Los cuatro acusados por el crimen del ex concejal de Rosario y pastor evangélico Eduardo Trasante, ocurrido el 14 de julio de 2020 en su casa de la zona oeste de la ciudad, fueron condenados a prisión perpetua en el mediodía de este viernes. Se trata del jefe narco Julio Rodríguez Granthon –que está alojado en el penal federal de Marcos Paz–, Alejo “Patón” Leiva, Facundo Sebastián López y Brian Nahuel “Buba” Álvarez.
La resolución fue dada a conocer en la sala 10 del Centro de Justicia Penal por el Tribunal Penal de primera instancia integrado por los jueces Ismael Manfrin, Paola Aguirre y Pablo Pinto. Lo que resta conocer en la causa que llevan adelante los fiscales Gastón Ávila Matías Edery es saber quiénes fueron los autores materiales del ataque y quién lo instigó: los hoy condenados fueron acusados de ser partícipes necesarios. En el expediente surgió una pista de que un adolescente podría haber sido uno de los gatilleros, situación por la que se giró información a la Justicia de Menores.
Los cuatro condenados fueron acusados como partícipes para llevar a cabo el plan criminal, ya que hicieron tareas de inteligencia y se encargaron de adquirir el Peugeot 308 blanco que se usó como transporte para cometer el homicidio. El auto fue hallado sin neumáticos al día siguiente –15 de julio de 2020– en Barcala y Uriburu, en la zona sur de Rosario, donde se pudo corroborar que había sido robado una semana antes en una entradera a una casa ubicada en Juan XXIII y Circunvalación, en el distrito oeste de Rosario.
Los fiscales atribuyeron a Rodríguez Granthon –que además acumula tres sentencias por narcotráfico más causas abiertas por lavado y venta de droga– haber encargado la compra de un auto para ejecutar el “trabajo”. En ese momento, el recluso estaba en la cárcel de Piñero. Actualmente, está alojado en el penal federal de Marcos Paz.
En el caso de Álvarez, los funcionarios judiciales lo ubicaron como la persona que adquirió el auto robado que fue usado para el homicidio. López, por su parte, fue quien hizo las gestiones para la compra del vehículo, operación que se estima que se concretó por 20 mil pesos por saber que se trataba de un vehículo “caliente”.
“Patón” Leiva, en tanto, fue condenado por haber hecho inteligencia antes del crimen. Sacó fotos del frente de la casa y preparó carteles que decían “Por violador” y “Nunca más vas a violar a una mujer” que no fueron dejados en la escena del ataque. Una hipótesis de los fiscales es que esos mensajes pretendían vincular el móvil del asesinato a un supuesto abuso sexual que no se detectó en la causa.
Leiva, según se pudo probar en el juicio, también fue quien ofició de chofer de los sicarios.
Cómo fue el crimen
El ex concejal de Ciudad Futura fue asesinado en la tarde del 14 de julio de 2020. Estaba con su esposa Carolina Leones y una de sus hijas, cuando dos personas golpearon la puerta del domicilio situado en la calle San Nicolás y dijeron ser amigos de otra de las hijas del pastor.
Según declaró la propia viuda en el juicio, una vez que ella abrió la puerta, los dos sospechosos, que tenían su rostro tapado con barbijos –algo usual en tiempos de pandemia–, sacaron una pistola cada uno y la empujaron contra la pared. Uno de ellos se dirigió al living, donde le dio dos tiros a Trasante. Uno impactó en una mano –con la que intentó cubrir su cara– y el otro en la cabeza.