Cuáles son las dos hipótesis sobre el móvil del crimen del monaguillo en Lanús

Si hay algo que tienen en claro los investigadores de los asesinatos de Germán Zuccarelli (46) y su tía, Ana Russo (77), acribillados a balazos cuando regresaban a su casa en el partido de Lanús, es que el arresto del ex comisario de la Policía Bonaerense es el puntapié inicial. La detención, ya convalidada por la Justicia de Garantías, es apenas el primer paso de un caso que comenzó siendo un misterio y ahora ya tiene acotado el móvil del doble crimen a dos líneas claras: sexo o dinero.

Así lo confirmaron fuentes oficiales a Infobae. Ello, sin dejar de lado lo primero que advirtieron los investigadores a este medio no bien se concretó el arresto del ex policía: Adrián Brulc tiene “algún tipo de vinculación con parientes de las víctimas”.

Justamente, una pericia puede ser clave en las próximas horas para que la fiscal María Silvia Bussano, a cargo de la UFI N° 7 del Departamento Judicial Avellaneda-Lanús, haga algún otro pedido de detención.

Mientras tanto, las causas del homicidio del monaguillo y de su tía se han ido acotando con el avance de la investigación. De pensar que quizá los asesinos se habían equivocado de víctimas, el expediente ahora muestra indicios de que “en un móvil económico o sentimental está la razón del ataque”, dijeron.

Por lo pronto, el único apresado se negó a declarar ante la fiscal Bussano y su detención fue convalidada por la jueza de Garantías 1 de Avellaneda-Lanús, Mariela Bonafine. Hay que recordar que Brulc, ex cabeza de la Departamental de Almirante Brown, ya había sido arrestado en febrero de 2019, acusado del delito de lavado de activos, con una causa a cargo del juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena, en la que intervinieron la UIF y la AFIP. Pasó dos años preso.

Por lo pronto, las cámaras de seguridad le aportaron claridad a lo que ocurrió la noche del 2 de febrero, a las 22.30, cuando Germán y su tía, quien padecía Alzheimer, regresaban caminado a su casa por la calle General Pico, entre Eva Perón y General Guido, a cuatro cuadras de la comisaría 8° del barrio Villa Obrera.

Los investigadores no sólo establecieron, sobre la base de las imágenes, que el auto de los homicidas era un Volkswagen Cross Fox, sino que lo siguieron hasta el partido de Lomas de Zamora, donde quedó abandonado.

El coche había sido robado el 20 de enero pasado por tres delincuentes armados y los vecinos de Brulc declararon haber visto el VW Cross Fox estacionado en el frente de la propiedad de Villa Centenario, donde detuvieron al ex comisario.

Pero también las cámaras y los domos fueron trascendentales para constatar que los homicidas habían hecho inteligencia: 24 horas antes del ataque a tiros habían pasado por la misma cuadra en la que, al día siguiente, Zuccarelli recibió seis disparos en la zona del torso con un arma de fuego calibre .22 y su tía, cuatro tiros en la parte baja del abdomen. Los homicidas los atacaron sin mediar palabra.

Zuccarelli murió en el acto. La mujer, en tanto, fue trasladada de urgencia al hospital Narciso López de Lanús, donde agonizó hasta que confirmaron su fallecimiento 48 horas después.

Zuccarelli, seguidor del padre Ignacio Peries en Rosario, era dueño de una librería y santería ubicada en Avellaneda y tenía participación activa en la parroquia de su zona, con la que organizaba viajes a la peregrinación de Luján.

También convocaba a encuentros pastorales en parroquias de La Boca y participó activamente en las movilizaciones contra la votación del aborto legal en el Congreso en 2019.

Sus amigos le decían “El Tano”, no tenía hijos y vivía con sus padres. Había cumplido los 46 años el 1° de noviembre pasado y también se dedicaba a la venta de purificadores de agua.