Axel Emiliano “Pelusa” Rojas (20) y Miguel Pastor “Patoto” Romero Molinas (20), acusados por el asesinato de Uma Aguilera, la hija de 9 años de uno de los custodios de Patricia Bullrich, se negaron este viernes a declarar ante el fiscal Pablo Rossi, de la UFI N°18. Fuentes de la investigación le informaron a Infobae que mañana a las 10 se llevará a cabo la indagatoria del hermano de Romero, un menor de 17 años, ante la UFIJ N° 2-FRPJ, a cargo del fiscal Juan Ignacio Colazo.
A Rojas lo atraparon el jueves por la mañana, luego de varios allanamientos, y lo encontraron en una habitación de alquiler, en la calle Almafuerte de la ciudad de San Pedro, en el límite con la provincia de Entre Ríos.
De acuerdo a la información, el dato clave lo dio su propia familia, quienes proporcionaron la información sobre el Peugeot de color gris en el que escapó.
De esta manera, los detectives fueron tras el rastro que el vehículo dejaba en lectoras de patentes y peajes. Un detalle llamó la atención, la insólita leyenda que llevaba el vehículo adherido en letras blancas en la luneta: “Capacidad máxima. 4 bandidos”.
Los agentes, en colaboración con la Policía Bonaerense, le secuestraron zapatillas blancas muy similares a las que usó uno de los ladrones que participó del robo en el que resultó herida la nena de un balazo mortal en la cabeza.
Por la tarde, detuvieron a los hermanos Romero Molinas en Marcos Paz. El mayor, “Patoto”, es el que había dejado la huella en el Toyota Corolla negro que usaron los homicidas de la nena. Ya contaba “con un prontuario registrado en la provincia Buenos Aires por delitos contra la propiedad”. El otro tiene 17 años, tal como había adelantado este medio el miércoles, cuando contó que los investigadores estaban tras la pista de un menor punible entre los sospechosos.
La captura fue efectuada por los detectives de la división Investigación del Robo Organizado y Homicidios de la Policía Federal, quienes llevaron adelante numerosas pesquisas para dar con su paradero.
“Ambos se mantenían ocultos en una vivienda precaria localizada en un solar descampado, ubicado en la localidad bonaerense de Marcos Paz”, contaron. Habían alquilado el lugar hace tres días y los acercó hasta allí un amigo del propietario, según dijo en diálogo con TN el dueño de la construcción donde se escondían.
Si bien al haber un menor complicado la causa debería pasar íntegramente a la fiscalía de responsabilidad juvenil, se hizo un pedido a Fiscalía General para que puedan trabajar en paralelo la UFI N°18 y la UFIJ N° 2-FRPJ, debido a la gran cantidad de información que ya recogió la investigación liderada por Rossi.
Por el caso ya había un sospechoso detenido: Patricio Valentín García (22). El miércoles, sus defensores se presentaron ante el fiscal Rossi para avisarles que cuentan con testigos y filmaciones de cámaras de seguridad que lo mostrarían en otro lado a la hora del crimen de Uma: o sea, aportaron una coartada.
“El fiscal ya dio el OK para que se produzca esa prueba que dicen tener los defensores de García”, ampliaron fuentes con acceso al expediente.
Por otro lado, este jueves surgió una novedad en el caso. “Durante la investigación de la Policía Federal surgió la pista de un nuevo cómplice por el asesinato de Umma. Vamos por él. Todos los responsables van a pagar por lo que hicieron”, posteó en X Patricia Bullrich y, de pronto, surgió la pregunta: ¿quién es este nuevo implicado en el crimen de la hija de 9 años de un custodio de Patricia Bullrich? ¿Está involucrado directamente en el homicidio o ayudó a los detenidos mientras estaban prófugos?
Fuentes de la investigación contaron a Infobae que este quinto sospechoso está “directamente implicado” en el homicidio de la nena que fue baleada en la cabeza durante un intento de robo a sus padres de Villa Centenario, en Lomas de Zamora.
En paralelo, otras fuentes del caso involucradas directamente en la pesquisa informaron a este medio que tienen en la mira a un barra brava de Los Andes vinculado al alquiler de armas a los delincuentes de la zona, y de municiones, y también al corte de autos robados para venta de autopartes o envíos a Paraguay de los vehículos de alta gama.
Lo que no está claro, en este punto, es si el quinto cómplice del que habló Bullrich es este barra o este sospechoso que aporta armas a los ladrones es una línea alternativa que va más por el lado del encubrimiento. En concreto, la Policía lo ha buscado por el barrio Olimpo de Lomas de Zamora sin suerte. Hay varios operativos para dar con él.
Lo que está claro es que el vínculo del barra buscado es con Axel Emiliano “Pelusa” Rojas (20), el segundo detenido del caso, el primero que atraparon ese jueves y que cayó en la localidad de San Pedro.
El caso
El crimen se registró este lunes a las 8.48, cuando Eduardo Aguilera, policía vestido de civil, salía con Umma a bordo de su auto Ford Ka gris del garaje de su casa situada en Pío Baroja, a pocos metros del cruce con la calle París, de Villa Centenario.
Mientras la madre de la nena, María Eugenia Rodríguez Álvarez, cerraba el portón y el custodio aún no había llegado a tomar la calle, un auto Toyota Corolla negro que había sido robado minutos antes a otro vecino de la zona le interrumpió el paso y dos delincuentes bajaron armados y se aproximaron con intenciones de robo al conductor.
Aguilera aceleró para huir, momento en el que los asaltantes dispararon hacia la parte trasera del vehículo: allí iba Umma. La nena recibió un disparo en la nuca y en una de sus manos, por lo que fue primero trasladada de urgencia al hospital Gandulfo y luego derivada en un helicóptero al hospital Churruca, donde fue operada y murió horas más tarde.
Este martes, los restos de la nena fueron velados en Banfield y, luego, trasladados al cementerio de Lomas de Zamora: una caravana de autos y una multitud de policías, vecinos y allegados, que acompañaron a pie y en bicicleta, fueron los custodios del féretro las tres cuadras que duró el doloroso recorrido.
Este jueves se conoció el detalle de la autopsia a la nena: de acuerdo al documento, la víctima presentó una herida por proyectil de arma de fuego en la mano izquierda y otra en el cráneo con orificio de entrada y salida.
Aún no fue posible determinar el calibre del plomo, aclararon. La bala provocó lesiones encefálicas que le ocasionaron la muerte a pesar de los esfuerzos de los médicos que la estabilizaron, primero, en el Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora y, luego, en el Hospital Churruca.
En el centro de salud de Parque Patricios, los cirujanos le practicaron una craneotomía descompresiva. En medio de la operación, en la que perdió mucha sangre, la nena se descompensó y sufrió un paro cardíaco del que no se recuperó.