El 18 de marzo pasado, días después de su detención, el cura de la iglesia Nuestra Señora de Fátima de Lomas de Zamora, acusado de abusar sexualmente de una joven de 18 años durante varios meses, pidió declarar ante la titular de la Unidad Funcional de Instrucción N° 16, la fiscal Marcela Juan, y aseguró que él y la denunciante tenían “una relación amorosa”, pasando por alto el celibato sacerdotal.
El imputado de “abuso sexual agravado con acceso carnal y abuso sexual gravemente ultrajante por haber sido cometido por un ministro de un culto, todo en contexto de violencia de género” —luego identificado como M.D.A.B., de 46 años— se había negado a declarar en la indagatoria. Ahora, como parte de su estrategia defensiva, decidió expedirse ante la Justicia y habló de “consentimiento”.
En la declaración, que abarca 17 páginas y a la que accedió Infobae, M.D.A.B. dijo que la relación con la denunciante empezó en el año 2018 y finalizó en 2019, aunque tuvieron “algún que otro encuentro más, esporádico”. Contó que se conocieron en un “Encuentro de Jóvenes” en la parroquia Beata Laura Vicuña, en el barrio 2 de abril, donde él estaba como asistente. “Ella se presentó delante de mí y me dijo cosas personales que me sorprendieron”, aseguró.
Luego de ese encuentro, siempre según el relato del acusado, la chica comenzó a frecuentar por “motu proprio” la parroquia donde él estaba en ese momento: Cristo Obrero. Después, cuando lo trasladaron a la Catedral de Lomas de Zamora, ella hizo lo mismo. “Era como si me estuviera siguiendo. Venía todas las semanas, varias veces por semana”, sostuvo. “Ahí se generó una relación amistosa. Me invitó a su casa, yo la visité, conocí a una parte de su familia y, más adelante, su mamá empezó a trabajar en un equipo donde yo también estaba. También conocí al papá, tuve diálogo con él varias veces”, agregó.
De acuerdo con M.D.A.B., el “quiebre” se dio el día del cumpleaños de la joven, en enero de 2018. “Ella me dijo que me amaba. Yo le retribuí esos sentimientos y la invité a pasar a mi habitación y allí nos besamos por primera vez, nos abrazamos y nos recostamos vestidos, porque la situación era sorpresiva”, dijo.
Ese mismo día, pero por la noche, él le propuso tener intimidad. En ese contexto, según indicó, él también le advirtió que, a partir de eso, la situación de amistad iba a cambiar. “Ella accedió y volvió esa noche. Fuimos directamente a mi habitación y allí tuvimos nuestra primera relación sexual”, sostuvo.
Durante los días posteriores, volvieron a verse e hicieron salidas “a Aeroparque a ver los aviones y a comer a la Costanera”, y también mantuvieron diálogo constante por WhatsApp. Luego, dijo, él se fue de vacaciones y lo trasladaron a la Iglesia Nuestra Señora de Fátima, parroquia que ella empezó a frecuentar. “Le pedí que dejara de hacerlo porque iba a despertar sospechas de que estábamos manteniendo una relación y ella accedió a ir solo de noche”, declaró.
Un año después, durante el verano de 2019, se fueron juntos un fin de semana a Villa Paranacito, en Entre Ríos. “Luego yo empecé con mis planteos de dejar el sacerdocio para encarar una relación más seria con ella. Pedí consejo y, finalmente, decidí terminar la relación e intentar seguir siendo sacerdote. Ella estuvo de acuerdo, lloramos mucho los dos y tuvimos nuestra supuesta última relación de despedida”, explicó.
Al cierre de su declaración, el cura volvió a enfatizar en que se trató de una relación “amorosa” y destacó las cosas “profundas compartidas”. “Quiero agregar que todo el tiempo de nuestra relación amorosa, todos los actos fueron libres, compartimos muchas cosas profundas, del corazón, de su familia, series y películas. Incluso, hasta cantábamos y grabábamos canciones juntos. Fueron momentos muy bellos los que compartidos. Finalmente, en 2022, tuvimos un último encuentro”, concluyó.
Hasta donde tienen acreditado los investigadores, la violación se produjo en el ámbito parroquial, en 2023. “Había más víctimas denunciantes, pero desistieron de la acción penal”, informó Diario Conurbano.
Tras conocerse el caso, el Obispado de Lomas de Zamora emitió un comunicado en el que indicó que el acusado fue suspendido. Asimismo, aseguraron que se lo apartó “del oficio de administrador parroquial” como así también “de toda tarea eclesiástica que le haya sido encomendada”. Según indicaron, actuaron de esta manera “conforme a la aplicación del protocolo correspondiente” e indicaron que estaban “a entera disposición de la Justicia para todo requerimiento o pedido de colaboración que sea remitido”.
El comunicado también hacía alusión al compromiso “irrenunciable de rechazar cualquier acto que amenace la dignidad de las personas” de acuerdo a las “orientaciones de la Iglesia y del Papa Francisco”. “Trabajando en la prevención y fomentando en nuestra Iglesia Diocesana una auténtica cultura del cuidado, especialmente de menores y adultos vulnerables, y de todos aquellos que se acercan a nuestras comunidades”, añadieron.
Por otro lado, la asociación Madres Protectoras del Conurbano también se refirió al hecho y repudió al cura que “hace dos semanas había sido ordenado para ocupar la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes de Claypole”. “Junto a la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos, las Madres Protectoras Conurbano realizamos una fuerte campaña de visualización contra esta decisión reclamando ante las instituciones del Estado la revisión de tal medida”, expresaron.
De igual manera se expresó la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de la Argentina. “Las víctimas, con un inmenso valor, se han acercado a la Fiscalía N° 16 de Lomas de Zamora a cargo de la Dra. Marcela Juan. Esta fiscal ha actuado con la celeridad que imponen las circunstancias de esta causa”, enfatizaron.