A Rodrigo Emanuel González Figueredo, un joven de 21 años de nacionalidad paraguaya, lo buscaban desde el 2022 por ser partícipe de un homicidio junto a otros imputados, entre ellos menores de edad. Ayer, sin embargo, sus días en libertad terminaron casi por una casualidad: agentes de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que realizaban un patrullaje de rutina en la Villa Zavaleta del barrio porteño de Barracas, lo detuvieron mientras exhibía un arma. Después de hacer las averiguaciones, constataron su pedido de captura y sus antecedentes.
Fuentes policiales indicaron a Infobae que el episodio comenzó cuando uniformados de la División Barrios 21-24 y Zavaleta vieron a González Figueredo con un arma a la altura del Pasaje Santo y Tira 7. Al darle la voz de alto, el sospechoso huyó y fue entonces que comenzó una persecución a lo largo del pasaje, hasta que finalmente lo arrestaron a poco de ingresar en la Manzana 3.
Cuando lo revisaron, el delincuente no tenía el arma en su poder, lo que hizo suponer a los detectives que durante su intento de escape, la descartó en algún punto. Los policías que participaron del procedimiento hicieron el mismo recorrido que el sospechoso pero no lograron encontrar el arma.
De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, la verificación de identidad de González Figueredo confirmó que poseía entradas en comisarías porteñas por portación ilegal de arma de guerra y robo, además de la orden de detención relacionada con al homicidio, tramitada en el Juzgado Nacional de Menores Nº 03.
Varios vecinos intentaron evitar que se lleven a Figueredo, con una actitud hostil a la Policía. Así, se decidió trasladar el procedimiento a Comisaría Vecinal 4-D. Luego, el joven, visiblemente agitado, fue asistido en un hospital porque presentaba un cuadro de intoxicación por posible consumo de drogas. Si bien fue necesario internarlo, los médicos determinaron que estaba fuera de peligro.
El Juzgado de Menores, tras ser consultado, avaló la detención y ordenó una consigna en el hospital mientras se recupera.
Villa Zavaleta: historia reciente del hampa
A comienzos de febrero pasado, el concejal Gabriel Sandoval, dirigente de Unión por la Patria, secretario del Concejo Deliberante de Lanús, sufrió el robo de su auto en un temerario asalto.
El hecho ocurrió en un restaurante ubicado en Lanús Oeste. El concejal había ido a cenar a una vinoteca que se convirtió en el blanco de cuatro ladrones, quienes ingresaron armados al lugar e interceptaron a Sandoval a punta de pistola para robarle su celular y las llaves de su auto, un Toyota Corolla blanco, que estaba estacionado a pocos metros del local. “Dame el Corolla”, le gritaron.
El auto fue recuperado poco después en la esquina de Rio Cuarto y Limay en Barracas, a poca distancia de la Villa Zavaleta.
Casi un mes después del hecho, dos sospechosos de haber cometido el asalto fueron detenidos en la zona del asentamiento porteño por la División Investigación del Robo Organizado de la PFA. Fueron identificados como Eduardo Cardozo y Alberto Navarro, ambos, según confiaron investigadores del caso, con antecedentes penales.
En uno de los domicilios allanados se encontraron más de 25 teléfonos iPhone y tres iPad: la PFA cree que allí se operaba un laboratorio para desarmar celulares robados. Los aparatos podrán ser analizados para que se determine su origen. La investigación se encuentra a cargo de la UFI N°7 de Lanús.
Hace un año, la Policía de la Ciudad secuestró un arsenal en una casilla en el asentamiento de Barracas y detuvieron a un hombre que sería el líder de una organización criminal dedicada a alquilar las armas para luego ser utilizadas para robar.
El operativo estuvo a cargo del fiscal Rodrigo Pagano Mata, titular de la Fiscalía Penal y Contravencional N° 24, quien ordenó el secuestro de todo el material que se encontró: pistolas de distintos calibres, varias de ellas con la numeración borrada, 19 cargadores, escopetas, revólveres y municiones.