Las imágenes de las cámaras de seguridad del hotel en Tucumán que alojó al plantel de Vélez resultaron claves para la causa contra José Florentín, Braian Cufré, Abiel Osorio y Sebastián Sosa que fueron acusados por una joven periodista de 24 años por abuso sexual.
En esos videos, a los que accedió Infobae, se pueden apreciar la entrada de la denunciante de la habitación 407 y su salida, horas después. También muestra a Cufré y a Florentín retirándose del mismo cuarto. Los futbolistas se ríen y charlan, mientras se abrazan.
Esta evidencia ubica en tiempo y lugar a la víctima y a los presuntos victimarios, al igual que confirma el tiempo que permanecieron en la habitación, tal como indica la denuncia. A las 00.39, del 3 de marzo, la joven sube al ascensor y sale cerca de las 5.45 de la madrugada. Dos horas antes, salen los dos futbolistas.
Por su parte, la defensa de los futbolistas sostuvo que se trata de una prueba que los beneficia, ya que “demuestra que la denunciante entró caminando, bien, y salió de la misma forma. Evidencia que no pudieron ocurrir actos de violencia sexual”, aseguró Ernesto Baaclini, abogado de Sosa, a Infobae.
Sin embargo, la Justicia tucumana solo tuvo en cuenta la cronología y no las actitudes de las personas que se ven en las imágenes. Al mismo tiempo, la joven fue revisada por una ginecóloga, quien confirmó que presentaba irritación en sus partes íntimas.
El abuso habría ocurrido tras el partido que el club de Liniers jugó ante Atlético de Tucumán, el pasado 2 de marzo. Al conocerse la noticia, Vélez decidió activar el protocolo por violencia de género y apartó a los futbolistas del plantel.
Sosa, tras pagar una fianza de 50 millones, quedó en libertad y regresó a Buenos Aires. En tanto, los otros tres jugadores acusados recibieron el beneficio de la prisión domiciliaria. María Eugenia Posse, la fiscal del caso, había solicitado esta noche al tribunal que los cuatro jugadores queden detenidos por tres meses. Todos deberán cumplir con la prisión domiciliaria en la provincia de Tucumán.
La fiscal Posse imputó Abiel Osorio de abuso sexual simple y a Sebastián Sosa, de abuso sexual agravado en calidad de partícipe secundario.
La situación de Braian Cufré y José Florentín, quienes pueden apreciarse en el video que acompaña esta nota, es mucho más complicada: la fiscal les endilgó haber sido los violadores de la denunciante. Les imputó el delito de abuso sexual agravado por la participación de dos o más personas como coautores.
El caso
En el expediente, Sosa declaró: “Yo estaba en otra onda, en otro ambiente. Era el que ponía la música, mientras tanto me hablaba con mi señora que estaba en un cumpleaños. No me parece tener que estar viviendo esto solo por hacerle una invitación a una persona a que venga a tomar algo”.
El arquero fue señalado como quien contactó a la víctima, una joven periodista deportiva. Entre varias pruebas clave que presentó la víctima, se encuentran las capturas de pantalla de su conversación con Sosa previa a llegar al Hilton de San Miguel.
El hecho, según información policial, ocurrió a comienzos de mes, tras el partido entre Vélez y Atlético Tucumán. La víctima afirmó que fue invitada al hotel por Sosa mediante una serie de mensajes de Instagram. Al llegar a la habitación 407, encontró al jugador. Poco después, se sumaron Osorio, Cufré y Florentín, “con los cuales comenzó a compartir unas latas de cerveza, luego le ofrecieron fernet y después de tomar unos tragos comenzó a sentirse mal, muy mareada, por lo que se recostó en una de las camas como adormecida”, declaró inicialmente.
En ese momento, según su relato, habría ocurrido el ataque. Dejó el hotel en un auto de aplicación, que pidió ella misma. Tres días más tarde, se presentó ante la División Delitos contra las Personas de la Policía de Tucumán para realizar la denuncia. Allí, entregó la ropa que usó aquella noche.
La fiscalía ordenó las pericias de rigor a la víctima, así como el relevo de las cámaras de seguridad y el análisis de las prendas.