“Durante la investigación de la Policía Federal surgió la pista de un nuevo cómplice por el asesinato de Umma. Vamos por él. Todos los responsables van a pagar por lo que hicieron”, posteó en X la ministra de Seguridad de la Nación y, de pronto, surgió la pregunta: ¿quién es este nuevo implicado en el crimen de la hija de 9 años de un custodio de Patricia Bullrich? ¿Está involucrado directamente en el homicidio o ayudó a los detenidos mientras estaban prófugos?
Fuentes de la investigación contaron a Infobae que este quinto sospechoso está “directamente implicado” en el homicidio de la nena que fue baleada en la cabeza durante un intento de robo a sus padres de Villa Centenario, en Lomas de Zamora.
En ese contexto, deslizaron esas mismas fuentes que las medidas de prueba que pidió la defensa del primer detenido, cuando aportó su coartada, serán clave para el futuro del caso. O sea, ¿uno de los asesinos está prófugo?
Es que, según lo que aportó el abogado de Valentín García (22) ante el fiscal Pablo Rossi, de la UFI N°18 de Lomas de Zamora, cuentan con testigos y filmaciones de cámaras de seguridad que mostrarían a su defendido en otro lado a la hora del crimen de Uma: o sea, aportaron una coartada que lo sacaría de la escena y dejaría un vacío entre los detenidos. ¿Un vacío que llenaría este quinto sospechoso?
En paralelo, otras fuentes del caso involucradas directamente en la pesquisa informaron a este medio que tienen en la mira a un barra brava de Los Andes vinculado al alquiler de armas a los delincuentes de la zona, y de municiones, y también al corte de autos robados para venta de autopartes o envíos a Paraguay de los vehículos de alta gama.
Lo que no está claro, en este punto, es si el quinto cómplice del que habló Bullrich es este barra o este sospechoso que aporta armas a los ladrones es una línea alternativa que va más por el lado del encubrimiento. En concreto, la Policía lo ha buscado por el barrio Olimpo de Lomas de Zamora sin suerte. Hay varios operativos para dar con él.
Lo que está claro es que el vínculo del barra buscado es con Axel Emiliano “Pelusa” Rojas (20), el segundo detenido del caso, el primero que atraparon ese jueves y que cayó en la localidad de San Pedro.
Lo cierto es que en las últimas horas también cayeron en la localidad de Marcos Paz dos hermanos vinculados al asesinato que ocurrió este lunes poco antes de las 9. Se trata Miguel Pastor Romero Molinas, alias “Patoto”, de 20 años y “con un prontuario registrado en la provincia Buenos Aires por delitos contra la propiedad”. de Fuentes del caso confirmaron a Infobae que había dejado la huella en el Toyota Corolla negro que usaron los homicidas de la nena.
El otro tiene 17 años, tal como había adelantado este medio el miércoles, cuando contó que los investigadores estaban tras la pista de un menor punible entre los sospechosos. Este arresto pone en jaque la investigación del fiscal Rossi: “Ahora, con la detención del menor, hay que ver si el caso pasa al fuero de Responsabilidad Juvenil o sigue bajo la órbita de la UFI N°18″, dijeron las fuentes consultadas por este medio.
García, Rojas y los hermanos están acusados por el fiscal Rossi de robo agravado por el uso de arma en dos hechos, uno en grado de tentativa; y homicidio criminis causa (matar para ocultar otro delito), que prevé perpetua.
El caso
El crimen se registró este lunes a las 8.48, cuando Eduardo Aguilera, policía vestido de civil, salía con Umma a bordo de su auto Ford Ka gris del garaje de su casa situada en Pío Baroja, a pocos metros del cruce con la calle París, de Villa Centenario.
Mientras la madre de la nena, María Eugenia Rodríguez Álvarez, cerraba el portón y el custodio aún no había llegado a tomar la calle, un auto Toyota Corolla negro que había sido robado minutos antes a otro vecino de la zona le interrumpió el paso y dos delincuentes bajaron armados y se aproximaron con intenciones de robo al conductor.
Aguilera aceleró para huir, momento en el que los asaltantes dispararon hacia la parte trasera del vehículo: allí iba Umma. La nena recibió un disparo en la nuca y en una de sus manos, por lo que fue primero trasladada de urgencia al hospital Gandulfo y luego derivada en un helicóptero al hospital Churruca, donde fue operada y murió horas más tarde.
Este martes, los restos de la nena fueron velados en Banfield y, luego, trasladados al cementerio de Lomas de Zamora: una caravana de autos y una multitud de policías, vecinos y allegados, que acompañaron a pie y en bicicleta, fueron los custodios del féretro las tres cuadras que duró el doloroso recorrido.