La localidad bahiense de Ingeniero White fue escenario este domingo de un macabro hallazgo, luego de que el dueño de una propiedad encontrara un feto cuando intentaba destapar una cloaca.
Según informó el portal local La Brújula 24, el episodio sucedió esta mañana, alrededor de las 11.30, en una casa de la calle Canning al 3.200. Tras el descubrimiento, el hombre llamó al servicio de emergencias 911 para dar a conocer lo ocurrido.
“Dijo que estaba destapando la cloaca, porque tenía inundaciones, y que en el procedimiento apareció un feto”, explicaron a Infobae fuentes del caso.
De inmediato, personal del Comando de Patrulla, de la Comisaría 3ª, de la DDI y de la Policía Científica se trasladaron al lugar para extraer el feto y realizar las pericias correspondientes.
Esta tarde, luego de que se realizó la autopsia, allegados al expediente confiaron a este medio que “el feto tenía 18 semanas de gestación y que no presentaba traumas”. Acerca de las causales de muerte indicaron que se trató de una “insuficiencia respiratoria por desprendimiento placentario”. “Posiblemente, ha sido un aborto espontáneo”, agregaron.
De momento, los investigadores descartan que el feto sea de alguna de las integrantes de la vivienda, donde fue encontrado esta mañana. “El dueño de casa solo tiene hijos pequeños”, confiaron fuentes del caso.
La causa la investiga la Unidad Fiscal de Instrucción N.º 7, a cargo de la fiscal Marina Lara.
Antecedentes
En enero pasado, pero en la localidad cordobesa de Jesús María, se registró un hecho similar. Un grupo de operarios que realizaba tareas de descarga en un basural encontró, entre los residuos, a un feto de sexo femenino.
En ese contexto, los trabajadores decidieron llamar a la policía y realizar la correspondiente denuncia, lo que llevó a la Justicia a iniciar una investigación para intentar determinar la identidad y procedencia del cuerpo.
Según publicó Télam, con base en información que reveló radio Estación FM, “el feto tenía extremidades, torso desarrollado y se encontraba junto con la placenta”.
El caso quedó en manos de Guillermo Monti, fiscal de Instrucción de Jesús María.
Seis meses antes, precisamente el 25 de agosto del 2023, apareció el cuerpo de un recién nacido abandonado en un descampado de la ciudad de Mar del Plata. Lo descubrió una vecina que salió a caminar con su perro en las inmediaciones del barrio Florentino Ameghino.
De acuerdo a la reconstrucción efectuada por los investigadores, minutos después de haber comenzado el paseo, el animal regresó hacia su dueña con un objeto en la boca que llenó de espanto a la mujer. Es que, al acercarse, vio que su perro llevaba entre los dientes el torso de un bebé. Impactada, la vecina avisó inmediatamente al 911.
Cuando llegó el personal de la Comisaría sexta, los expertos de la Policía Científica inspeccionaron la zona y encontraron la cabeza y algunas vísceras del bebé. Ni las piernas ni los brazos fueron hallados. Por el tamaño de las partes que sí encontraron, y debido a que también había restos de placenta, se pudo comprobar que se trataba de un recién nacido.
El hallazgo se produjo en un predio de unas cuatro manzanas de extensión, situado sobre la calle Carrillo, entre 11 de Septiembre y Balcarce. La investigación habría quedado en manos de la fiscal de la UFI Nº 4 del Departamento Judicial de Mar del Plata, Andrea Gómez.
Uno de los datos importantes que se pudo corroborar es que el bebé -un neonato que nació a término- murió de un cuadro cardiorrespiratorio producido por hipotermia al menos 24 horas antes del hallazgo del cuerpo. Además, estableció que el cadáver fue desmembrado por los animales del lugar y por eso es que ni sus brazos ni las piernas pudieron ser encontrados.
Como no se halló la totalidad del cuerpo, tampoco pudo corroborarse si se trataba de una nena o un varón. La víctima, según los exámenes forenses, nació con vida y llegó a respirar con normalidad. El peso de los restos que levantaron apenas supera los 350 gramos, aunque -aclararon- si se tiene en cuenta que le faltan las extremidades, suponen que el bebé pudo haber pesado poco más de un kilo y medio.
Con los elementos analizados hasta ese entonces, la fiscal barajaba dos escenarios judiciales. Por un lado, podría calificar el expediente como abandono de persona seguido de muerte -que es la principal hipótesis- o bien caratular el expediente como homicidio agravado por el vínculo.