La última vez que se lo vio con vida a Benjamín G. tenía un año y medio de vida. Nada se sabe de él desde entonces. Hoy tendría 3 años. Pese a que la investigación se inició por su desaparición, ahora la hipótesis que maneja la Justicia de Tucumán es que el menor habría sufrido una muerte violenta y el principal sospechoso es su padre.
A última hora del martes, circuló en diversos medios tucumanos una versión que aseguraba que Jorge Lucero, el padre de Benjamín, habría confesado el crimen, indicando dónde se encontraba el cuerpo. Sin embargo, fuentes cercanas al caso confirmaron a Infobae que no existió tal confesión.
Por el contrario, se realizó un operativo de búsqueda en un monte lindero a la vivienda en la que residía Benjamín, junto a sus padres, del que participaron peritos, efectivos de la Policía de la provincia y un equipo de bomberos que aportó canes para la búsqueda de restos humanos, pero los resultados fueron negativos.
Por esto mismo, se espera que la búsqueda continúe a primera hora de este miércoles. La Justicia llegó hasta allí gracias al testimonio de vecinos que ubicaron el lugar, que frecuentaba en la época de la desaparición el principal sospechoso.
La hipótesis que guía la investigación -en un caso revelado por la periodista tucumana Mariana Romero- plantea que se trató de una muerte violenta y que el cuerpo fue ocultado en un monte circundante o en una laguna cercana a la vivienda, precisaron fuentes del caso a este medio.
En paralelo al operativo, la familia realizó una movilización en El Chañar para exigir justicia por el menor, con carteles que preguntaban: “¿Dónde está Benjamín?”.
La primera denuncia fue radicada el 20 de febrero en la Comisaría 2° de Tucumán por la abuela paterna del niño, Mercedes Luna (67). Hacía un año que no tenía contacto directo con el menor, por lo que tomó la decisión de ir a la Justicia ante las reiteradas respuestas evasivas de los padres, según contó días atrás a Infobae. Algo similar hizo su abuela materna, Mónica Gariulo (48), en el Departamento de Tafí Viejo.
La investigación, en un primer momento, estuvo a cargo de la fiscal Mariana Rivadeneira, quien advirtió que un hijo de la pareja falleció al año de vida en 2018. Así, la idea de un filicidio tomaba cada vez más fuerza. Luego, Rivadeneira descubrió que el padre del niño, identificado como Jorge Lucero, se encontraba detenido bajo una prisión preventiva por violencia de género. En este contexto, dio intervención al fiscal Miguel Varela, del Centro Judicial de Concepción.
Una vez a cargo del caso, el fiscal avanzó con la recolección de testimonios de los vecinos y de los padres, quienes negaron la existencia de su hijo en un primer momento. “‘Benjamín no existe. Se están confundiendo con mi otro hijo, que murió hace seis años’, argumentaba la mujer. “El padre dijo exactamente lo mismo”, informó días atrás a Infobae el abogado de las abuelas del menor, Álvaro Zelarayán.
Lucero, mientras tanto, mantiene su silencio. La madre de Benjamín brindó un nuevo relato, aunque vago e inconsistente para los investigadores.
La nueva versión que proporcionó la mujer indica que, al momento de la desaparición de Benjamín, ella no se encontraba, puesto que permaneció unos días fuera de su casa. Al regresar y al no ver a su hijo, le preguntó a su pareja qué había sucedido con el niño, a lo que Lucero le planteó que - siempre siguiendo el relato de la madre - una persona se lo había llevado, pero que desconocía a dónde. Para las fuentes, este relato tiene “poco asidero” de cara a los indicios que se van acumulando a lo largo de la investigación. Anteriormente, ya había insinuado que el hombre lo había regalado.
La pareja tiene otros dos hijos que fueron entregados en una guarda provisoria a su abuela materna. Una vez que se encontraron con ella, los hermanos del menor revelaron un dato clave para la investigación. “Me dijeron que ‘Benja’ no iba a aparecer porque estaba muerto”, contó Mónica.
Por esto mismo, los menores fueron entrevistados en una Cámara Gesell, charlas en las que se constató que vivían en un contexto de violencia “tremendo”. Incluso, pudieron relatar la última vez que lo vieron a su hermano. “Uno dijo que le cayó un bloque en la cabeza y que se quedó dormido; la otra que le pegaron una cachetada cuando acomodaba un bloque y que lo llevaron al hospital”, detalló Zelarayán a Infobae. Según pudieron reconstruir, este hecho habría ocurrido entre febrero y julio del año pasado.
El caso de Benjamín generó una gran repercusión en la comunidad. En este contexto, el Gobierno provincial dispuso la creación de un equipo especial para que trabaje en la búsqueda del menor. La decisión fue anunciada luego de que el ministro del Interior de Tucumán, Darío Monteros, y su par de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, se reunieran con la abuela paterna de Benjamín, quien expresó estar “conforme” con el acompañamiento recibido, de acuerdo con la información del medio El Tucumano. Mientras tanto, la investigación continúa y la Justicia espera poder dar con el cuerpo del menor.