Un nuevo hecho de inseguridad se suma a la ola de delitos ocurridos en las últimas semanas en el Gran Buenos Aires, que se convirtió en el escenario de numerosos robos que tomaron trascendencia pública por sus trágicos desenlaces. Esta vez el blanco fue un matrimonio de jubilados, quienes fueron asaltados y posteriormente atropellados en la localidad bonaerense de Merlo, luego de que los engañara un delincuente que fingió querer ayudarlos.
El hecho ocurrió en las últimas horas en la intersección de las calles Suipacha y Mendoza, donde se encuentra la casa de Mario, de 79 años, y su esposa María, de 76, quienes se encaminaban a subirse a su auto cuando notaron que tenían una de sus ruedas pinchadas.
En busca de una solución, la pareja optó por pedirle ayuda a dos albañiles que se encontraban trabajando en una obra en construcción, ubicada a pocos metros de su vivienda. Su pedido fue bien recibido por los obreros, quienes les dieron una respuesta positiva y rápidamente se dirigieron al domicilio predispuestos a darles una mano con el cambio del neumático.
La tarea fue concretada apenas unos minutos después y, tras el agradecimiento de los dueños del vehículo, ambos regresaron a su lugar de trabajo. Sin embargo, fue apenas se retiraron que un tercer hombre se acercó al matrimonio y les ofreció ayuda para reemplazar la rueda.
Mario y María le agradecieron, aunque le dijeron que el problema ya estaba resuelto. Fue entonces cuando este se les tiró encima y comenzó a forcejear con la mujer para sacarle la llave del vehículo. Su marido se interpuso al instante e intentó ayudarla para alejarla del ladrón. Sin embargo, sus esfuerzos no fueron suficientes.
En un movimiento fugaz, el delincuente se subió al auto y lo puso en marcha a fin de huir del lugar. Aun con la puerta del conductor abierta, el jubilado trató de meterse al habitáculo y detenerlo, al tiempo que los albañiles que se encontraban en las cercanías corrieron a ayudarlo. Pero todo fue en vano: el hombre aceleró y antes de escaparse atropelló a los dos adultos mayores, a quienes dejó tendidos en el piso.
Los obreros se quedaron en la escena, la cual fue registrada por una cámara de seguridad que se encontraba en la zona. Esta registró la secuencia desde que el delincuente se acercó a ellos por primera vez hasta que logró escapar violentamente de allí.
Mario y María quedaron heridos en el asfalto y fueron asistidos por los trabajadores que previamente los habían ayudado a reemplazar el neumático. Estos los ayudaron y los contuvieron hasta que los equipos de emergencia arribaron al lugar. Cuando llegó la ambulancia, los dos fueron trasladados hacia un hospital de la zona, donde recibieron atención médica.
Según trascendió, ambos se encuentran fuera de peligro, aunque sufrieron algunas lesiones producto del impacto contra el suelo. Con respecto a la mujer, señalaron que presenta una fractura de cadera por el choque que sufrió contra el auto. Está estable, aunque quedó en observación.
El hecho se conoce apenas dos semanas después de que el dueño de un frigorífico, identificado como Leonardo Antonio Quinteros, de 49 años, fuera interceptado, también cuando salía de su casa de Merlo, por ladrones que lo mataron para robarle la camioneta, una VW Amarok azul. Luego, los asaltantes escaparon en el vehículo.
La víctima tenía todo preparado para irse de vacaciones a San Bernardo junto a su pareja y su hija. Ambas estaban durmiendo cuando ocurrió el asalto. Incluso, la mujer escuchó dos detonaciones, revelaron las fuentes. Los detectives creen que uno de los tiros podría haber sido disparado por Quinteros con su revólver calibre 32, que no se encontró.