La Justicia de Santa Fe liberó al chofer de una aplicación que fue demorado en el momento de la detención de los dos miembros de una banda narco de la periferia de Rosario, que están sospechados de haber participado de la amenaza a la familia de Ángel Di María.
Los arrestos se realizaron el miércoles por la mañana en las inmediaciones de Moreno entre San Luis y Rioja, frente a la Maternidad Martin. Sin embargo, el operativo comenzó mucho antes, ya que se montó un dispositivo de vigilancia desde el martes por orden del fiscal Pablo Socca.
Los investigadores tenían el dato de que estaban escondidos en un departamento de alquiler temporario situado allí. Esta información surgió tras un trabajo conjunto entre el funcionario del Ministerio Público de la Acusación, el titular de la Fiscalía Federal 1 de Rosario, Javier Arzubi Calvo, y la auxiliar de esa fiscalía federal Soledad García.
Así, la Policía dio con Pablo Ezequiel Acotto (35 años) y Belén Gutiérrez (23), considerados los tripulantes del Renault Megane gris que se usó para entregar la brutal amenaza a Ángel Di María y su familia. Los interceptaron cuando estaban a punto de subir a una camioneta que los pasó a buscar cerca de las 5 AM del miércoles.
El conductor de ese vehículo era Gabriel P., un chofer de aplicación de viajes que había llegado al lugar como parte de su trabajo. Sin embargo, también quedó demorado. Según la información a la que pudo acceder el medio local Rosario3, fue liberado el jueves, una vez que se confirmó que no se trataba de un cómplice, pero su teléfono sí fue secuestrado.
En simultáneo, se llevó adelante la audiencia indagatoria contra Acotto y Gutiérrez, quienes enfrentan una acusación doble a cargo de la Unidad de Balaceras con el fiscal Socca y, en paralelo, con la Justicia federal, a cargo del fiscal Arzubi Calvo. Mientras la Unidad de Balaceras investiga el ataque a Di María, el funcionario federal intenta esclarecer los negocios dealer de la banda de la periferia de Rosario que operaba desde la zona de Pérez y que ambos supuestamente integraban, en un caso con once detenidos y un minibunker allanado en la calle Formosa.
Ahora, ambos sospechosos esperan su audiencia imputativa, que se realizará la semana próxima, después del feriado extendido de Semana Santa.
Entre estos once detenidos por la causa federal se encuentra Tamara Alejandra León, de 26 años, la supuesta organizadora de la estructura. Según fuentes del caso, Acotto le reconoció en una escucha a León que le encargaron el ataque a Di María, y que iba a aceptarlo. Diversas versiones indicaban que Tamara misma habría contratado a Acotto para cometer el ataque. Sin embargo, no hay nada en el expediente de la Justicia federal que así lo indique. Tamara fue la primera en declarar en la jornada y se negó a responder cualquier preguntas.
Todo sucedió el lunes frente al country Funes Hill Miraflores, en la zona de Funes, donde reside la familia del campeón del mundo. En el lugar, apareció un cartel que advertía: “Decile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuelva más porque sino le cagamos matando un familiar. Ni Pullaro te va a salvar. Nosotros no tiramos papelitos. Plomo y muertos tiramos”. El mensaje fue arrojado por un auto gris en movimiento.
En el lugar, se hizo presente un grupo de efectivos de una comisaría cercana y luego se dio intervención a la Policía de Investigaciones por orden del cuerpo de fiscales del Ministerio Público de la Acusación que fue creado para esclarecer los atentados y crímenes considerados “narcoterroristas”.
La investigación apunta a que la orden habría sido dada por Dylan Cantero, un joven capo de Los Monos, hijo de “El Viejo” y medio hermano de “Guille”, pero no se encontró material probatorio en su contra.