Hoy por la mañana, se conoció una nueva serie de videos de cámaras de seguridad que muestran los momentos posteriores al brutal crimen de Germán Medina, el colorista asesinado en la peluquería Verdini de Recoleta la semana pasada por su compañero de trabajo, el coiffeur Abel Guzmán.
Tras el crimen cometido el miércoles por la noche -en donde Guzmán ejecutó de un tiro en el cráneo al colorista, tras una violenta escena frente al resto del personal-, el estilista escapó del lugar por una ventana, asistido por otro individuo. Saltó de la ventana y corrió con una mochila al hombro por la calle Beruti, donde se ubica el salón de belleza.
En otra filmación previa, se ve cómo uno de los empleados del lugar, visiblemente aterrado, intenta abrir una puerta del lugar -bloqueada por una persiana de metal ya baja- para que Guzmán huya. Al no funcionar el mecanismo, el asesino optó por una ventana.
Facundo Verdini, dueño del lugar, asegura que en ese momento, el asesino intentó matarlo a él. Verdini, aseguraba “estaba escondido en la cocina”. “Pido protección para mí y mi familia”, afirmó a Infobae.
Así, Guzmán continúa prófugo hasta hoy, buscado por la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, con una causa en su contra por homicidio a cargo del juez Javier Sánchez Sarmiento. El magistrado también encomendó tareas a la División Búsqueda de Prófugos de la fuerza porteña y la UFECRI, el área de captura de evadidos de la Procuración que encabeza el fiscal José Campagnoli.
El hermetismo en la causa es casi absoluto. La alta exposición mediática del hecho, con la viralización del video del momento del crimen en redes sociales y mensajes de WhatsApp a dos horas de haber ocurrido, equivale un alto riesgo de filtración que podría perjudicar la investigación.
Sin embargo, fuentes del caso aseveraron a este medio que hoy se monitorea con fuerza a los familiares de Guzmán, vecino de Merlo. También, se requirió a empresas de telefonía celular los registros de impacto en antenas, para seguir un posible rastro de fuga.
Así fue el asesinato del colorista
El crimen fue cometido el miércoles por la noche en la peluquería Verdini sobre la calle Beruti, un salón de belleza frecuentado por diversos famosos como Julieta Poggio, ex Gran Hermano: Medina, precisamente, era el colorista de Poggio.
Mientras un grupo de de empleados estaba sentado en ronda, el peluquero Abel Guzmán comenzó un monólogo a gritos, de tono violento, luego de bajar las persianas del lugar. Uno a uno, los empleados dejaron el lugar, pero el colorista Medina se mantuvo allí, calmo. Entonces, Guzmán, filmado por una cámara de seguridad, abrió fuego. Logro huir gracias a un individuo que le abrió una ventana. Así, ganó la calle, con una ruta de escape que todavía estudian las autoridades.
Medina, de 33 años y una larga trayectoria en su rubro tal como Guzmán, fue trasladado todavía con signos de vida por personal del SAME al Hospital Fernández, pero murió a los pocos minutos. El motivo del ataque todavía se desconoce.