A mediados de noviembre de 2023, un mes y medio antes de que Anabelia Ayala se quitara la vida, una fiscal propuso condenar en un juicio abreviado a su ex pareja, el futbolista Junior Benítez, en una causa por violencia y amenazas con arma de fuego contra el padre de la joven. La noticia llegó a la familia de la chica en las últimas horas, al mismo tiempo que la tragedia del suicidio, y por eso la propuesta corre el riesgo de naufragar.
El denunciante, Juan Carlos Ayala, papá de Anabelia, manifestó a través de su abogado el rechazo a la propuesta de acuerdo entre las partes, pidió un debate oral e insistió con que se lo detenga ahora mismo.
Mariana Monti, fiscal de la Unidad de Asistencia y Colaboración de Juicio Común y por Jurados de los Tribunales de Lomas de Zamora, solicitó el 24 de noviembre pasado al juez Correccional 8 de esa jurisdicción, Manuel Barreiro, que se lleve a cabo un juicio abreviado y condene al ex delantero de Boca Juniors a la pena de 3 años y ocho meses. Pero como el deportista ya tiene una condena de seis meses en suspenso encima por otra causa, Monti redondeó la unificación de las penas en un total de cuatro años.
La condena implicaría el cumplimiento efectivo de la pena, es decir, que al menos dos tercios del tiempo impuesto Benítez los pase bajo el cielo raso de alguna unidad penal bonaerense. El juicio abreviado es un acuerdo entre las partes. Según pudo saber Infobae, la defensa oficial de Benítez no respondió sobre su posición al respecto.
Desde junio del año pasado el ex jugador de Boca y Lanús, entre otros equipos, cumple una prisión preventiva pero en la comodidad de su casa y, hasta hace unos días, sin siquiera tobillera electrónica para monitorear sus movimientos, ya que gozaba del derecho de salir para hacer su trabajo. La última semana, tras el suicidio de Anabelia, la Justicia decidió que el acusado sea monitoreado.
Hasta ahora excepto para la cuestión laboral, o por alguna decisión judicial particular, como fue el curso que debió hacer el año pasado sobre género y cultura, Benítez no podía salir de su casa. Mucho menos, acercarse a su pareja, porque pesaba sobre la relación una restricción de acercamiento.
Anabelia Ayala, de 29 años, fue hallada muerta en su habitación por su hermano en la mañana del 1 de enero pasado. La familia de la joven sospecha que 48 horas antes el futbolista y ella se vieron y que él supo del suicidio mientras se estaba cometiendo a través de una conexión virtual. La hipótesis familiar tiene algo peor: Juan Carlos Ayala declaró ayer martes ante el fiscal que investiga la muerte, Juan Manuel Baloira, que su hija se quitó la vida después de que Benítez la amenazara con matar a su familia si ella lo dejaba.
“No quedan dudas de que Benítez no se somete a la ley; que mi hija estaría hoy con vida si no se hubiera presentado en mi domicilio a buscarla. (...) Benítez no solo sometió en innumerables ocasiones a mi hija a todo tipo de vejaciones, golpes y maltratos físicos y psicológicos, sino que además, la amenazó con matar a su familia si ella lo dejaba, siendo presumiblemente la razón por la que decidiera acabar con su vida, lo que apunta a la materialidad ilícita que se le debe reprochar”, analizó Rodrigo Tripolone, abogado de la familia Ayala en un pedido al juez Barreiro para que decida la inmediata detención del futbolista, algo que el magistrado rechazó apenas días atrás.
Según la hipótesis de la familia Ayala la muerte de Anabelia se dio por instigación al suicidio o por femicidio. Es lo que va a reclamar que investigue el fiscal Baloira. “Surge de los audios que fueron difundidos presuntamente por su sobrina”, dijo Tripolone para sostener la acusación.
En ese material se escucha a una mujer relatar que “nosotros no llegamos a brindar. Se ve que Junior y ella tenían una aplicación, una cámara, que estaba viendo como ella se colgaba.”
“Surge claramente que Oscar Benítez estaría observando todo el tiempo cómo mi hija se colgaba y agonizaba, situación que además la propia familia de esta estaba al tanto, lo que de demostrarse, demuestra un grado de perversión pocas veces visto”, declaró por escrito el papá de Anabelia ante el fiscal.
Baleiro, en tanto, recién recibió la causa. Según fuentes judiciales, todavía no salieron los resultados de la autopsia que se hizo sobre el cuerpo de la joven. El fiscal deberá definir si se trata de un suicidio, que por supuesto no es considerado un delito, o si Benítez es sospechoso de haber instigado a su ex pareja a quitarse la vida.
El futbolista está acusado del delito de coacción agravada por el empleo de arma, en concurso real con daños, amenazas, desobediencia y tenencia de arma de guerra sin la debida autorización legal. Para ese delito la fiscal Monti pidió una condena en juicio abreviado. Se le atribuyen cinco hechos desde enero de 2021, cuando la madrugada del 17 amenazó con un arma al padre de Anabelia para que no interviniera en una discusión que Benítez mantenía con su hija en la puerta de la casa de la familia Ayala.
Aquella vez, el futbolista exhibió el arma y luego se lo guardó en el pantalón a la altura de la cintura y prendió fuego ropas de su pareja. Apenas unas horas antes, el deportista borró todos los archivos de la computadora familiar sin autorización.
Un año después, en febrero de 2022, pesaba sobre Benítez una restricción de acercamiento a menos de 300 metros de la casa de los Ayala. Sin embargo, el 28 de ese mes, se acercó a la puerta y amenazó al papá de Anabelia y a la mamá, Cecilia Barrios: “Vos me denunciaste, vos me hiciste meter en cana, te voy a matar, te la bancás”. Al escuchar los gritos, Luciano, hermano de la joven, salió para intervenir y escuchó que su ex cuñado le dijo: “A vos también te voy a matar”.
Casi 20 días más tarde, el 18 de marzo, Benítez intentó otra vez entrar en la casa de los Ayala. Amenazó a Anabelia con un cuchillo para que le abra y como la joven se negó, al salir, clavó el arma blanca en las cuatro cubiertas del Peugeot de la familia. Finalmente, el 12 de mayo de 2023 el juez de Garantías Gabriel Vitale aceptó el pedido del Ministerio Público Fiscal y ordenó la detención de Junior Benítez. En el allanamiento en su casa los investigadores encontraron una pistola 9 milímetros escondida en la habitación de sus hijas: tenía el permiso legal vencido desde enero de ese año.