelea en la vía pública “con una persona no identificada”. Posteriormente, el joven habría sido trasladado desde Caracas al 3900 hasta el Hospital Centenario con un hematoma abdominal grave.
Pero para los familiares, esto no fue así. De modo contrario, y en primer lugar, aseguran que el joven fue víctima de una golpiza. Según lo narrado por Marisol, una de las hermanas de Brian, “él no estuvo en la vía pública peleando porque no se podía defender”. En medio de una grabación de voz a la que pudo acceder Infobae, la mujer contó que su hermano padecía “problemas mentales y de adicciones”. “A él lo mataron”, aseguró.
“La gente empezó a inventar que él había estado preso por violaciones cuando nunca estuvo preso por violación ni por nada. Como era indefenso, la gente se abusó de él y su vulnerabilidad”, cuenta y recalca que por este motivo, habría comenzado el violento episodio. “(El grupo de personas) empezó a pegarle esos golpes que le dieron y lo dejaron tirado, que fue lo que lo llevó a la muerte. No sabemos quiénes son los que le pegaron, sí sabemos que son del barrio Nuevo Alberdi y de la parte de la zona rural”, indicó.
Además, señaló que su hermano no fue trasladado desde la calle Caracas. “Queremos decir la verdad de lo que pasó con nuestro hermano. A él no lo llevaron desde Caracas como estaban diciendo, es mentira. Nos vino a llamar la policía a mi domicilio para que lo reconozcamos porque estaba tirado afuera del Salvador Mazza -el centro de salud que está ubicado sobre la calle Floduardo Grandoli- porque lo habían golpeado. Lo patotearon, nunca tuvo una pelea en la vía pública”, explicó.
Y continuó: “Con otra hermana y una tía, lo llevamos al Hospital Alberdi y ahí nos dijeron que como era paciente del Agudo Ávila -el hospital psiquiátrico situado sobre Suipacha al 667-, teníamos que trasladarlo ahí. Lo llevamos y le hicieron el ingreso a las dos de la tarde. A las nueve de la noche del mismo día, el 8 de marzo, se vuelven a comunicar con nosotros para que nos acercáramos porque tenía una hemorragia interna en la parte hepática. De ahí lo tenían que trasladar al Centenario. Nos acercamos los familiares, a él lo llevaron en ambulancia y pudimos ver que tenía un short corto y estaba lleno de golpes y moretones en sus piernas y en todo su cuerpo”.
Mientras relata la secuencia, la hermana de Brian recuerda cómo empezó a complicarse su estado de salud con gran velocidad: “El día 8, ingresó al Hospital Centenario. Ese mismo día, le hicieron una ecografía y vieron que lo que estaba sangrando por dentro era su vaso. Tuvo una hemorragia en el vaso, traumatismo de cráneo, unos golpes en los pulmones, fractura de columna, inflamación en la médula, una herida en la parte de la cola como si lo hubieran pinchado con algo y por ahí ingresó una bacteria mortal que ingresó en la sangre y se depositó en los pulmones hasta que no funcionaron más y lo llevaron a la muerte”.
Asimismo, su familia pide que se logre entrevistar a los testigos que estuvieron presentes en el momento. En este sentido, su hermana recalcó que muchas personas confirman haber visto la secuencia pero que “nunca nadie se acercó a hacer la denuncia”. “Hay gente que sabe quiénes lo mataron”, enfatizó.
“Nosotros lo único que queremos es que descanse en paz porque sufrió mucho. Estuvo con oxígeno y fiebre por la batería desde que ingresó. La luchó mucho mi hermano. Queremos que se haga justicia”, suplicó su hermana Marisol.
A través de una publicación en su cuenta de Facebook, lamentó: “Te voy a extrañar hermanito”.