La Fiscalía que está detrás de la investigación del caso del cadáver incendiado de un hombre que fue hallado en la mañana del viernes en un camino rural cercano a la ciudad de Rosario confirmó la identidad de la víctima.
Se trata de Guillermo Velázquez, tenía 42 años y vivía en Villa Gobernador Gálvez. Sus restos, calcinados, fueron encontrados en una zanja situada a la altura del kilómetro 4 de la ruta provincial 18, en la jurisdicción de la comuna de Alvear, ubicada a 14 kilómetros al sur de Rosario. La Policía de Santa Fe y el fiscal de Homicidios Dolosos Gastón Ávila, que relevaron la escena, detectaron que la cabeza y parte del cuerpo fueron envueltos en prendas que habían sido embebidas con un líquido inflamable.
La familia de la víctima lo buscaba desde la madrugada del jueves. Fue un ciclista, que a las 7 de la mañana del viernes circulaba por el mencionado camino, quien encontró el cadáver prendido fuego y dio aviso a las autoridades. Al momento del hallazgo, el cuerpo desprendía humo, con lo cual la etapa final del crimen había ocurrido horas antes.
“Es un hombre. Tenía la mayor parte del cuerpo calcinado. Estaba sobre prendas que habían sido embebidas en productos inflamables. Tenía distintos signos de violencia. Si bien no se pudo determinar la causa de la muerte por el avanzado estado del incendio, tenía la cabeza envuelta en una prenda, en una cinta o algo similar. Y había un cable que posiblemente haya sido usado para atarle los brazos”, explicó el pasado viernes el fiscal Ávila.
Según informó el portal La Capital, el cable estaba sobre sus manos, y debajo del cuerpo había un celular que fue consumido por el fuego. Cerca del cráneo los investigadores encontraron la cabeza de una maza de obra.
“No se encontró ningún cartel. No hay marcas de que acá fue el homicidio. No hay vainas servidas, manchas de sangre. Acá habría sido el lugar del descarte del cuerpo”, afirmó Ávila. En efecto, el crimen habría ocurrido en otro lugar y luego trasladaron el cadáver al camino rural donde fue abandonado.
El crimen ocurrió en medio del despliegue que dispuso el Gobierno Nacional de fuerzas federales, con apoyo del ejército, para combatir la escalada de violencia narco que recrudeció el último mes.
Este lunes el campeón del mundo con la Selección Argentina, Ángel Di María, fue víctima de una amenaza que está bajo investigación. Un cartel en un nylon negro fuera arrojado por un auto sospechoso frente al country donde suele quedarse el jugador en sus visitas al país, según confirmaron fuentes policiales a Infobae.
El cartel fue arrojado por un auto gris en movimiento frente al country Funes Hills Miraflores, en la zona de Funes, vecina a Rosario. El hecho fue reportado a las 2:30 del lunes a las autoridades por personal de seguridad del lugar, que aseguró haber visto al auto circular de forma llamativa frente al country. Así, llegó personal de una comisaría cercana, que analizó las filmaciones. Allí, se encontró el cartel, que fue incautado.
El mensaje decía: “Decile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuelva más porque sino le cagamos matando un familiar. Ni Pullaro te va a salvar. Nosotros no tiramos papelitos. Plomo y muertos tiramos”.
El episodio se suma a un creciente clima de tensión en la zona. Este lunes por la mañana, un colectivero de la empresa Movi en la zona noroeste de Rosario halló una amenaza en el galpón de la firma cuando se disponía a tomar servicio para comenzar su recorrido en la línea 153. El cartel decía: “Hoy uno menos con la mafia zona oeste”. El episodio remite de forma directa al asesinato a sangre fría de Marcos Iván Daloia, el chofer baleado a bordo del vehículo que conducía en la ciudad tres semanas atrás.
El cartel fue incautado por personal de la Policía de Investigaciones, que se dirigió al lugar por orden del cuerpo de fiscales del Ministerio Público de la Acusación que fue creado para esclarecer los atentados y crímenes considerados “narcoterroristas”, ya que se cree que fueron instigados por reclusos que buscaron infundir temor en la sociedad con el objetivo de poder conseguir mejores condiciones de detención, que fueron endurecidas desde diciembre pasado por la administración del gobernador Maximiliano Pullaro.