En un operativo policial de rutina, dos hombres procedentes de la provincia de Córdoba fueron demorados durante una identificación de rutina en la Terminal de Ómnibus de la ciudad de Rosario, al encontrarse en posesión de inhibidores de señal de autos sin poder justificar su portación.
Las autoridades detuvieron a los individuos y confiscaron dos dispositivos inhibidores, que se asemejan a llaveros de portones eléctricos, y un lápiz utilizado para romper vidrios, según indicaron fuentes policiales.
De acuerdo a lo informado por el portal Rosario3, un efectivo de la policía motorizada rosarina relató a un medio local: “Realizábamos una identificación de rutina en la Terminal de Ómnibus, y resultaron aprehendidos dos hombres oriundos de la provincia de Córdoba”.
Luego agregó que a ambos le fueron secuestrados dos inhibidores, “que funcionan como llavero de portones eléctricos”, y un lápiz que se utiliza usualmente para romper vidrios y remarcó que “no fueron hallados haciendo la maniobra, porque simplemente fue durante el procedimiento de identificación”.
Y este incidente se suma a otro ocurrido a mediados de febrero pero en la Ciudad de Buenos Aires, cuando una mujer de nacionalidad colombiana, de 45 años, fue detenida en el barrio de Caballito intentando robar un vehículo con un inhibidor de señal.
La Policía de la Ciudad fue alertada por el Centro de Monitoreo Urbano tras detectar movimientos sospechosos de la acusada, quien estaba acompañada de un hombre que logró escapar y al momento de ser aprehendida, se le encontró un inhibidor de señal, entre otros objetos. El hecho quedó registrado por las cámaras de seguridad del área.
De acuerdo a las fuentes del caso, la mujer finalmente logró escapar y comenzó a deambular alrededor de un Renault Duster de color gris estacionado sobre la avenida Rivadavia, cerca del cruce con San José de Calasanz.
En las imágenes que ilustran esta nota se observa que el propietario activa la alarma del coche y corre el espejo retrovisor antes de retirarse del lugar, mientras, unos metros más allá, la mujer observaba sus movimientos con disimulo, esperando el momento para entrar en acción.
Poco después, la sospechosa apareció en escena por el lado contrario, se acercó al auto y abrió las puertas del conductor y la trasera del mismo lado. Comenzó a revisar en el interior, sin saber que ya estaba bajo la mira: desde el CMU de inmediato dieron alerta a los móviles que patrullaban la zona. Así, en cuestión de minutos al lugar llegaron efectivos de la División Motorizada de la Comuna 6.
La acusada se percató de la presencia policial y quiso escapar a pie aunque los oficiales la alcanzaron a menos de una cuadra y la detuvieron. Luego la identificaron: se trató de una mujer de 45 años y nacionalidad colombiana, a quien al ser requisada delante de testigos, se le encontró un inhibidor de señal, un teléfono celular, una billetera y un almohadón de color rosa y celeste.
El Juzgado Criminal y Correccional N°1, subrogado por el juez Santiago Quian Zavalía, avaló lo actuado por la fuerza porteña y ordenó el traslado de la imputada como así también el secuestro de los elementos encontrados. Se labraron actuaciones por “tentativa de hurto”.
Estos episodios evidencian la persistencia en la modalidad delictiva de robo de autos mediante el uso de inhibidores de señal, una práctica ganó notoriedad en el país.
Es de destacar que en este tipo de delitos, los delincuentes, actuando solos o en grupos, utilizan estos dispositivos para bloquear la señal de los controles remotos de los vehículos, impidiendo el cierre correcto de las puertas y facilitando el acceso al interior para sustraer objetos de valor.
La elección de lugares amplios y concurridos, como grandes avenidas y estacionamientos de establecimientos comerciales, especialmente durante los fines de semana, resulta común entre los autores de estos delitos.
La utilización de inhibidores de señales inalámbricas en delitos asociados al robo de vehículos no es un fenómeno nuevo en el país, sino que forma parte de una evolución delictiva que busca aprovechar las vulnerabilidades tecnológicas para cometer ilícitos y frente a ello, las autoridades continúan desarrollando estrategias de vigilancia y control para contrarrestar esta tendencia y asegurar la protección de los ciudadanos.