Un relevamiento realizado por Infobae desnuda que casi una veintena de policías, 18 en actividad y dos retirados, fueron víctimas de robos en el Conurbano Bonaerense en lo que va del año. Aunque no hay cifras oficiales, fiscales de diferentes distritos coinciden. El número de muertos en esos hechos de inseguridad ascendió a 18, aunque en su mayoría las víctimas fueron los ladrones: 16 fallecidos. Ese número da cuenta de que aumentó la respuesta armada de los efectivos, un fenómeno que se reconoce como “multicausal”.
“El número de robos es similar al del año pasado, pero sí se registra un número mayor de enfrentamientos porque el policía repele más los robos, es decir, que se defienden a los tiros”, indicó a este medio un funcionario del Ministerio Público con gran experiencia en dos de los distritos más populosos de la zona Oeste. Justamente, allí es donde se dio la mayor cantidad de casos, 12 hechos. Lo siguió la zona Sur (7) y, por último, el Norte del Conurbano (1).
“Muchos policías en servicio viven en diferentes puntos del Conurbano, por eso, para trasladarse usan motos o transporte público”, agregó otro fiscal. En la mayor cantidad de hechos (12) aparecieron involucrados integrantes de Policía de la Ciudad y de la PFA, luego, los siguieron agentes de la Bonaerense (5). Incluso, hubo un caso del que participó un miembro de la policía local de Quilmes.
De hecho, la mayoría de los policías asaltados fueron interceptados por ladrones cuando regresaban o se dirigían a su trabajo. “Al estar de civil, no se percatan de que están frente a un agente y las cosas terminan cómo terminan. Siempre está latente el resultado letal”, añadió el mismo funcionario judicial.
El crimen de Uma Aguilera, hija de uno de los miembros de la custodia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue diferente. El padre de la nena y agente de la PFA no se identificó ni enfrentó a los delincuentes que lo encararon cuando salía de su casa a bordo de su Ford Ka junto a la nena 9 años.
Todo lo contrario. El custodio de la Ministra buscó evitar el enfrentamiento y aceleró. La respuesta fue devastadora: le dispararon y mataron a Uma.
Los fiscales detectan, a la vez, que hay más armas en poder de los delincuentes. Algunas veces, usan réplicas. “La cantidad de armas que hay en la calle es terrible, cualquier pibe está armado y cualquiera te tira”, advirtió uno de los funcionarios.
“Los policías no saben si están frente a un arma real o una de utilería, consideran que su vida está en riesgo y responden”, indicaron.
De los 20 casos relevados en los que los policías se defendieron con sus armas de los robos sólo fue detenido un oficial por exceso de legítima defensa. Se trata de un policía de la Ciudad de 21 años que mató a un presunto delincuente de 14 años e hirió a otro de 19 cuando lo interceptaron en un intento de robo en Isidro Casanova, en el partido de La Matanza.
Ese caso pone bajo la lupa otro rasgo de la problemática: los titulares de las principales fiscalías notan que es cada vez más baja la edad de los ladrones.
“Esto, sumado al gran aumento del consumo de drogas, torna más violentos e improvisados a los hechos que también están vinculados a la extrema vulnerabilidad y las diferencias sociales que se profundizan por la crisis económica. Es un combo explosivo”, reflexiona un ex fiscal que, además, trabajó 18 años en la Policía Científica.
Por último, resaltan la creciente modalidad de robos en grupo. “La situación es desventajosa, siempre que te van a robar y están arriba de un auto, nunca son menos de cuatro, esto también tiene mucho que ver con el desenlace”.
Los funcionarios relacionan el contexto económico a la evolución del delito. “Se está dando, desde el año pasado, una suba en el robo automotor que se da por la demanda de repuestos y autopartes. Los chicos alquilan armas y van en busca de algún vehículo”, detallaron.
Camionetas que salen millones en el mercado las entregan por mucho menos de su valor a reducidores. “Ese dinero, se lo dividen entre varios, no les queda demasiado, si son dos, son menos de 500 mil pesos cada uno. Se les termina y vuelven a robar”.
Los investigadores del caso creen que esta dinámica se dio en el asalto frustrado que terminó con el homicidio de Roberto Mac Donald, el funcionario de seguridad de La Matanza, asesinado hace una semana en San Justo.
El ex prefecto intentó sacar su arma, pero, al notarlo, uno de los adolescentes de 17 años que lo sorprendió cuando entraba la camioneta que manejaba su casa, le disparó por la espalda y le robó la pistola calibre 9 milímetros.
Este martes, un policía retirado se enfrentó a tiros con dos motochorros que intentaron robarle la camioneta cuando llegaba a su casa de Morón: producto del tiroteo, la víctima resultó herida y debió ser internado, mientras que uno de los delincuentes murió. Tenía 17 años.