A casi tres meses de la muerte de Agustina Casco (21), cadete de la Escuela de Policía “Juan Vucetich”, se dio a conocer el resultado de la segunda autopsia, solicitada por la familia de la víctima, que se realizó tras la exhumación del cuerpo de la joven en la morgue del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. Según el informe, al que accedió Infobae, “el deceso fue producido por un mecanismo no violento y a consecuencia final de un paro cardio-respiratorio no traumático, quedando la causa originaria ad referendum de pericias”.
La primera autopsia señaló que la cadete había muerto de “un paro cardio-respiratorio no traumático por un shock hipovolémico por un quiste en el ovario que provocó hemorragia”. Fue en ese contexto que la familia de Agustina pidió una segunda autopsia, ya que vinculaban su muerte con un golpe que recibió durante un ejercicio de “role play”, en el que emulaba un arresto con fines de capacitación y que le dejó un gran moretón.
Sin embargo, este nuevo resultado no es definitivo. “Todavía faltan las historias clínicas y los resultados de las muestras extraídas en la primera autopsia, que recién hoy fueron enviadas a La Plata”, explicó a este medio el abogado de la familia Casco, Rodrigo Tripolone, quien además destacó la complejidad del caso que, hasta este lunes, era investigado por la fiscal Paula Salevsky, titular de la UFI N° 4 de la Fiscalía General del Departamento Judicial de Morón, dentro de lo que se conoce como “Violencia Institucional”.
Es que este 19 de febrero la fiscal que llevaba adelante el caso se declaró incompetente en razón del territorio y ahora la causa va a volver al Departamento Judicial de Quilmes, que deberá resolver a dónde derivarla. “Desde que se inició la investigación, el caso ya pasó por tres fiscalías: primero fue la UFI N° 5 de Morón, a cargo de Claudio Oviedo; después la UFI N° 10, especializada en Violencia familiar y de género; y, finalmente, quedó en la UFI N° 4, que ahora declinó su competencia”, detalló el letrado.
En su solicitud declinatoria, dirigida a la responsable del Juzgado de Garantías N° 1, Laura Pinto, la fiscal Salevsky repasó la investigación e indicó que la joven no recibió la asistencia que debía.
“No surge de autos que Casco haya sido atendida en el Cuerpo Médico por sus episodios de salud, pese a haber tomado conocimiento de su estado sus instructores Carlos Daniel Perín y Melina Alejandra Nieva Ribainera, quienes no habrían seguido el protocolo descrito anteriormente. Destacándose que conforme la prueba obrante en autos, las dolencias expresadas por Casco claramente comenzaron luego de aquella clase de esposamiento, donde, incluso según sus manifestaciones, se originaron en dicha práctica al recibir un golpe del lado derecho de su cintura”, expresó la titular de la UFI N° 4 en el escrito.
Hacia el final, Salevsky detalló los motivos de su declinación que, básicamente, tienen que ver con una cuestión geográfica: “Llegado a este punto he de decir que cualquier acción tipificada en el Código Penal pasible de concluir en una imputación cuanto menos a Carlos Daniel Perín y Melina Alejandra Nieva Ribainera, tuvo ocurrencia en la localidad de Berazategui, Departamento Judicial de Quilmes y así las cosas, conforme a lo dispuesto por el Art.29 del C.P.P., su prosecución corresponde a las Fiscalías en turno con jurisdicción en dicho departamento judicial con intervención de su Juzgado de Garantías”.
Quien contextualiza ahora es el abogado de la familia de la víctima. “Como Agustina falleció en la Clínica Provincial de Merlo, la causa comenzó a investigarse en el departamento judicial de Morón. Sin embargo, la fiscal da a entender que todo se originó en la Escuela de Policía “Juan Vucetich”, que está en Berazategui, lo cual corresponde al departamento judicial de Quilmes”, dijo Rodrigo Tripolone a Infobae.
El caso
Agustina Casco tenía 21 años y se desempeñaba como numeraria de Comando Patrullas de Ituzaingó, ciudad donde vivía. Según supo Infobae, su ingreso a la Escuela de Policía “Juan Vucevich” fue en abril de 2021. Ocho meses después, en diciembre de ese mismo año, egresó con el título de oficial del Subescalafón general.
A fines de 2023, previo a su deceso, realizaba un curso para ascender a oficial de Subescalafón Comando y estaba en la modalidad internada. En ese contexto, el 17 de noviembre salió de franco a las 18. De allí se fue hasta su casa en la localidad de Ituzaingó, en el Oeste del Conurbano Bonaerense. Al día siguiente, habló de su malestar físico con sus parientes y le mostró a su hermana imágenes de las lesiones.
“Tengo que ir a comprarme unas vitaminas. Casi me desmayo dos veces en la escuela. Estoy re anémica. Se me hacen todos los puntos rojos en el cuerpo”, le contó Agustina a su hermana Jéssica, el sábado 18 de noviembre.
Un día después quedó internada en el Hospital del Bicentenario de Ituzaingó. Llegó con dolores abdominales, que arrastraba desde que había regresado de la escuela. Según su madre, había sufrido un golpe durante las prácticas de esposamiento. Más tarde, ese mismo 19, la trasladaron a la Unidad de Terapia Intensiva de la Clínica Provincial de Merlo, donde finalmente falleció el 23 de noviembre.