Luego de cuatro días de investigación para dar con los responsables del crimen de los dos hermanos de 70 y 73 años, golpeados y asesinados en una finca de Coronel Moldes, Salta, la Justicia detuvo a dos jóvenes sospechosos.
La causa, que tiene como víctimas a Roberto (70) y Néstor Suárez (73), es dirigida por el fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas (UGAP) 2, Gabriel González, quien ordenó la ejecución de diversos allanamientos.
Tras un exhaustivo trabajo de investigación de la UGAP y los distintos departamentos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), fueron detenidos ayer dos jóvenes de 22 y 26 años, involucrados en el homicidio ocurrido en la finca La Unión, donde residían los fallecidos.
Según pudo conocer Télam a través del Ministerio Público Fiscal de Salta, a lo largo de todos los operativos ejecutados se secuestraron diferentes elementos de interés para el desarrollo de la investigación.
Ambos detenidos fueron puestos a disposición de la Justicia. El primero, que está representando por una defensa oficial, se abstuvo de declarar y fue imputado por los delitos de homicidio criminis causa y alevosía, hasta que se tengan más datos en la investigación. El fiscal pidió su prisión preventiva al Juzgado de Garantías 5.
En lo que respecta al segundo, será imputado en las próximas horas, tras la audiencia de control de legalidad ante el Juzgado de Garantías de turno.
El hecho se conoció el pasado 18 de febrero, cuando ambas víctimas fueron halladas sin vida dentro de su casa. Lo impactante fue el estado en el cual las encontraron, con golpes en la cabeza y uno de ellos, con una presunta esposa en la muñeca.
El hallazgo de la macabra escena se dio gracias a un llamado al 911 por la presencia de un auto Renault Clío abandonado desde hacía tres días en la localidad de El Carril, en el ingreso al paraje El Mollar, algo que a los oficiales les llamó la atención. Al inspeccionar el vehículo pudieron constatar que pertenecía a uno de los hermanos Suárez, por lo que de inmediato se dirigieron a la finca donde vivía, situada a unos tres kilómetros del pueblo de Coronel Moldes.
Allí, recolectaron información testimonial que indicaba que hacía más de una semana no se tenían noticias de los hermanos. Inclusive, profesionales médicos que atendían a uno de ellos, notó su ausencia a la hora de presentarse para curar la úlcera varicosa que le impedía moverse a uno de ellos. El otro de los hermanos, de igual modo, tenía problemas en la visión.
Tras una exhaustiva búsqueda, no lograron dar con su paradero, por lo que decidieron comunicarse con los familiares directos, quienes les facilitaron el acceso a la vivienda, a la que ingresaron por el fondo. Así, observaron que entre la cocina y el comedor yacía Roberto.
De esta forma, miembros del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) comenzaron con las respectivas tareas bajo las órdenes de Gabriel González. Además, se ordenaron las autopsias correspondientes y otros estudios complementarios para detallar las causas de los fallecimientos. De todas formas, la principal hipótesis barajada por los investigadores es que fue un doble homicidio en ocasión de robo.
Tal como informaron los medios locales, Roberto, apodado como “Pirulo” y Néstor, también conocido como “Negro”, eran muy unidos. Además, dio a conocer que los hermanos habían vendido gran cantidad de lotes. De acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local El Primero del Valle, los hermanos guardaban sumas de dinero en la casa de La Unión y que, para la policía, alguien podría haber transmitido el dato a los delincuentes.