Eber Alejandro Ramos, uno de los tres jóvenes asesinados a machetazos el viernes por la noche dentro de una casa de barrio Posta de Capitán Bermúdez en Santa Fe, estaba bajo pedido de captura desde mediados de 2022, ordenado por la Fiscalía Federal Nº 2 de Rosario a cargo de Claudio Kishimoto. Ramos era sindicado como cabecilla de una banda dedicada a la venta de droga en el cordón industrial santafesino. Junto con Santiago Ochoa (25) y Emiliano Saucedo (31) fueron atacados por dos personas que supuestamente iban a venderles dólares.
Hay dos detenidos por el triple homicidio: son Alexis L., un empleado metalúrgico de 25 años que vive en el domicilio donde fueron hallados los cuerpos, y Luciano P., un compañero suyo que tiene 28 años. Ambos serán llevados a audiencia imputativa este lunes por la tarde por la fiscal Luisina Paponi en los tribunales provinciales de la sede San Lorenzo.
Por el momento, una de las hipótesis del caso es que Ochoa llevó una mochila con 4 millones de pesos junto con su amigo Saucedo hasta la casa de Alexis L., quien supuestamente le iba a vender dólares. La conexión de Ochoa y Saucedo con el dueño de la casa fue, aparentemente, Eber Ramos, que es vecino del empleado metalúrgico. Por ahora se desconoce qué pasó que no se concretó la operación cambiaria. Los tres que fueron al domicilio a llevar los pesos terminaron asesinados a mazazos y a cuchilladas.
Alexis L., según publicó Infobae este domingo, adujo ante la Policía haber matado a los tres jóvenes “en defensa propia”.
La historia de la banda que supuestamente integraba Ramos fue publicada por Infobae el 23 de mayo de 2022, cuando los investigadores federales captaron una conversación telefónica de Nicolás Martín Caffeina (21) –uno de los procesados por integrar la estructura delictiva– con su madre, a quien le imploraba que lo internara por sus adicciones porque no quería “matar a más gente”.
“Por favor, ayudame. Hoy estoy tranquilo. Mañana me agarra la desesperación y no quiero matar a más gente. Me chupa la verga (sic) si tengo el teléfono pinchado. No me interesa más nada. No puede ser. El viernes fui a matar a uno por 30 mil pesos, mami”, reveló el joven.
“Estoy tirado. No quiero matar a más gente, mami. Me pudrí de matar gente. No quiero saber más nada con boletear gente, nada por dos con cincuenta. Intername, ahí estoy tranquilo. Por treinta lucas, mami, boleteé a una persona que no sabía ni quién era”, agregó Caffeina.
En la causa federal, Ramos estaba situado como el supuesto jefe de Caffeina.
El capo hoy muerto logró escabullirse de tres procedimientos de fuerzas federales en el último año y medio.
Una vez que trascendió el hecho, Claudio Ramos, el padre del prófugo por narcotráfico se dirigió a la casa del triple crimen se llevó del lugar la Ford Ranger blanca que manejaba su hijo. Por ese motivo, la fiscal Paponi solicitó un allanamiento en su casa, situada en la calle De Los Inmigrantes de Capitán Bermúdez –a dos cuadras y media del domicilio donde habían matado a Ramos–, donde se incautó la camioneta, su celular y el de su hijo.
Cuando finalizó el operativo, se le devolvió el vehículo.