Este miércoles Miguel Ángel Valdivia (24) perdió la vida tras ser asesinado a balazos en la ciudad mendocina de Godoy Cruz.
El hecho ocurrió por la tarde en una gomería ubicada en las calles Salvador Civit y Joaquín V. González.
En dicho lugar se encontraba la víctima, que se movilizaba en silla de ruedas y fue sorpresivamente abordada por una persona que se manejaba en motocicleta, que al llegar al lugar, se bajó y le disparó varias veces, hasta que un tiro letal impactó contra su cabeza.
Mientras el autor del hecho se dio a la fuga, la víctima de identidad reservada y con antecedentes penales, fue trasladada al Hospital El Carmen, en donde constataron su deceso e informaron que había fallecido cerca de las 19:00.
Según dio a conocer el medio local MDZ, a la escena del asesinato arribó la Policía Científica, en donde los uniformados constataron indicios de una balacera con una pistola calibre 9 milímetros y varias vainas servidas.
La investigación quedó en manos del fiscal Gustavo Pirrello, quien de inmediato solicitó la declaración de testigos para poder recabar detalles del homicidio en cuestión.
El mismo baraja varias hipótesis, pero una con mayor peso: podría estar relacionado con las permanentes disputas que se registran en la zona oeste de Godoy Cruz por el narcomenudeo. Lo que denotaba un ajuste de cuentas.
En tanto, la familia del fallecido aportó que el joven habría tenido problemas pasados con unos sujetos del barrio Covitedic y que serían “soldaditos de la Pato”, una conocida jefa narco de la zona.
Sicarios entraron a los tiros a una quinta durante un cumpleaños y mataron a un prófugo cercano a “Lucho” Cantero: hay cinco heridos
El narcotráfico crece de manera exponencial día a día en el país, pero la provincia mayormente comprendida es Santa Fe. Otro caso de ajuste de cuentas tuvo lugar el pasado domingo exactamente en una quinta de Pueblo Andino, donde se celebraba un cumpleaños que de repente se vio interrumpido por una balacera.
Los gatilleros mataron a un prófugo de la Justicia que hace dos años había sido imputado por haber quedado filmado mientras integraba un grupo de delincuentes que realizaba ráfagas de disparos al aire con ametralladoras en la terraza de Uriel “Lucho” Luciano Cantero, hijo del asesinado líder de Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero.
Se trata de Gonzalo Daniel Barrientos, de 24 años y con pedido de captura activo, quien se encontraba en una casa de fin de semana que había alquilado junto con amigos en la localidad situada en el departamento Iriondo, a 45 kilómetros de Rosario. En el ataque también resultaron heridos cinco personas, entre ellas, una chica de 23 años que se encuentra internada en estado delicado.
De acuerdo a los datos que recolectó el fiscal Maximiliano Nicosia Herrero del Ministerio Público de la Acusación sede San Lorenzo, dos sicarios encapuchados llegaron en un auto, ingresaron en la propiedad ubicada en Juan Valente al 400, en la que había aproximadamente 50 personas festejando el cumpleaños de un joven de 24 años, y abrieron fuego contra la multitud.
Gonzalo Barrientos murió en el lugar: recibió siete balazos que impactaron en su pecho, brazo derecho y pierna izquierda. En tanto, Ludmila M. (23 años) sufrió una herida de arma de fuego en el tórax, al igual que Aldana K., quienes fueron trasladadas al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria junto con Federico S. (19), a quien le dieron el alta a las pocas horas por un balazo en el glúteo derecho.
Ludmila M., según el último parte médico de este domingo, está internada con asistencia respiratoria mecánica, con pronóstico reservado.
Por los disparos, Franco O. (29) y Franco A. (21) fueron derivados al Hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo con tiros en las piernas. Franco A. no llegó a recibir el alta: se fugó del establecimiento, de acuerdo a los datos aportados por investigadores policiales.
Los peritos forenses secuestraron 21 vainas servidas calibre 9 milímetros y once plomos deformados. Una cuestión llamativa que generó tensión es que uno de los asistentes a la fiesta de cumpleaños comenzó a filmar el trabajo del gabinete criminalístico, situación que mereció el secuestro de su celular.
Al lado de un auto estacionado dentro del predio de la casa, la Policía también incautó una bolsa con 20 pastillas de éxtasis.