En el marco de un plan de vaciamiento de las comisarías de la provincia de Santa Fe, el Ministerio de Justicia y Seguridad local realizó este miércoles un nuevo operativo de traslado de presos al sistema penitenciario. En esta ocasión, el procedimiento se llevó a cabo en la Comisaría 2ª de la Unidad Regional de Rosario, ubicada en Paraguay 1123. Se trata de una seccional que lidiaba con el problema de la superpoblación: había 55 detenidos en un espacio para 16.
En total, fueron 35 las personas trasladadas y alojadas en distintas cárceles. De esta manera, ya “son más de 1.100 los detenidos en comisarías que han ingresado al Servicio Penitenciario” en poco más de dos meses de gestión, destacó la secretaria de Asuntos Penales, Lucía Masneri Calderari, quien agregó: “Seguimos teniendo internos porque la policía recuperó la operatividad en calle, y por lo tanto todo aquel que comete un delito, es detenido y procesado a los efectos”.
Según precisó la funcionaria, de los más de 1.100 que cambiaron de lugar de detención, entre 300 y 400 correspondieron a traslados por vaciamiento de comisarías. El resto se debe a detenidos nuevos, producto del incremento de la operatividad en calle. “Al Servicio Penitenciario hoy ingresan más personas por detenciones nuevas que las que sacamos de comisarías”, subrayó Masneri Calderari al explicar el motivo por el cual todavía se mantiene alta la ocupación en las dependencias policiales.
La secretaria de asuntos penales refirió que la problemática del hacinamiento en las seccionales se debe a que “venimos de 4 años sin obra pública para Seguridad”.
Por último, destacó que “el Servicio Penitenciario está en permanente reordenamiento porque los movimientos que uno hace en cada unidad impactan en el otro, en beneficio y en perjuicio, por eso todo el tiempo estamos reordenando, catalogando a los presos, evaluando su perfil criminológico, contrastando con el área de inteligencia del Ministerio y definiendo los lugares y las formas de alojamiento”.
La superpoblación es el principal motivo de fugas de comisarías en todo el país. De hecho, el 21 de diciembre pasado, 25 presos se fugaron de la comisaría 21° de Rosario, que cuenta con capacidad para 16 pero que para esa fecha alojaba a 48 detenidos.
Aquella fuga se produjo en horas de la madrugada. Los presos se escaparon de la dependencia policial tras forzar la puerta trasera del módulo. De esta manera, se puso en marcha un operativo para dar con sus paraderos. Ya todos fueron recapturados: el último, Alan Michel Pacheco, se entregó la semana pasada por sus propios medios en el nuevo Centro de Justicia Penal.
Anteriormente, el 4 y 5 de febrero, habían caído Lautaro Alegre (25) y Osvaldo Martín Mansilla (38), quienes fueron aprehendidos en diferentes zonas de la ciudad.
Por un lado, Mansilla -bajo arresto a raíz de una causa por robo y portación de armas- fue reconocido por los agentes del Comando Radioeléctrico mientras circulaban por la calle Felipe Moré al 3800, en la parte oeste de la ciudad rosarina. El joven delincuente se percató de la presencia policial e intentó escapar por los techos de las casas de la cuadra. Sin embargo, cuando estaba a punto de trepar a las viviendas, los agentes lograron detenerlo.
Al día siguiente, Alegre fue visto en compañía de otro hombre por la zona de Los Capejos al 500, perteneciente a la localidad de Granadero Baigorria, a unos 10 kilómetros de distancia de Rosario. Estaba procesado por un caso de narcotráfico, por lo que cumplía con una prisión preventiva al momento de huir.
Luego de este hecho, las autoridades ordenaron el desalojo de la comisaría 21° y dispusieron el traslado de los 27 detenidos restantes hacia la cárcel de Piñero, complejo que cuenta con celdas con mayor seguridad, mientras que los delincuentes recapturados fueron enviados a Coronda.