De Yésica Cuevas (42) nada se sabe desde el 29 de enero pasado. El caso, que comenzó con la denuncia de la desaparición de una mujer con un embarazo a término de trillizos, ha dado un giro en las últimas horas: un médico se presentó ante la Justicia y declaró que ella no estaba gestando y que le pidió un certificado trucho, según confirmaron a Infobae fuentes de la investigación.
“En julio pasado, la mujer fue a ver a un médico y lo quiso negociar para que le dé un certificado de que estaba embarazada cuando no lo estaba”, confiaron fuentes del caso a este medio. Ese profesional de la salud se presentó ante la Justicia y contó lo sucedido.
Hay que recordar que, desde el principio, los investigadores, primero a cargo del fiscal Cristian Granados y ahora bajo la órbita de Daniel Ichazo, ambos del departamento judicial de Quilmes, no pudieron comprobar que la mujer tuviera cita para una cesárea programada para el mismo día en que desapareció, como les hizo creer Cuevas a sus familiares y a su pareja.
Justamente, en las últimas horas, el hombre que creía que iba a ser padre de trillizos entregó a la Justicia su celular para que lo periten, analicen sus movimientos, mensajes y llamadas. Los investigadores no creen que la pareja haya tenido participación en la desaparición, sino que fue engañado: de todas formas analizarán lo que hizo ese 29 de enero.
“Está desconcertado. No entiende por qué la mentira, dijo que nunca entró con ella al médico y que ahora se da cuenta de por qué cuando le tocaba la panza no había movimientos de un bebé, como suele pasar”, explicaron.
También comentaron las fuentes que la familia de la pareja de la mujer desaparecida contó que no parecía una panza de un embarazo de trillizos y que se había alejado de las amigas en el último tiempo, y solo se contactaba por mensajes.
Hasta ahora la Justicia siempre desconfió de que estuviera embarazada y los datos que lograron obtener daban cuenta de que había sido vista por la zona de El Pato y en la Ciudad de Buenos Aires. Siguen las pericias a los movimientos de sus tarjetas de débito, así como con la SUBE.
La última vez que se vio a Cuevas fue el 29 de enero pasado, cuando salió de la casa de su madre de 128 y 12 de Berazategui rumbo a una farmacia ubicada a cuatro cuadras. Ese día había dicho que tenía que asistir al hospital Evita Pueblo para someterse a una cesárea programada a las 17.30, según contó la familia de la mujer.
Como no volvía, la mamá de Cuevas envió a sus dos nietas a buscarla hasta el local, pero no había rastros de ella. “No la encontraron más”, subrayó la mujer el día de la desalación de su hija. Luego, fue a la comisaría para hacer la denuncia, pero como no le “prestaron mucha atención”, según sus dichos, decidió pegar la foto de Yésica por todo el barrio, con un teléfono para que la contacten.
“A las 14.30 pasaba su compañero para llevarla el Evita Pueblo para dar a luz. Yo recorrí el hospital y las salitas de Berazategui, que acá hay muchas, pero nada”, relató por entonces Margarita, la madre de Cuevas.
Fue en ese contexto que la Justicia comenzó a investigar el paradero de la mujer embaraza como un caso de prioridad. Poco más de una semana después, se confirmaron las sospechas: “Se fue por sus propios medios porque ya no podía sostener la mentira del embarazo triple”, concluyeron.