Hoy lunes por la mañana, el fiscal Marcelo Domínguez pidió la elevación a juicio de los acusados por el crimen del empresario Fernando “Lechuga” Pérez Algaba, cuyo cadáver fue hallado descuartizado en una valija el año pasado en un arroyo. Entre ellos los imputados se encuentran dos socios de la víctima, indicaron fuentes judiciales a Infobae.
El requerimiento del titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°5 de Lomas de Zamora alcanzó a Maximiliano Pilepich, Nahuel Vargas, Matías Gil, Flavia Bomrad, el comisario de la Policía de la Ciudad Horacio Córdoba, Fernando Carrizo, Luis Contreras y Blanca Cristaldo.
De acuerdo a la investigación, los ocho tuvieron diversos grados de incidencia en el crimen. El fiscal los imputa por los delitos de homicidio cuádruplemente calificado por concurso premeditado de dos o más personas, alevosía, codicia y uso de arma de fuego, en grado de coautores y partícipes secundarios y falso testimonio y encubrimiento agravado. En el peor de los casos, la pena será de prisión perpetua, en caso de que los acusados sean hallados culpables.
Domínguez también pidió sobreseer a Alma Chamorro, la primera detenida que tuvo el expediente.
El caso
Para el fiscal, en lugar y momento aún no determinado, pero entre las 18:00 del 18 de julio y las 3:00 19 de julio del 2023, varias personas asesinaron a Pérez Algaba, que se hallaba en estado de indefensión, de dos tiros por la espalda. Se cree que ese lugar fue el predio del campo “Renacer”, sobre la ruta 6 y 7 de General Rodríguez.
De acuerdo a la hipótesis de Domínguez, los homicidas actuaron por “codicia”. Sucede que tanto Pilepich como Vargas, socios en el emprendimiento inmobiliario, le debían dinero a la víctima, por lo que el homicidio podría reportarles un rédito económico.
Tras el crimen, seccionaron el cuerpo, lo embalaron y lo colocaron en una valija de color roja, con vivos negros, en una mochila con las inscripciones del municipio de Lomas de Zamora y en un envoltorio confeccionado con bolsas de consorcio y lo arrojaron en el Arroyo del Rey. Posteriormente, fue hallado en las inmediaciones de la estación de Bombeo de Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora, entre el 23 y 25 de julio.
En esa parte del presunto plan homicida, Carrizo, Córdoba, Gil y Contreras, habrían prestado colaboración a Pilepich y Vargas de diferentes maneras y etapas.
En tanto, Cristaldo es acusada de ayudar al primero de ellos a permanecer prófugo, al alojarlo en su casa de Paso del Rey, donde lo apresó la DDI de Lomas de Zamora.
Al mismo tiempo, los investigadores sostienen que Bomrad prestó su cooperación “tanto en facilitar la realización de un acto jurídico en la escribanía “Cerrato” de la ciudad de Castelar entre la víctima y Maximiliano Pilepich a fin de que el primero de los nombrados creyera que el último cumpliría con el pago de una deuda que poseía con él y de esta manera se desplazase hacia “Renacer””, según indica el requerimiento fiscal al que tuvo acceso este medio.
La desaparición del empresario fue denunciada el 19 de julio por la dueña de un departamento que la víctima había alquilado de manera temporal en Ituzaingó, quien, al no tener noticias suyas, se presentó en una comisaría para radicar un pedido de averiguación de paradero. En la propiedad que ocupaba, la Policía halló valijas armadas y ropa doblada. Sucede que “Lechuga” planeaba regresar a España: tenía un pasaje para viajar a Barcelona, el 19 de julio, es decir, horas antes de ser asesinado.
Luego de aparecer el cuerpo descuartizado, una joven encontró a su perro “Coopper”, en el barrio porteño de Villa Lugano y publicó el hallazgo en sus redes sociales. El bulldog francés color beige fue reconocido por un amigo del comerciante descuartizado, quien se dirigió al lugar y avisó del hallazgo a la Policía.