Está tras las rejas Carla Sabrina Nieto, hermanastra de Nicolás Guimil, alias “Chaki Chan”, el temible narco que intentó tomar el barrio Las Antenas en La Matanza a mediados del año pasado y es investigado por la Justicia federal de Morón. Pero la historia no es tan simple como parece.
Nieto había sido arrestada el sábado pasado, acusada de robarle el celular a un hombre en la zona de Villa Dorrego, La Matanza, acompañada de un cómplice. Armada con un revólver Magnum .357, un despropósito balístico, la hermanastra de Guimil encañonó a su víctima de 32 años mientras iba a bordo de un Peugeot 208.
Ese auto fue perseguido por personal de la Comisaría 4° Sur hasta que chocó contra un poste en la calle Ruiz de los Llanos. Así, ambos terminaron en una celda, con una causa a cargo de la UFI N°9. Nieto dio un nombre falso. Aseguró llamarse “Lucila Romero”, lo que llevó a la confusión inicial.
Su identidad, con su pedido de captura a cargo de la Justicia federal de Morón por integrar la banda de su hermano, fue descubierta en el mediodía de este miércoles.
Para la Justicia federal, Carla sería la jefa barrial de “Chaki” en la zona de Villegas, con media docena de tranzas bajo su mando.
Natalia Raquel, otra media hermana de Guimil, también fue imputada en la causa de la Justicia federal como encargada del paso de bolsos, el ida y vuelta de polvo y plata. Las escuchas en su contra son particularmente incriminatorias.
Chaki, como en su casa
Diferentes fuentes de la investigación, que fueron consultadas por este medio, indicaron que les llamaba la atención que, pese a ser un narco conocido en la zona, Chaki Chan se moviera con soltura. Hasta que fue arrestado en julio de 2023, se presentaba de forma intempestiva, a bordo de autos de alta gama, intimidando a vecinos, con violencia, armas de fuego y atacando a los dealers de otras bandas. Incluso, se permitía pasar semáforos en rojo a gran velocidad sin que nadie lo detuviera. Siempre acompañado por custodios fuertemente armados.
La resolución que lo llevó a prisión, de la jueza federal Alicia Vence, dejó entrever la protección policial y judicial con la que habría contado el narco, a través del testimonio de dos oficiales que fueron amenazadas al intentar identificarlo el 21 de noviembre 2022, cuando se desplazaba con miembros de su banda en un Peugeot 208, por Ciudad Evita, su zona de mayor influencia.
Ese episodio, que terminó con Chaki Chan en libertad, abrió la puerta a la causa contra la fiscal María Belén Casal Gatto, ex titular de la UFI N°2 descentralizada de Gregorio de Laferrere, quien el 18 de febrero pasado declaró de forma espontánea ante la jueza federal Vence en una causa en la que se le imputa haber prestado protección a Guimil.
En una presentación de ocho páginas, a la que tuvo acceso Infobae, la funcionaria judicial se defendió de la grave acusación del fiscal federal de Morón, Sebastián Basso. En su declaración, la fiscal reconoció haber estado ese día en la comisaría a la que fue trasladado el jefe narco y haber ordenado su liberación, tras el incidente con las agentes.
Sin embargo, se desentendió del tema. En el escrito argumentó: “Dado que estaba de turno, fui hasta la comisaría interviniente, a los efectos de requerir explicaciones por las cuales no me avisaron, máxime que durante todo ese mes habían existido muchos enfrentamientos armados en dichos monoblocks, casi diariamente”.
Una vez en la dependencia, según su versión, fue recibida el jefe de servicio Fernando Cardozo y por quien dijo ser el Jefe de Turno (NdeR: Leonardo Ledesma). “Del enfrentamiento no tenemos noticias, pero le informó que recién trajo a dos demorados para identificar”, le indicó Cardozo.
De acuerdo a su declaración, le preguntó los nombres y le respondieron “con el nombre de pila”. “Ordené que se los identifique y se averigüe si tienen pedido de captura y si el vehículo tenía pedido de secuestro”, aseguró. Luego, contó que preguntó “¿quién manejaba?”. Respondió, siempre según la fiscal, uno de los demorados. “Yo manejaba. Venía manejando rápido, lo sé, vi por el espejo retrovisor que venía un patrullero y, de repente, nos cruza el auto y dos mujeres policías nos hacen bajar”, le habría dicho el hombre a quien no identificó.
Casal Gatto aseguró que los dos policías a cargo negaron que los hombres sentados en la guardia de la comisaría tuvieran antecedentes penales. Le informaron, en una oficina donde permanecieron “unos 20 minutos”, que “un tercer sujeto se había dado a la fuga”. Luego, detalló que impartió directivas a Cardozo “para que forme actuaciones por averiguación de ilícito, la soltura de los jóvenes y la entrega del rodado porque no estaba vinculado a ningún delito”.
Al irse, volvió a cruzar algunas palabras con conductor del vehículo. “Le dije: ´Pibe, la próxima vez que veas un patrullero pará y te evitas todo este problema´”. Negó, a la vez, haber entablado una conversación a solas con el jefe narco. Al mismo tiempo, la fiscal marcó, a su entender, “múltiples y graves contradicciones” entre los testimonios de las policías que habrían sido agredidas por Chaki Chan y sus soldados.