Como parte del juicio en su contra por violencia y amenazas hacia la familia de su ex Anabelia Ayala, el futbolista Oscar “Junior” Benítez (31) fue sometido a pericias psicológicas y psiquiátricas que determinaron que tiene una estructura de personalidad con “rasgos de estilo histérico y rasgos narcisistas” aunque, no obstante, comprende la criminalidad de sus actos.
Benítez, ex jugador de Boca Juniors y Lanús, entre otros equipos, está detenido desde enero pasado por haber violado la restricción perimetral impuesta para que no se acercara a su ex ni a su familia.
Fue denunciado en 2023 por Juan Carlos Ayala, padre de Anabelia, y el caso llegó a juicio. El debate comenzó la última semana y, en ese contexto, los pasados 18 y 19 de marzo se le practicaron las pericias psicológica y psiquiátrica oficiales.
“No se observan signos ni síntomas compatibles con una estructura de personalidad psicopática, pero puede presentar un manejo de los impulsos, especialmente hostil, a la manera de la actuación en experiencias que le impliquen cierta intensidad afectiva. Asimismo, no se advierten rasgos tóxicos”, concluyó en su informe el perito oficial Federico Iriart, del departamento judicial de Lomas de Zamora.
El especialista describió a Benítez como ubicado en tiempo y espacio y consciente de la situación, sin perturbaciones en la atención, memoria y percepción y con un pensamiento que se estructura lógicamente. Iriart explicó que el deportista se mostró durante el test colaborador y respetuoso en el trato.
“Su actitud durante el proceso de evaluación denota tendencia al control y escasos matices afectivos”, escribió el perito y amplió: “Lo expuesto es compatible con una estructura de personalidad que presenta rasgos de estilo histérico como forma más elaborada y rasgos narcisistas como estilo más regresivo (...) No se observan signos ni síntomas compatibles con una estructura de personalidad psicopática, pero puede presentar un manejo de los impulsos, especialmente hostil, a la manera de la actuación en experiencias que le impliquen cierta intensidad afectiva. Asimismo, no se advierten rasgos tóxicos”.
Sin embargo, Iriart aclaró que Benítez “puede presentar agresividad y una interacción de manipulación en aquellos vínculos sentidos como pasionales”.
Además, el imputado se sometió el 20 de marzo a la perito psiquiátrica Adriana Patricia Fourgeaux, de la Asesoría Pericial Departamental, quien concluyó que Benítez “no padece al momento del examen de alteraciones morbosas, ni de insuficiencia de sus facultades mentales” ni que “presenta índices de peligrosidad psiquiátrica en el momento actual”.
Los informes fueron refutados por la querella de la familia Ayala, a cargo del abogado Rodrigo Tripolone. El perito Rafael Herrera Milano cuestionó principalmente la veracidad de los dichos de Benítez, puesto que el futbolista, al ser preguntado sobre si sufrió operaciones sólo refirió a las intervenciones quirúrgicas de meniscos en sus rodillas.
“Es falsa dicha afirmación, ya que en presencia de este perito y de la perito oficial, el peritado exhibió su lengua, a pedido de quien suscribe. La cual presenta la peculiar característica de ser una ‘lengua bífida’ (como la de los reptiles)”, remarcó Herrera Milano y sostuvo que la operación tuvo “la única finalidad de un cambio estético” y que “es dolorosa “y deja vislumbrar ciertos rasgos de personalidad que escapan a la media poblacional”.
“Es claro que el narcicismo es parte estructural de su personalidad, como así también su frialdad. La que queda al descubierto por medio de la disociación ideoafectiva ya mencionada. No es posible descartar rasgos psicopáticos”, concluyó el perito de la familia Ayala.
Benítez está acusado de los delitos de violencia, amenazas y uso ilegal de armas de fuego contra Juan Carlos Ayala, por lo que enfrenta una pena en expectativa de hasta 14 años de prisión. El juicio continuará el 4 de abril próximo, con los alegatos de las partes y el veredicto del juez Antonio Miguel Balicki, del Tribunal Oral Correccional N°8 de Lomas de Zamora.