Crimen del country de Pilar: piden investigar al presunto médico de la ambulancia que fue a la casa de la víctima

Es una solicitud del fiscal del caso a sus superiores. Se hizo pasar por otra persona y habría falsificado firmas

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Roberto Eduardo Wolfenson tenía 71
Roberto Eduardo Wolfenson tenía 71 años

La causa por el crimen de Roberto Wolfenson, golpeado y ahorcado en su casa del barrio La Delfina de Pilar, sumó otro capítulo oscuro. El fiscal del caso pidió investigar al presunto médico de la ambulancia que asistió al domicilio del ingeniero el día del crimen, según informaron fuentes oficiales a Infobae.

“Se identificó con otro nombre”, explicaron a este medio sobre el procedimiento de entrada al country y agregaron que “se logueó como un médico de la empresa” proveedora de ambulancias, que terceriza el servicio, y “habría falsificado firmas”.

Por ello, Germán Camafreita, de la UFI N° 3 de San Isidro, firmó este jueves la extracción de copias y la remitió a la Fiscalía General de ese departamento judicial para que designe al fiscal que investigará al presunto médico.

La trama para descubrir las irregularidades en el caso comenzó cuando el fiscal contactó a la empresa proveedora de ambulancias para poder contactar al médico que fue a la casa del ingeniero para constatar el óbito: “Todo derivó en una auditoría donde verificaron que quien había certificado la muerte no había trabajado ese día”.

El barrio privado La Delfina
El barrio privado La Delfina

Luego se descubrió que se había logueado en el sistema con su nombre de usuario y clave. Esa misma persona se había presentado ante la seguridad del country con otra identidad. Creen que la del hermano, destacaron las fuentes. “Cuando, por las imágenes, descubrieron de quién se trataba, no era el de la firma y tampoco quien había dicho”, ampliaron.

“Supuestamente, tiene matrícula de médico. Y nos figuraba con varios domicilios, uno en provincia, otro en la Ciudad de Buenos Aires y otro en la localidad de Ostende. En ese último, atendió un familiar que no quiso salir ni dar más precisiones”, detallaron los investigadores sobre Hermenegildo Mejía López.

La entrada del country La
La entrada del country La Delfina

Mejía López no podrá ser testigo en el caso del crimen del country luego de que el fiscal decidiera pedir que se lo investigue. “Los dos médicos quedaron bajo sospecha, el de la ambulancia y el policial”, remarcaron las irregularidades halladas durante la investigación.

Vale recordar que esta es la segunda investigación paralela del crimen del country. Desde principios de marzo, otra fiscalía investiga el accionar del médico que firmó el documento en el que dice que el ingeniero falleció de muerte natural.

Se trata del doctor Marcelo Rodrigué, quien cuenta con más de 30 años en la Policía de la Provincia de Buenos Aires dedicándose, justamente, a revisar cuerpos en la escena. Según consta en el expediente, aquel viernes de febrero, el profesional llegó al country cerca de las 18.30, fue hasta el lote 397, examinó a la víctima y aseguró bajo juramento de ley que el hombre murió de un infarto”.

Quienes estaban en la pequeña habitación en la que fue encontrado el cadáver, se quedaron atónitos. Nadie daba crédito a lo que estaba escuchando. “¿No vio los golpes? ¿Los cortes en sus manos? ¿El profundo tajo en la nuca? ¿La sangre que emergía por debajo del cuerpo? No tiene ningún sentido lo que hizo”, se preguntaban los investigadores.

La víctima era ingeniero electrónico
La víctima era ingeniero electrónico

Horas después, la autopsia determinó que a Wolfenson lo golpearon y lo ahorcaron con una tanza hasta matarlo. Su cara presentaba lesiones en pómulos, boca y un corte en la nuca. Además, sus manos estaban todas cortadas producto de la defensa que opuso al querer sujetar el hilo de nailon con el que lo estaban asesinando.

El caso

La muerte de Roberto fue descubierta el viernes 23 de febrero por la tarde en su casa del barrio cerrado La Delfina, en la localidad de Presidente Derqui, Pilar.

El ingeniero electrónico, ya jubilado —era experto en baterías de litio y trabajaba como ejecutivo para una importante empresa local— fue hallado muerto por su profesor de piano, a quien tenía que recibir a las 17.

El día anterior, a las 13.55 del jueves 22, Wolfenson salió a caminar por el barrio, luego de que se fuera la mucama. Así lo constataron los investigadores al inspeccionar su computadora personal este lunes. Luego, a las 14.13 regresó a su casa. Nada más se supo de él hasta la tarde del día siguiente, cuando el profesor de piano llegó al country para darle clases.

Al no obtener respuestas para ingresar, se comunicó con la esposa: ella avaló su entrada. Fue acompañado de un guardia y, luego, se sumó un vecino. Fueron los que encontraron el cadáver. En pocos minutos, la casa se llenó de agentes de la división Científica de la Bonaerense. “Estamos ante un brutal homicidio”, aseguraron los oficiales.

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