Yanina Marotte, la cabo primero de la Policía Federal que baleó y mató a Juan Maciel Vallejos, un supuesto ladrón que intentó robarle el celular, en un periplo que comenzó en La Matanza y terminó en el Barrio INTA de Villa Lugano, fue liberada anoche tras pasar 24 horas en una celda. La decisión de la jueza Karina Zucconi, ocurrió tras un dictamen favorable del fiscal Pablo Recchini, una medida celebrada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
La jueza decidió imputar a Marotte. Su defensa quedó a cargo de Fernando Soto, quien fue abogado del ex policía Luis Chocobar, condenado por homicidio en exceso de cumplimiento del deber. Soto, por otra parte, es el actual director de Normativa y Enlace con el Poder Judicial del Ministerio de Seguridad de la Nación. Bullrich, en otro posteo en la red social X, había dicho que el caso se había tratado, desde el comienzo, de una legítima defensa.
La acusación para Marotte es de homicidio agravado por su condición de policía.
Recchini -que tiene delegada la investigación de la causa- aseguró en su dictamen que el caso podría tratarse de un hecho de legítima defensa, o de cumplimiento del deber. Un rumor inicial había indicado que el disparo que mató a Maciel Vallejos había ingresado por la espalda. El informe preliminar de autopsia determinó que el disparo entró por adelante, a través del tórax, con una trayectoria levemente de arriba hacia abajo, confirmaron investigadores del caso a Infobae. El disparo fue realizado a cierta distancia. No hay tatuaje de ahumamiento, la lesión propia de un tiro a quemarropa. Se esperan, también, las pericias balísticas del caso, encomendadas a la Policía de la Ciudad, una decisión de la jueza Zucconi.
En su dictamen, Recchini también habla de “escasa prueba”, en una investigación que recién comienza. El término no es un eufemismo. Investigadores del caso hablan de huecos en el relato de Marotte. Las cámaras de seguridad que trascendieron no demuestran la secuencia completa.
“Es confuso, no queda claro cuándo dispara. La defensa de Marotte sostiene que los disparos fueron inmediatos a cuando le robaron el celular. Otra posibilidad es que haya disparado ya sobre las vías del tren”, asegura una fuente crucial en el expediente. El momento del disparo es clave, ya que determina cuándo se trata de un episodio de legítima defensa o de un homicidio liso y llano.
Dos sospechosos actuaron en el hecho. Uno le apuntó con un arma, que resultó ser una réplica. Los investigadores sostienen que Marotte no mató a quien le apuntó con la réplica en el momento del robo, sino al otro delincuente, que no le exhibió un arma en ese momento de la secuencia. Maciel Vallejos fue hallado con la réplica a su lado, un juguete a simple vista roto, con partes faltantes, que podrá ser peritada en busca de huellas.
Pero, en lo que a la Justicia respecta, el presunto delincuente no fue quien desenfundó. Que Maciel Vallejos haya tenido un arma, sin mostrarla, es una hipótesis en la causa.
La cabo primero, en su declaración, aseguró que uno de los delincuentes dijo: “Tiene un arma. Matala, matala”. En su testimonio, afirmó que protegió su arma para que no se la quitaran pese a estar en inferioridad numérica con respecto a sus atacantes.
Se espera la declaración de más testigos, como el de una mujer de la zona que asegura haber visto al cómplice de Maciel Vallejos cargándolo, ya malherido, para luego soltarlo. El padre del ladrón muerto también fue identificado. Llegó al cadáver de su hijo en medio de un tumulto de vecinos, poco después del hecho.
De cara a la imputación judicial y la investigación en curso, Bullrich se encontró con Marotte y publicó en su perfil de X un video al respecto.
“A la policía Yanina Marotte la metieron presa por defenderse de dos delincuentes. Anoche fue liberada. Hoy la recibí para darle un abrazo y todo mi apoyo. Siempre voy a estar del lado de los policías que defienden a la gente. Mi compromiso: cuidar a quienes nos cuidan”, aseguró, en su línea usual.