Fue el primero en ser atrapado. La Policía Bonaerense lo detuvo la tarde del crimen de Uma Aguilera, la hija de 9 años del custodio de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, baleada durante un robo a sus padres en la localidad de Villa Centenario de Lomas de Zamora. “Es el que tiene la gorra amarilla y negra de los que se ve en el video”, lo identificaban por entonces.
Se llama Patricio Valentín García, tiene 22 años, y estuvo preso una semana, básicamente, por ser parecido a uno de los sospechosos del asesinato, según pudo saber Infobae.
“La evidencia que inculpaba a García ha sido luego descartada, y no surgen a la fecha elementos de prueba que indiquen que haya tenido alguna participación”, rezó el pedido del fiscal de la UFI N°18 Pablo Rossi que el juez de Garantías Sebastián Monelos convalidó este lunes por la noche.
Un rosario, principalmente, pero también una campera y un celular fueron claves en la liberación de García, cuyos abogados fueron los primeros en presentarse ante el fiscal Rossi para avisarle que se habían equivocado de sospechoso y que tenía como comprobarlo. “El chico, cuando lo arrestaron y lo llevaron a la comisaría 7ª de Villa Centenario, les decía a las autoridades que no tenía nada que ver y que se habían equivocado”, contaron fuentes con acceso al expediente a este medio.
¿Por qué lo arrestaron? Los investigadores se basaron en:
- Su madre nada sabía de él e hizo una denuncia por averiguación de paradero. Pero también dijo que la ropa que vestía uno de los homicidas era similar a la que tenía su hijo la última vez que lo había visto.
- “Notable similitud física con uno de los autores del hecho”, según explicaron las fuentes del caso.
- Una testigo lo reconoció como una de las personas filmadas.
- En su casa se secuestró una campera similar a la usada por uno de los autores del crimen.
Sin embargo, con el correr de la investigación llegó al fiscal el aviso de un colega del Fuero de Responsabilidad Juvenil de Lomas de Zamora: “Hubo muchos llamados al 911 avisando que uno de los sospechosos del crimen es un menor”. También le comentó que ese sospechoso tiene 17 años y hermano de Miguel Pastor Romero Molinas, que dejó su huella dactilar en el Toyota Corolla negro que robaron para emboscar a los padres de Umma en la puerta de su casa de Villa Centenario.
Lo cierto es que ya no hubo dudas con el arresto de Axel Rojas, los hermanos Romero Molinas y Ariel Acuña, todos imputados por robo agravado por el uso de armas de fuego y en poblado y en banda en dos hechos, uno en grado de tentativa, y homicidio criminis causa.
Así se lo explicó el fiscal Rossi al juez Monelos cuando pidió la liberación de García: “Respecto de la persona que inicialmente se pensó que sería Patricio García, se logró comprobar que se trataría del menor, lo que luego surge aún más confirmado con su aprehensión, luciendo el mismo rosario que portaba el autor del hecho”.
Por ello, se citó nuevamente a la testigo que lo había identificado inicialmente y descartó que Patricio García fuera uno de los autores. Además, detectaron que la campera que le habían secuestrado a García “no se corresponde con la utilizada por los autores del hecho, ya que presenta sutiles diferencias”. Y, como si eso fuera poco, del celular del ahora liberado “no se obtuvo evidencia que indique su participación en el ilícito”.
Como corolario: “Un análisis pericial de cotejo biométrico dio como resultado que no sería uno de los cuatro autores directos del crimen”. Por todo ello lo liberaron.
Este martes, García habló con la prensa y dijo: “Me quisieron empapelar”. Y apuntó a la Policía. Hay que recordar que fue el único apresado por la Bonaerense.
El caso
El crimen se registró este lunes a las 8.48, cuando Eduardo Aguilera, policía vestido de civil, salía con Uma a bordo de su auto Ford Ka gris del garaje de su casa situada en Pío Baroja, a pocos metros del cruce con la calle París, de Villa Centenario.
Mientras la madre de la nena, María Eugenia Rodríguez Álvarez, de la Policía Científica de la PFA, cerraba el portón y el custodio aún no había llegado a tomar la calle, un auto Toyota Corolla negro que había sido robado minutos antes a otro vecino de la zona le interrumpió el paso. Dos delincuentes bajaron armados y se aproximaron con intenciones de robo al conductor.
Aguilera aceleró para huir, momento en el que los asaltantes dispararon hacia la parte trasera del vehículo: allí iba Uma. La nena recibió un disparo en la cabeza y en una de sus manos, por lo que fue primero trasladada de urgencia al hospital Gandulfo y luego derivada en un helicóptero al hospital Churruca, donde fue operada y murió horas más tarde.