La búsqueda para encontrar a Abel Guzmán -el coiffeur que asesinó de un tiro en la cabeza a su compañero, el colorista Germán Medina- continúa con varias pistas.
El juez Javier Sánchez Sarmiento encomendó la investigación a la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, así como a su División Búsqueda de Prófugos y a la UFECRI, el área de captura de evadidos de la Procuración que encabeza el fiscal José Campagnoli, según confirmaron fuentes policiales a Infobae.
El hermetismo en la causa es casi absoluto. La alta exposición mediática del hecho, con la viralización del video del momento del crimen en redes sociales y mensajes de WhatsApp a dos horas de haber ocurrido, equivale un alto riesgo de filtración que podría perjudicar la causa.
Sin embargo, fuentes del caso aseveraron a este medio que hoy se monitorea con fuerza a los familiares de Guzmán, vecino de Merlo. También, se requirió a empresas de telefonía celular los registros de impacto en antenas, para seguir un posible rastro de fuga. Varios de los posibles testigos que hablaron en diversos medios de comunicación todavía no declararon en el expediente.
Así fue el asesinato del colorista
El crimen fue cometido el miércoles por la noche en la peluquería Verdini sobre la calle Beruti, un salón de belleza frecuentado por diversos famosos como Julieta Poggio, ex Gran Hermano: Molina, precisamente, era el colorista de Poggio.
Mientras un grupo de de empleado estaba sentado en ronda, el peluquero Abel Guzmán los increpó y disparó contra el colorista. Uno a uno, los empleados dejaron el lugar, pero Medina se mantuvo allí, calmo. Entonces, Guzmán, filmado por una cámara de seguridad, abrió fuego. Logro huir gracias a un individuo que le abrió una ventana. Así, ganó la calle, con una ruta de escape que todavía estudian las autoridades.
Medina, de 33 años y una larga trayectoria en su rubro tal como Guzmán, fue trasladado todavía con signos de vida por personal del SAME al Hospital Fernández, pero murió a los pocos minutos. El motivo del ataque todavía se desconoce.
Fuentes policiales informaron que, al parecer, hubo una discusión interna en la que los compañeros de Guzmán -que trabajaba allí hace más de siete años- le recriminaron que era violento y “que no venía bien”. Por lo pronto, no se sabe nada del asesino, quien según Marina, hermana de la víctima, es oriundo de Santiago del Estero y siempre se mostró conflictivo.
“Sé que había problemas, pero nunca para llegar a este punto. Tengo miedo de que ya se haya fugado”, señaló la joven, quien aseguró que había cierta tensión entre su hermano y el tirador por “temas de clientes y agenda”.