En medio de un operativo de rastrillaje por la búsqueda de Benjamín, el nene de 3 años desparecido desde el año pasado en Atahona, provincia de Tucumán, hallaron una bolsa con restos óseos del cuerpo de un ser humano que “serían compatibles” con los del nene, y al lado, una sábana con motivos infantiles. El hallazgo fue a dos kilómetros de la casa en la que vivía el nene junto a sus padres. La causa giró hacia un posible homicidio con los progenitores como sospechosos.
Así lo afirmó Miguel Varela, el fiscal que interviene en el caso y titular de la Fiscalía de Homicidio y Graves Atentados contra las Personas del Centro Judicial de Concepción, a Infobae. Durante la tarde del martes, los investigadores arribaron a la vivienda donde llevaron adelante un allanamiento. En el lugar, se secuestró material compatible “con los hechos que venía denunciando la abuela por maltrato infantil, lesiones agravadas por el vínculo” y, particularmente, por la desaparición de Benjamín.
Desde allí, se inició el rastrillaje, aproximadamente a 2 kilómetros de la casa, que finalizó a las doce de la noche y que continuó este miércoles 27 de marzo, desde las siete de la mañana, ya que se trabajó en un monte lindero y que se trata de una zona inhóspita, de difícil acceso.
El Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del Ministerio Público Fiscal, junto a fuerzas policiales y Bomberos de las localidades de Bella Vista y Yerba Buena, en el interior de la provincia de Tucumán, trabajaron en el lugar donde se produjo el hallazgo.
De acuerdo a lo que narró el fiscal, cerca de las cuatro de la tarde de hoy, uno de los canes pertenecientes al grupo de bomberos voluntarios de Yerba Buena detectó un montículo justo cuando el arqueólogo forense del MPF, Alejandro Leiva, marcaba el último perímetro. A su vez, advirtieron que había una sábana con dibujos infantiles al lado. Fue allí que, en medio de la vegetación, encontraron una bolsa con restos de una persona cuyas características podrían coincidir con Benjamín por el tamaño y la contextura.
Asimismo, los restos fueron retirados para realizar la autopsia correspondiente y luego, los estudios de arqueología forense y genéticos para revelar si efectivamente se trata del nene que estaba desaparecido.
Las abuelas de Benjamín, Mónica Gariulo (48) y Mercedes Luna (67), fueron quienes iniciaron la denuncia el pasado 20 de febrero tras las ausencias prolongadas de su nieto. En ese marco, llegaron al lugar ubicado en el monte lindero al domicilio y recibieron la noticia sobre el macabro hallazgo.
Además, su tía aseveró a este medio que cree que el cuerpo es del niño. Sobre el caso también se expresó la periodista Mariana Romero, quien se encargó de difundir lo que ocurría. “Encontraron el cuerpo de Benja. Estaba cerca de una laguna, detrás de su propia casa, envuelto en una bolsa. Ni siquiera estaba enterrado del todo. No hay palabras”, escribió en su cuenta de X (ex Twitter) sobre el estremecedor caso y que tiene a los padres como los presuntos responsables.
Asimismo, Álvaro Zelarayán, el abogado de las abuelas de Benjamín, también confirmó el hallazgo a Infobae y sostuvo que, dadas las características “podrían ser de Benjamín” ya que son muy “compatibles con la edad que tenía”. El profesional había indicado previamente a este medio que tanto Benjamín como sus dos hermanos vivían en un contexto de violencia de género.
“La última vez que lo vi, ‘Benja’ tenía un año y medio y había empezado a caminar. Recuerdo que tenía la cabeza lastimada. Me dijeron que había cabeceado la punta de una lata. Yo les creí”, fueron las palabras de su abuela Mercedes.