En la ciudad de Córdoba, una serie de incidentes violentos pusieron de manifiesto la creciente preocupación por la inseguridad, especialmente entre los trabajadores del sector del transporte. A lo largo de la última semana, se registraron dos sucesos notables que afectaron directamente a conductores de taxi y remís, haciendo eco de la vulnerabilidad a la que están expuestos diariamente debido a la naturaleza de su trabajo.
El primero de estos eventos tuvo lugar este domingo por la mañana, cuando un remisero, en el barrio Ampliación Altamira, se convirtió en víctima de un robo perpetrado bajo el disfraz de un servicio normal. y según informaciones oficiales, el conductor fue amenazado por personas que se hicieron pasar por pasajeros, quienes lograron llevarse su vehículo, un Fiat Siena.
Este acto no solo puso en riesgo su integridad física sino que también representó una pérdida significativa de sus medios de subsistencia aunque la rápida acción de la policía permitió el hallazgo del automóvil en las calles Pasaje Varela y Río Paraná, en el barrio Maldonado, y la detención de un sospechoso de 22 años.
Durante el operativo, se incautó un arma de fabricación casera y se recuperaron el vehículo junto con otros objetos personales del remisero.
Según informó el diario La Voz, pocos días antes, en la mañana del miércoles, Alejandro Lozano, un taxista de 54 años, fue atacado por una pareja que fingió necesitar un viaje desde una estación de servicio del barrio Bajo Galán hasta barrio Sol Naciente II y en un momento crítico del trayecto, el atacante sacó un cuchillo y, en el forcejeo subsiguiente, el taxista resultó gravemente herido.
Los asaltantes se llevaron su billetera, que contenía aproximadamente 10 mil pesos, y su teléfono celular, abandonando el taxi después de chocarlo.
Y el más trágico suceso ocurrió el viernes también en la provincia de Córdoba, cuando Sebastián Villarreal, de 45 años, fue fatalmente herido en un intento de robo cuando dos individuos en moto lo abordaron justo cuando salía de su casa, y a pesar de sus súplicas, lo asesinaron a tiros para robarle su motocicleta.
Según contó a una vecina, la víctima les suplicó a los delincuentes que no lo mataran: “Tengo dos hijos, no me mates por favor”, dijo.
El violento hecho ocurrió sobre la calle Fulgencio Montemayor al 2.300, del barrio Yofre Norte, segundos después de que el hombre saliera para ir a trabajar a una empresa de plásticos de la ciudad. Luego de matarlo a sangre fría, los asesinos huyeron en las dos motos.
“Yo me estaba por levantar, y escuché que había ruidos en la calle. Que pedía Sebastián el vecino fallecido, pedía que no lo mataran porque tenía hijos. Yo golpeaba la ventana, para ahuyentarlos, se escuchó dos disparos. Salimos y estaba tirado en el piso, con pocos signos de vida”, dijo la vecina a una radio local.
De acuerdo con la misma mujer, Villarreal vivía solo con sus hijos. Lo describió como un “padre de familia, una persona tranquila, buena y trabajadora” y en ese sentido, resaltó que el hombre “era una excelente persona, trabajador y padre”.
Fanny, otra vecina, también dio más detalles a medios locales y su relato estremece aún más, ya que contó los instantes posteriores a que los delincuentes huyeran con la moto mientras la víctima quedó tirada en el piso.
“Todavía tenía el casco no le veíamos dónde estaba herido. Tenía 45 años y dos hijos jóvenes. Los chicos estaban a la par de él cuando estaba herido. Le pedían por favor papá, no te rindas. Aguantá un poquito más”, dijo en diálogo con La Voz.
Olga, suegra de la víctima, también dio declaraciones a la prensa. Además de lamentar el hecho y recordarlo a Sebastián, la mujer se mostró visiblemente afectada. “El barrio está muy complicado. Es terrible”, dijo la familiar en diálogo con otro medio local.
Por su parte, el subjefe de la policía provincial, comisario Alejandro Mercado, estuvo en el lugar del hecho y se reunió con la familia de la víctima, tras lo cual dijo al mismo medio de Córdoba que los homicidas son “dos motochorros” y que el fiscal de instrucción Andrés Godoy, a cargo de la investigación, está trabajando para la identificación y detención de los delincuentes.
El jefe policial, además, dijo que la forma de actuar de los motochorros guarda similitudes con un hecho ocurrido a pocas cuadras en el que otro hombre fue baleado durante un robo. “Vamos a ser respetuosos de la investigación”, dijo Mercado, aunque no negó que ambos hechos podrían haber sido cometidos por el mismo par de delincuentes.
De igual forma, le adjudicó al consumo de droga el hecho de que los ladrones no hayan tenido ningún tipo de misericordia frente a la víctima a pesar de que les pidió que no lo mataran. Finalmente, reconoció un agravamiento en los episodios de inseguridad y admitió que son cada vez más violentos. “No tenemos antecedentes de cómo los delincuentes están trabajando”, admitió sobre la inseguridad en Córdoba.