Una pista por sí sola no es mucho, varias y juntas ofrecen un resultado. Así se dio este miércoles la captura de Daniel Derderian, buscado desde el lunes por la noche como sospechoso del crimen de su madre Elsa Suárez (65) y se hermana Sofía Chaparro (31) en el predio en el que vivían en la localidad de General Pacheco. Las mujeres fueron asesinadas con una katana y lo único que sabían los investigadores es que se había ido en su bicicleta.
Justamente, la bicicleta fue una de las pistas que guió a los investigadores comandados por el fiscal José Amallo. “Esta mañana hallaron el lugar donde la abandonó. La dejó en lo de un bicicletero que queda cerca de un supermercado chino”, explicaron fuentes del caso de Infobae.
Hallado ese lugar, se conoció que el sospechoso tenía una prominente calvicie, usaba anteojos oscuros grandes y vestía una camisa azul a cuadros. “Así fue que lo encontramos en los videos. Con eso se le hizo un seguimiento”, describieron.
Pero no fue lo único que usaron para llegar a la captura del sospechoso en la estación de Garin. Las antenas del celular fueron cruciales. “Teníamos dónde hacía la apertura del teléfono, dónde consumía datos y así lo ubicaron. Luego, con las cámaras y un rastrillaje se obtuvo resultados”, ampliaron.
Lo detuvo personal del GTO de Pacheco y de la Sub DDI de Tigre de la Policía Bonaerense. Llevaba, al menos seis, cuchillos.
Los investigadores del doble crimen de la katana creen que en el regreso a la casa materna puede estar la génesis del caso. Es la principal hipótesis de los investigadores, quienes intentan juntar las piezas del tablero para entender por qué Derderian habría tomado la decisión de atacar con la katana a su madre y a su media hermana.
En ese sentido, pusieron la lupa sobre testimonios que hablan de la venta de un lote en Benavidez, donde vivía Derderian, un hombre al que los testigos describieron como “muy callado”. Desocupado, no había tenido otra alternativa que volver a la casa de su madre, quien habría estado detrás de la operación inmobiliaria.
Las mujeres le destinaron una casilla del fondo de la vivienda, no muy confortable, por lo que Derderian no se sentiría muy a gusto con la decisión materna. Según pudo saber este medio, desde su regreso los vecinos escuchaban discusiones entre las mujeres y el nuevo inquilino. Aunque no existe registro de denuncias por violencia familiar, la última pelea se registró este sábado. El mismo día que Derderian había sido visto, también, por última vez.
De acuerdo a los investigadores, el homicida primero arremetió contra la mayor de las víctimas. La tomó por sorpresa con un golpe certero en la zona cervical que la mató. Luego, se habría trabado en lucha con la más joven. “La chica tiene signos de defensa en las manos, tiene los dedos fracturados. Creemos que quiso parar el golpe de la katana”. Otras lesiones hablan de una lucha con su medio hermana por sobrevivir al feroz ataque.
“El viernes estaban vivas”, señaló una fuente del caso sobre las víctimas en base al testimonio de vecinos que vieron sacar la basura a una de las mujeres ese día. La data de muerte del informe preliminar de autopsia que abre una ventana de 5 a 7 días desde el hallazgo. “Los cuerpos tenían un alto nivel de putrefacción por el intenso calor que hizo el fin de semana, por lo que se hace difícil definir un horario”, puntualizaron.
Las evidencias contra Derderian no son pocas. En primer lugar, desapareció de la propiedad tras los crímenes. Además, la katana con sangre y cabellos que serían de las víctimas fue hallada en la casilla que ocupaba.