En medio de la conmoción que vive Rosario por los crímenes de un playero, dos taxistas y un colectivero a causa de una presunta vendetta narco, este viernes, la Policía Federal (PFA) secuestró durante un allanamiento en el barrio Las Flores una lata de cerveza decorada con la cara de Claudio “Pájaro” Cantero. Este episodio llamó la atención porque el líder de Los Monos fue acribillado en mayo de 2013, es decir, hace más de una década.
Su hermano, Ariel “Guille” Cantero, está preso desde junio del mismo año, cuando se entregó tras una saga de venganzas narco. Desde entonces, sumó varias condenas y 113 años de cárcel. Pese a este cuadro, que podría extinguir a cualquier organización, la admiración por los jefes del clan Cantero en la periferia de la ciudad no se apaga. Por el contrario: se extiende.
Los Monos, que concentraron su imperio de narcomenudeo, extorsiones y aprietes en la zona sur, comenzaron a pisar fuerte en el norte y del oeste, de la mano del fundador Ariel Máximo “El Viejo” Cantero, la madre de los hermanos, Celestina “La Cele” Contreras (ambos presos) y “los gerentes”, personas ajenas al núcleo familiar que cumplen el rol de representantes. Desde el homicidio de “Pájaro”, la banda atravesó un proceso de atomización que se afianzó con la incursión de una nueva generación. Se trata de los/as hijos, hermanos/as y sobrinos/as, herederos de un negocio que, inevitablemente, los arrima a las cuchetas de las penitenciarias.
Fiscales, policías y jueces que intervienen en las investigaciones contra la banda coinciden en que Los Monos no son narcos sofisticados. Remarcan, a la vez, que primeras, segundas, terceras e incluso cuartas líneas ya están entre rejas. ¿Por qué, entonces, sigue intacta su influencia en el territorio? Con los años, cultivaron entre los sectores más vulnerables de la ciudad santafesina un perfil benefactor y extremadamente violento. “Pájaro” fue el mejor representante de ese estilo; a diferencia de “Guille”, que eligió liderar con puño de hierro, era más dialoguista. A todos les gusta ostentar sus ganancias, que son invertidas, sobre todo, en oro, armas, ropa y vehículos.
Son los miembros más jóvenes de Los Monos los que retroalimentan el mito que, además, equipara a los hermanos y a su prole con gánsteres famosos como Al Capone y Pablo Escobar, otros íconos mafiosos hallados en otros procedimientos narco en varios puntos del país. Los herederos cuentan con remeras, calcomanías y mates de madera con el rostro de “Pájaro”.
En diciembre de 2023, Luciano “Lucho” Cantero, señalado como el jefe de la nueva generación y uno de los mayores admiradores del Pájaro, su padre, cumplió años en prisión. Había sido arrestado a los 20. Por esos días, su tío Dylan, el hijo menor de “El Viejo” y “La Cele”, era arrestado a los 19 años. En ese procedimiento, efectivos de la Agencia de Investigación Criminal encontraron un afiche que mostraba a cada uno de los varones del clan personificados como mafiosos, uno al lado del otro, en orden de edad. El cartel llevaba la leyenda “The 8 most wanted. Alive or dead” (Los ocho más buscados, vivos o muertos”).
Gastón Schneider, de 22 años, es otro de los jóvenes decididos a “no olvidar” al jefe narco asesinado. El medio hermano de “Lucho”, dedicado a las extorsiones a comerciantes, solía retratarse con una remera que lleva la figura de su padre, prenda que fue hallada en el procedimiento para arrestarlo, en julio del año pasado.
Al mismo tiempo, allegados a “Guille” llegaron a estampar remeras y gorras con su figura sonriente. Una taza lo halaga con la frase: “La paciencia de un león”, quizás por la extensa condena que lleva sobre sus hombros. Existen, a la vez, algunos stickers de WhatsApp dando vueltas por celulares de sus laderos.
“Secuestrar estos objetos no tiene sentido porque no es delito tener una remera o un mate con la cara del tipo. Son objetos que les dan sentido de pertenencia”, señala un investigador a Infobae. “Hay muchos que dicen ´Soy Mono´ y ni conocen a Guille, si está preso hace años”, agrega sobre el fenómeno que parece no ser tan fuerte por fuera de los lazos sanguíneos.
“No hay una idolatría al estilo Escobar. Los pibitos ahora capaz tienen una referencia simbólica cultural, pero no sé si ellos o al Pájaro como “personaje” sino, básicamente, que eso está dado por la posibilidad de laburar, comer, tener ropa, estar en un grupo de personas afines, andar en autos o motos, salir con minas, cosas así… digamos, estar insertos en un grupo social y afectivo”, opina una fuente judicial consultada por este medio.
La bandera de Los Monos en Newell´s
Las imágenes son, al mismo tiempo, una forma efectiva de exhibir poder. “Nosotros estamos más allá de todo”, decía la bandera de 40 metros que fue desplegada el 24 de junio de 2023, por la barra brava de Newell´s en la tribuna del Coloso Marcelo Bielsa. Fue durante la despedida de Maxi Rodríguez, en la que participaron Lionel Messi y otros jugadores de la Selección campeona de Qatar. El trapo llevaba la figura de un gorila en el centro y, a sus lados, un toro y un pollo.
No fue muy difícil deducir que se trataba de una representación de “Guille”, Carlos Damián “Toro” Escobar y Leandro “Pollo” Vinardi. Estos dos últimos son, junto a Cristian Nicolás “Pupito” Avalle, jefes de una facción de Los Monos, enfrentada a Rodolfo Héctor “Eric” Masini y Pablo Nicolás Caminos. Todos están presos.
Ambos grupos están involucrados en el homicidio de “Jimi” Altamirano, un músico que fue secuestrado al voleo y ejecutado a tiros frente al estadio leproso. La víctima nada tenía que ver con el narcotráfico, al igual que el playero Bruno Bussanich, los taxistas Diego Celentano, Héctor Figueroa y el colectivero Marcos Daloia, asesinados estas últimas semanas.
Para el Gobierno de Santa Fe y Nación, los crímenes, ocurridos en las últimas semanas, son una reacción a las restricciones impuestas en los penales a los presos de alto perfil, tanto provinciales como federales, donde están alojados los rosarinos.