Hay dos menores detenidos por el asesinato de Sebastián Villarreal en Córdoba

Avanzada la investigación luego de 20 días del crimen, detuvieron a cuatro personas que podrían integran una banda delictiva dedicada al robo de vehículos. La familia exige compromiso en la causa

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Foto: X
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A 20 días del asesinato que conmocionó a la provincia de Córdoba, este martes detuvieron a cuatro sospechosos participes del crimen de Sebastián Villarreal (46), el hombre que fue baleado por motochorros en el barrio Yofre Norte. Entre los arrestados hay dos menores, de 14 y 17 años, que según la hipótesis podrían además formar parte de una banda delictiva.

Los otros dos detenidos, de 19 y 20 años habrían tenido una participación secundaria en el caso. Sin embargo también formarían parte de la banda dedicada al robo de vehículos.

La investigación está caratulada como homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego y es liderada por la fiscalía de distrito tres turno uno, a cargo de Andrés Godoy.

Según dio a conocer el medio local ElDoceTv, fue en la mañana de ayer que cayó el primer detenido, el joven de 17 años, acusado de ser el autor de los disparos.

Por la tarde, tras un operativo en Villa Carlos Paz, arrestaron al adolescente de 14 años, que según los investigadores es inimputable, por lo que quedará a disposición del Juzgado de Menores.

En tanto a los otros dos acusados, confirmaron recientemente que cuentan con un prontuario penal que complica su situación ya que tienen múltiples antecedentes, en su mayoría por delitos contra la propiedad.

Villarreal, la víctima
Villarreal, la víctima

Fue el comisario inspector Sergio Lezcano, del Departamento Robo y Hurtos de la Policía, quien confirmó que “había un grupo de personas que participarían de la actividad delictiva”.

“La fiscalía, de acuerdo a todo el material que se ha podido recabar, es como que vio una modalidad delictiva donde habrían tenido algún tipo de relación estos individuos”, especificó en relación al accionar de los cuatro detenidos.

Respecto a la moto que fue robada, no lograron localizarla aún. Sin embargo, sí dieron con el paradero del rodado en el que se habrían movilizado los delincuentes.

Es importante destacar que Villarreal tiene una familia que hoy manifiesta estar realmente preocupada y con temor. Inclusive este martes estuvieron en la Central de Policía para conocer cómo se está trabajando en la causa.

“Nos preocupa saber que esto no es algo que empieza y que termina con estos chicos detenidos”, sostuvo Martina, la hija del hombre asesinado, en diálogo con Telenoche.

“Nosotros sospechamos que es una banda delictiva mucho más grande, que hay adultos que están manejando esto y mandan a estos niños con pistolas a matar”, manifestó.

La esquina del crimen
La esquina del crimen

El padre de Sebastián, por su parte, destacó el accionar policial: “Me dejó conforme la manera de trabajar, han tenido resultados, lo que quiero es que no paren en estos cuatro chicos”.

“Es claro que hay una organización trabajando, una organización que debe manejar el robo de domicilios, de motos, de celulares y debe financiar otras actividades con estos robos y usan todos estos perejiles”, consideró.

Eduardo advirtió que le “extraña el cambio de modalidad con la muerte de Sebastián”, respecto al accionar de los delincuentes, que según él “venían hiriendo o asustando y de pronto a él lo mataron”.

El mismo interrogante expuso Jimena, la hermana de la víctima. “Lo que queremos es una explicación de por qué hubo un cambio en la forma de operar y terminaron en el asesinato a sangre fría de mi hermano”, señaló.

Con el fin de seguir pidiendo justicia, para este jueves, la familia tiene previsto hacer una nueva concentración a las 12, esta vez en Tribunales, donde insistirán con el reclamo para el esclarecimiento total del hecho que tuvo lugar exactamente sobre la calle Fulgencio Montemayor al 2.300.

Fue un jueves por la mañana que la vida de esta familia cambió para siempre, luego de que, como todos los días Villarreal saliera de su casa para dirigirse a su trabajo. Nunca imaginó que aquel día sería el último.

En este contexto, fue violentamente atacado por motochorros que solamente le permitieron expresar una suplica antes de dispararle: “Tengo dos hijos, no me mates por favor”.

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