En la noche del domingo, una mujer acompañada de quien sería su pareja abandonó a su bebé de 7 meses en Plaza Miserere, en la zona de Once, dejándola al cuidado de un hombre en situación de calle. Al ver que las horas pasaban y con la menor en el cochecito, reportó la situación a dos policías de la Comisaría 3A apostados en el lugar. La secuencia fue filmada por el Centro de Monitoreo Urbano de la Policía de la Ciudad, que retrató el momento de la entrega de la bebé al indigente.
Así, se dio intervención a la Justicia. Se convocó al SAME, que trasladó a la bebé al hospital Ramos Mejía, donde se analizó a la niña, que se encuentra fuera de peligro. Poco después, se presentó en la Comisaría 3A la mujer en cuestión, diciendo que le había dejado su hija a ese hombre para ir a cobrar un dinero que le debían. Estaba acompañada de su pareja, apodado “El Mago”, un ex empleado de una fuerza de seguridad federal que vive en el barrio de Constitución.
Por lo pronto, la mujer está impedida de ver a su bebé. La situación ya es investigada con una causa a cargo de la Fiscalía N°21 del fuero porteño, con el doctor Federico Battilana. El Consejo de Niñas, Niños y Adolescentes de la CABA también tomó cartas en el asunto. Será clave su decisión, y la de la Justicia, para determinar si la niña se revincula, en el corto plazo, con la madre.
Un rápido chequeo de la Policía de la Ciudad determinó que la mujer que dice ser la madre, identificada como E.H.S. y de 31 años, también tiene otros hijos y es beneficiaria de la AUH, al menos, desde 2018, con domicilio fijado en El Talar, de Pacheco. Pero, además, cuenta con varias causas penales en su contra. Al menos dos, por el delito de robo, llegaron a condena.
El primer caso data de 2014. La víctima fue una mujer porteña. Al no tener antecedentes penales, el Tribunal N°26 aceptó la oferta de su defensa de una probation, con cuatro horas de trabajo mensuales en una iglesia evangélica de El Talar, además de una reparación económica de mil pesos de aquel entonces.
El 26 de octubre de 2016, el mismo Tribunal, integrado por las mismas juezas, la condenó a ocho meses de ejecución condicional por una participación menor en dos hechos, luego de que el fiscal acusador le pidiera una pena de cumplimiento efectivo de más del doble de tiempo.
En el primero, se la acusó de hacer de campana en el robo de un estéreo en una camioneta Ford EcoSport, estacionada en Balcarce y Venezuela. En el segundo, ocurrido en noviembre de 2014, participó de un robo a punta de cuchillo a la caja de un hotel en la calle Santiago del Estero, barrio de Constitución. La Policía Federal la arrestó tras un breve forcejeo.
Ante el Tribunal, realizó un descargo sobre esa acusación. En ese testimonio, E.H.S. afirmó que ejercía la prostitución.
“Yo estaba en Constitución, justo pasé por el paseo de compras. Ahí, conocí a un chico que me pregunta cuánto cobraba. Le dije 200 pesos y me dijo de ir a un telo. Fuimos al telo que estaba ahí al lado, que se llama Tren Mixto, entramos y dijeron que no había lugar, que estaba lleno. Salimos y fuimos a uno que estaba por Garay y San José, enfrente del autoservicio. Entramos, él le pregunta cuanto está la hora y ella le dijo que las tres horas estaban 140 pesos. Ahí fue que la empuja y le grita ‘dónde está la plata’”, declaró.
Luego, aseguró que se prostituía en la zona desde 2014 y que huyó “por miedo” de la escena.
El Tribunal N°26 consideró varios atenuantes para su condena. En ese entonces, E.H.S. era madre de cinco hijos. Uno de ellos, según la condena, vivía con parálisis cerebral.