A casi dos semanas del femicidio de Zoe Abigail Pérez Mora, la adolescente de 17 años hallada asesinada en la localidad de La Toma, San Luis, la Justicia les dictó la prisión preventiva a los dos sospechosos detenidos por el crimen, quienes este sábado declararon ante las autoridades en el marco de la continuación de la audiencia judicial por el caso
Se trata de Ricardo “El Gringo” Adrián Rodríguez (31) y Leandro Joel Oses (24), que fueron arrestados horas después del hecho por la Policía Científica de la provincia. Al momento de la captura, los agentes constataron que ambos tenían lesiones. En consecuencia, ambos quedaron alojados en diferentes dependencias policiales: al primero de ellos se lo acusa de “homicidio doblemente calificado por el vínculo y por género” mientras que Oses de “homicidio calificado por género”.
En las últimas horas, ambos fueron enviados al Servicio Penitenciario Provincial. Su traslado ocurrió luego de que el juez subrogante del Juzgado de Garantías N° 4 de la ciudad de San Luis, Marcos Flores Leyes, diera por formulados los cargos contra los hombres y ordenara su prisión preventiva por 120 días.
En este sentido, se dio a conocer la versión que los imputados dieron ante las autoridades. El menor de los dos, por su parte, contó cómo fueron las horas previas al hallazgo sin vida de Zoe Pérez. “Estábamos en el gimnasio y nos organizamos para ir al Club Pringles a ver unos partidos de vóley. Después fuimos a la plaza a tomar mate y como a la 1:30 nos fuimos a la casa de Adrián (Rodríguez), a tomar unos tragos y jugar a la play. Se nos hizo la mañana y como vimos que íbamos a llegar tarde al trabajo decidimos no ir. Y para que no me echaran me quise justificar que no estaba en La Toma”, dijo Oses.
En su relato, agregó que alrededor de las 7 del martes 20 de febrero, él junto a la víctima decidieron irse de la casa de Rodríguez. Sin embargo, tras caminar una cuadra y media, la adolescente le dijo que quería volver, por lo que él siguió camino hacia su casa.
“Llegué a mi casa, habrá pasado media hora y me escribe el hermano de Zoe preguntando por ella. Yo le dije que la había acompañado, pero que después se había vuelto. Después me volvió a escribir y me dijo que fue hasta el Gringo Rodríguez, pero le había dicho que no estaba”, declaró el acusado. Luego aseguró que “El Gringo” le pidió insistentemente que fuera hasta su domicilio, dado que había encontrado a Zoe “toda tajeada”.
Rodríguez, por su parte, contó que cuando se fueron la joven y Oses, él se acostó a dormir. “Estuvimos toda la noche tomando algo y jugando. Como se me hizo de día decidimos no ir a trabajar porque el patrón a los que llegan tarde los hace pegar la vuelta. Me acosté y en el transcurso de la mañana fue el hermano de Zoe y le dije que no estaba. Luego cayó una amiga, la hice pasar para que viera que no estaba”, dijo.
Después añadió que cuando estaba por salir de su casa para ir a lo de su madre, vio a la víctima tirada en el piso. “Cuando estaba por salir de mi casa, yo en la puerta de mi casa no tengo pasador, no tengo nada, me la cruzo a la Zoe tirada en el piso. De la desesperación le tiré aire, le hablaba, y la levanté y la llevé a la cama. Llamé al profesor de kick boxing para que me ayudara y llamara a la policía. Veo que hablan de homicidio, pero nunca hubo sangre ni nada. Tampoco creo que haya sido un suicidio”.
Cronología del crimen
Según las primeras versiones, la noche del lunes 19 de febrero Zoe le dijo a su madre que iba a ver un partido de básquet junto a una amiga y que después regresaba a su casa. Pero jamás volvió. Al día siguiente apareció muerta.
De acuerdo a la reconstrucción efectuada por los investigadores, a la adolescente la mataron entre las 10 y las 11.30 de la mañana del martes 20. Su cuerpo fue hallado en una propiedad ubicada en la calle Inti Huasi, entre Estanislao del Campo y Ricardo Güiraldes, del barrio Barrancas de La Toma. “Estaba acostada en una cama, mirando para arriba, vestida y aparentemente con lesiones”, indicaron fuentes del caso a Télam.
Fue el dueño del gimnasio al que asistía la adolescente, de apellido Figueroa, quien la encontró sin vida y dio aviso a la policía. “A las 11.25, por pedido de ‘El Gringo’ Rodríguez, Figueroa se hizo presente en su domicilio de la calle Inti Huasi. Fue con su hijo de 10, sin saber qué necesitaba el hombre. Cuando llegó, Rodríguez le dijo: ‘Vení a ver a Zoe que está en la cama. Antes estaba en el piso, pero yo la levanté. No sé qué le pasa’. En ese momento, el profesor constató que la chica estaba sin vida. Le pregunto qué habían hecho y Rodríguez no contestó. Entonces fue y buscó a la policía”, contó la fiscal.
La funcionaria también explicó que Oses no estaba en el lugar del hecho, sino afuera en la puerta de la casa. “Fue Rodríguez quien dijo que él estuvo ahí adentro. Lo detuvimos por flagrancia. Después, se comprobó que ese 20 de febrero no fue a trabajar, que le mintió a su jefe y a su hermano y les dijo que estaba en San Luis”, agregó.