Un camionero de 37 años fue asesinado a balazos después de una persecución policial de 20 kilómetros. La policía le disparó hasta que el conductor, debilitado, chocó contra otro coche y murió por las heridas. Federico Gastón Orihuela, la víctima, solo habría cometido una contravención. Todo encuadra en un caso de “gatillo fácil”, según se desprende de las primeras actuaciones judiciales.
El brutal episodio se produjo anoche, cerca de las 23, cuando el personal de la Comisaría 12 de la zona intentó dirigir a Orihuela, que manejaba un Mercedes Benz modelo 1518, dominio RMT840, hacia la estación policial. Pero en un determinado momento el camionero se negó, lo que derivó en una huida seguida por una fatal persecución en la ruta provincial 510, cerca de la localidad de San Agustín del Valle Fértil.
En total hubo 16 disparos contra Orihuela en su intento de evadir el control. Unos cinco tiros impactaron contra él y le hirieron de muerte. El oficial Ricardo Rodríguez, el principal apuntado por descargar la balacera, permanecía detenido esta tarde junto a los otros dos efectivos que iban en el móvil, indicó el diario Tiempo de San Juan.
Según la reconstrucción del hecho, Rodríguez disparó primero un tiro de advertencia con un arma larga AT. Ante la falta de respuesta, siguió disparando varias veces más con su arma reglamentaria contra la parte trasera del camión hasta vaciar el cargador. Luego usó el el arma del chofer y le dijo que rebasara al vehículo conducido por la víctima. La persecución se prolongó por unos 20 kilómetros. En la recorrida se fueron sumando otros móviles.
”Hubo un inicio de una contravención, hay una orden de la autoridad policial de alto y detención, es lo que genera la fuga y la persecución”, explicó hoy en una conferencia de prensa el fiscal coordinador Iván Grassi que dio en los Tribunales junto al fiscal de Delitos Especiales, Francisco Pizarro, y al jefe de la Policía de San Juan, comisario general Eduardo Lirola.
De acuerdo a lo informado por las autoridades, Rodríguez efectuó más disparos al lateral y al frente del camión. Fue en ese momento que las balas alcanzaron a Orihuela. “Se han contado dieciséis impactos en el camión, eso incluye la parte de atrás, el costado y el frente”, precisó Grassi.
Según el fiscal, el cuerpo “termina despedido en la banquina y el camión atravesando la ruta hasta impactar a un vehículo que venía en sentido contrario”, aseguró el fiscal. Por lo tanto, la tragedia podría haber sido de una magnitud mayor. En esa maniobra, el camión chocó contra un Volkswagen Gol blanco en el que iban cuatro ocupantes a bordo. Por fortuna, nadie sufrió lesiones.
La fiscalía dispuso la aprehensión de Rodríguez, el agente más complicado en la investigación, y de los otros dos efectivos. El principal acusado del homicidio quedó internado bajo custodia en un hospital sanjuanino debido a que sufrió una fractura de muñeca.
De la escena de la balacera los investigadores secuestraron un arma antitumulto, tres pistolas reglamentarias, el camión, un celular, el patrullero, 20.000 pesos y pertenencias de Orihuela. Los investigadores continúan trabajando en el caso y ya se hizo un rastrillaje por parte de Gendarmería Nacional sin hallar evidencias de drogas.
Por su parte, el jefe de la Policía de San Juan indicó que “no hubo tiroteo”. “Hacía muchos años que no teníamos un hecho de esta naturaleza. Esto es un hecho grave que enluta a la institución policial”, afirmó. Con respecto al policía Rodríguez, el comisario general Lirola dijo que hicieron “una investigación para establecer si tenía algún signo de violencia y no se determinó eso”. “Estamos para defender la vida humana, no para atentar contra ella. Nos ponemos a disposición de la Justicia para que se evalúe y se determinen culpabilidades”, expresó el funcionario. “No sé qué ha producido en él este hecho de usar el arma contra alguien, no había peligro de vida ni de él ni de terceros”, señalaron en la conferencia de prensa.
Orihuela, originario de La Rioja, vivía en la localidad de Chepes. Había estado unos días en Valle Fértil con amigos “pero al momento del hecho estaba solo”, según contó el fiscal. El hombre estaba casado y con hijos, “no ha tenido ningún tipo de problema con la familia” y, al parecer, había sido contratado en la localidad de Caucete para la venta de melones. También carecía de antecedentes penales, aunque contaba con registros de contravenciones y una causa relacionada con un “contexto de género”.
La pareja del hombre asesinado lo despidió en su cuenta personal de Facebook: “Fede, mi amor me dejás destrozada, mi bebé”.