Leila Daiana Schmitt (27 años), la actual pareja del condenado jefe narco Alan Elio Funes –que está alojado en el penal federal de Ezeiza–, fue imputada este lunes por haber intimidado la semana pasada a obreros que derrumbaban por orden judicial un histórico punto de venta de droga que está ubicado en barrio Tablada, en la zona sur de Rosario, y que regentea la banda de su novio preso. El fiscal Aníbal Vescovo la acusó por amenazas simples, resistencia y desobediencia a la autoridad, y la jueza Hebe Marcogliese le dio la libertad –tras un acuerdo entre el Ministerio Público de la Acusación y la defensa particular– bajo el pago de una fianza de 400 mil pesos y el cumplimiento de una serie de reglas de conducta.
Vescovo, en la audiencia que se llevó a cabo en el Centro de Justicia Penal, atribuyó a Schmitt haber ido el viernes pasado a las 9.45 hasta el operativo en el que se demolía el búnker del clan Funes y haber increpado al personal del departamento de Logística del Ministerio de Seguridad que realizaba las tareas. “¿Qué es lo que hacen acá? Esta es mi casa, vengo de Fiscalía. Ustedes no pueden tocar nada. Salen ya, inmediatamente. Ustedes no saben lo que les va a pasar. Esta es la casa de Alan Funes”, les dijo a los presentes, de acuerdo a la imputación formulada por el fiscal.
La joven fue detenida en la misma cuadra inmediatamente después de producida la amenaza, ya que ella tiene registrado domicilio a los pocos metros.
En la resolución, la jueza Marcogliese pidió constatar el domicilio de Schmitt, ya que está registrado en un lugar donde hay terrenos fiscales, por lo cual no hay titular ni poseedor que pueda autorizar la constitución de dicha dirección. Además, le dictó por el plazo de ley una prohibición de acercamiento al departamento de Logística del Ministerio de Seguridad de Santa Fe, a su personal, y al punto de venta que parcialmente fue derrumbado el viernes de la semana pasada.
En la medida, la magistrada también fijó la caución de 400 mil pesos a pagar antes de recuperar la libertad y dispuso que semanalmente la joven se presente a firmar ante la Oficina de Gestión Judicial.
Leila Schmitt hace rato figura como allegada de Alan Funes. A mediados de julio del año pasado, dos sicarios en auto la atacaron a tiros en Ayacucho y Ameghino, en barrio Tablada, aunque pudo esconderse en el interior de una casa que, según los vecinos de la zona, está usurpada. Los gatilleros fueron detenidos cayeron minutos después con dos pistolas calibre 9 milímetros y fueron acusados por el fiscal Matías Edery.
Dos semanas antes de esa balacera, Leila estaba junto con Solange Funes, su cuñada, en las Cuatro Plazas –en la zona noroeste de Rosario–, cuando sicarios abrieron fuego contra ellas. De los disparos realizados, uno rozó en la cabeza de la hermana de Alan, que fue asistida en un hospital y recuperó el alta rápidamente.
A su vez, Leila Schmitt es hija del mecánico Juan Carlos Schmitt, un mecánico que fue condenado a 9 años de prisión (ya recuperó la libertad) por atropellar y matar a un cadete de 26 años mientras supuestamente probaba un Audi TT a 130 kilómetros por hora en Diagonal Río Negro y Campbell –en el distrito noroeste de la ciudad– el 31 de marzo de 2016. El caso del Juan Carlos fue uno de los primeros en Santa Fe que dejó registro de una sentencia condenatoria por homicidio simple con dolo eventual en un caso de un siniestro vial.