Violencia de género en Mendoza: un hombre fue detenido tras golpear a su pareja hasta dejarla “bañada en sangre”

Una mujer mendocina fue brutalmente atacada por su pareja, quien luego de golpearla en la cara y la cabeza con un hierro, fue denunciado y quedó detenido, mientras que ella fue trasladada al hospital más cercano.

El hecho ocurrió durante la noche del pasado domingo en una vivienda del barrio Jardín Avellaneda, en Guaymallén, donde el acusado manifestó un ataque de celos frente a su pareja y decidió agredirla a golpes de puño y con un elemento contundente, mientras ella se encontraba descansado en la cama.

Entre tantos golpes que recibió, la víctima de 55 años quedó “bañada en sangre”. Sin embargo, logró comunicarse con el 911 y pidió ser asistida de inmediato producto de las lesiones que había sufrido.

En este contexto, efectivos policiales de la Comisaría 57ª de El Bermejo, se hicieron presentes en la vivienda, donde entrevistaron al marido (48) de la víctima, quien evidenciaba manchas de sangre en su ropa y aseguró, según detalló el medio local MDZ, que su esposa había tenido un accidente doméstico.

El portón de la propiedad se hallaba semiabierto. Allí, en el interior de la propiedad, fue donde lograron ver a la mujer que se encontraba tirada en el piso. Además de hacerle una serie de preguntas, los uniformados le tomaron el pulso. En ese momento, a pesar del pésimo estado en el cual se encontraba, alcanzó a decir que su marido la había agredido con golpes de puño mientras se encontraba recostada en su habitación.

No obstante, debido a la cantidad de sangre que había en la escena, tras una serie de requisas, los uniformados establecieron que había sido golpeada con un hierro.

Así, luego de efectuar los primeros auxilios, donde un médico realizó las maniobras de compresión en la herida más importante que presentaba en la cabeza para frenar el sangrado, se solicitó una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC).

De esta forma, la víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Central, donde quedó internada en una sala común. Allí le diagnosticaron “politraumatismos por golpiza y herida cortante en el cuero cabelludo”.

Sin embargo, trascendió que actualmente su vida está fuera de peligro y se mantiene estable. Inclusive logró dar un testimonio clave para la reconstrucción del hecho, con los primeros investigadores que se acercaron al nosocomio.

Contó que horas antes del ataque comió un asado con su pareja y que además habían tomado vino. Agregó que ambos se dirigieron a dormir la siesta y que, al despertar, el hombre inició una discusión por celos.

A partir de ese entonces la situación fue tornándose cada vez más violenta. El hostigador tomó un hierro que tenía al lado de la cama y comenzó a golpearla en la cabeza. Explicó que en ese momento tuvo la lucidez para llamar al 911.

En el caso que fue catalogado como un hecho de violencia de género, según comunicó el medo local El Sol, intervino la Oficina Fiscal Nº9, donde quedó detenido el sospechoso, identificado como Gastón Gonzalo Gómez, quien dio negativo en las pruebas de alcoholemia.

Se espera que en los próximos días se determine la situación procesal, mientras se le continúa dando asistencia médica a la víctima.

A 1 mes y 18 días del femicidio de María Victoria Ruiz (44), quien fue asesinada a martillazos por su esposo Lucas Pérez Vicentela (44), en una casilla rodante en un camping de El Carrizal, la justicia de Mendoza le dictó prisión preventiva.

Según informó el portal local Los Andes, el juez Darío Dal Dosso ordenó que Pérez Vicentela siga en la cárcel hasta que sea sometido a un juicio por jurados, al avalar la imputación que le impuso la fiscalía de Rivadavia por “homicidio agravado por el vínculo de pareja, en concurso ideal con homicidio agravado por ser cometido en contexto de violencia de género (femicidio)”, delito que prevé la pena de prisión perpetua.

Según los estudios del Cuerpo Médico Forense, Ruiz murió por una serie de golpes recibidos en la cabeza que le produjeron algunas fracturas. Estas heridas habrían sido realizadas con esas herramientas que el presunto homicida había limpiado y luego ocultado, pero que los investigadores finalmente encontraron.

A todo eso, además, se suman los registros fílmicos que ubican al acusado en el camping. También hay testigos que lo señalan en el lugar e, incluso, uno que lo llevó en su auto desde Luján a Ciudad. Estos testigos participaron luego de una rueda de reconocimiento en la que señalaron sin dudar al imputado.

Acerca del móvil del crimen, la hipótesis de los investigadores tiene que ver con una denuncia que la víctima realizó al agresor, en la que sostiene que el hombre le habría robado 10.000 pesos y hay testigos que indicaron que la pareja convivía desde octubre pasado y que la relación era conflictiva. Con estos elementos, la fiscalía sostiene la imputación y apunta a que existió violencia de género.

Recordando con detalles el hecho, se desencadenó cerca de las 11 del viernes 2 de febrero cuando ingresó un llamado a la línea de emergencias 911. Era el encargado del camping Rivadavia, quien alertaba acerca de una casilla rodante cerrada con llave de la que salía un olor nauseabundo.

Además, informó que desde una pequeña ventana observó un bulto, que parecía el cadáver de una mujer en estado de descomposición, que podría ser de la propietaria.

De inmediato, policías que llegaron al lugar corroboraron los dichos del encargado y encontraron el cuerpo de la víctima en avanzado estado de descomposición, sobre un camastro.

El martes 6 de febrero, tras una intensa búsqueda y un trabajo en conjunto entre la Dirección General de Investigaciones de Mendoza y la Policía de San Luis, Pérez fue detenido en la vecina provincia, en la localidad de Potrero de los Funes.