La posibilidad de que haya un familiar vinculado a los asesinatos del monaguillo Germán Zuccarelli (46) y su tía, Ana Russo (77), acribillados a tiros el mes pasado cuando regresaban a su casa de Lanús, siempre fue una línea investigativa en el expediente para esclarecer el caso. En las últimas horas, se reunieron todas las piezas del rompecabezas para dar base a esa teoría y, este viernes, fue detenido el cuñado del monaguillo, pareja de la hermana de la víctima.
Según confirmaron fuentes del caso a Infobae, el nuevo acusado mantenía una deuda de dinero con la víctima, lo que sería, precisamente, un posible móvil del crimen.
El sospechoso, identificado como Camilo B. fue detenido tras un pedido de la fiscal María Silvia Bussano, a cargo de la UFI N° 7 del Departamento Judicial Avellaneda-Lanús, y con una orden de la jueza de garantías Mariela Bonafine. Se lo acusa de ser un partícipe necesario en el doble homicidio.
La pista de los celulares fue una clave para arrestarlo. Se lo vincula por comunicaciones con Adrián Brulc, el ex comisario mayor de la Bonaerense detenido por el doble crimen a comienzos de febrero. “Hay varios llamados entre ellos antes y después del hecho”, detallaron las fuentes consultadas por este medio.
Los detectives que instruyen el expediente están convencidos de que el nuevo detenido aportó información al ex comisario Brulc. Es que, desde un principio, los investigadores tenían en claro que el autor del crimen había hecho inteligencia previa: las cámaras detectaron el auto del asesino pasando por el mismo lugar donde 24 horas después se daría el ataque fatal.
“Por varios relatos de testigos, se sabe que la relación entre la víctima y su cuñado no era buena. Además, Zuccarelli lo tenía bloqueado en su celular”, completaron el plexo de causales que derivaron en el arresto de Camilo B..
Las cámaras de seguridad fueron otra clave para esclarecer el caso: le aportaron claridad a lo que ocurrió la noche del 2 de febrero, a las 22.30, cuando Germán y su tía, quien padecía Alzheimer, regresaban caminado a su casa por la calle General Pico, entre Eva Perón y General Guido, a cuatro cuadras de la comisaría 8° del barrio Villa Obrera.
Los investigadores no sólo establecieron, sobre la base de las imágenes, que el auto de los homicidas era un Volkswagen Cross Fox: también lo siguieron hasta el partido de Lomas de Zamora, donde quedó abandonado.
El vehículo había sido robado el 20 de enero pasado por tres delincuentes armados. Los vecinos de Brulc declararon haber visto el VW Cross Fox estacionado en el frente de la propiedad de Villa Centenario, donde detuvieron al ex comisario.
Para ese entonces, los investigadores ya sabían que Brulc -que fue separado de la Policía Bonaerense tras enfrentar fuertes acusaciones de lavado de dinero, por las que estuvo preso y por las que espera ir a juicio- tenía relación con la familia del monaguillo. “Se ha establecido que este sospechoso tenía algún tipo de vinculación con parientes de las víctimas”, había explicado por entonces.
Ese 2 de febrero pasado por la noche, Zuccarelli recibió seis disparos en la zona del torso con un arma calibre .22 y su tía, cuatro tiros en la parte baja del abdomen. Los homicidas los atacaron sin mediar palabra.
Quién era el monaguillo
Zuccarelli, seguidor del padre Ignacio Peries en Rosario, era dueño de una librería y santería ubicada en Avellaneda y tenía participación activa en la parroquia de su zona, con la que organizaba viajes a la peregrinación de Luján.
También convocaba a encuentros pastorales en parroquias de La Boca y participó activamente en las movilizaciones contra la votación del aborto legal en el Congreso en 2019.
Sus amigos le decían “El Tano”, no tenía hijos y vivía con sus padres. Había cumplido los 46 años el 1° de noviembre pasado y también se dedicaba a la venta de purificadores de agua.