Los cinco policías detenidos en la noche de este martes por el asesinato de un presunto delincuente que intentaba escapar a bordo de una camioneta Ford Eco Sport con pedido de secuestro en el barrio San Alberto, en la zona de Isidro Casanova, se negaron a declarar, indicaron fuentes judiciales a Infobae.
El jueves pasado, cuando ocurrió el hecho, el grupo de efectivos que participaron en el procedimiento había declarado que la muerte del presunto delincuente, identificado como Jorge Alejandro González, ocurrió tras una persecución y enfrentamiento.
Sin embargo, la investigación del fiscal Adrián Arribas, a cargo de la UFI de Homicidios de La Matanza, reveló que habrían mentido. El giro en el caso fue motivado por un video de cámara de seguridad que ilustra esta nota. Para Arribas, de acuerdo a las imágenes, los policías le plantaron un arma en la mano al hombre asesinado para simular, precisamente, un enfrentamiento. Incluso, al ver la cámara de seguridad en un poste cercano, varios policías formaron un abanico para ocultar el momento donde el arma se planta.
Los nuevos arrestos fueron motivados por las declaraciones de dos policías del Comando Centro, a cargo de los libros de guardia. Ambas testigos “marcaron a todos los que estuvieron en el momento del plantado del arma”, asegura una fuente clave del expediente a Infobae.
Trece policías habían sido detenidos por el área de Asuntos Internos de la Bonaerense el sábado pasado, incluido Federico Schinini, el oficial acusado de matar de un disparo a González y el comisario inspector jefe del Comando. Los testimonios tomados ayer aclararon los tantos. Le permitieron al fiscal definir quién estuvo y quién no. Varios de los efectivos que estuvieron en la escena apenas habían descendido de los patrulleros, sin participar de una maniobra cuestionable.
Ahora, los nuevos relatos permitieron establecer nuevos sospechosos. Ayer, Arribas pidió la libertad de cinco de los detenidos originales y ordenó los cinco arrestos que se realizaron en la noche del martes.
“Mintieron. Primero, mintió quien efectuó el disparo. Declaró que dio la voz de ‘alto, policía’, al delincuente y disparó. Le tiró apenas impactó con el auto y luego bajó. Cuando llegan los móviles, se ve a uno con una bolsa blanca. Luego, aparece el jefe, que ve que hay una cámara, hace poner a los policías para que tapen todo, como haciendo un abanico. Ahí rodean el cuerpo. De repente, el cuerpo tiene un arma en la mano. Ese arma antes no estaba. Se ve que el propio comisario inspector se agacha y hace que otros tapen la maniobra”, indicó una fuente.
El fiscal Arribas solicitó ayer la libertad de las sargentos Cecilia Celeste Carballo, Rocío Micaela González y Débora Giselle Reales; el oficial Lázaro Samuel Ledesma y el teniente primero Lucas Lorenzo Pereyra, luego de determinar que, en principio, no participaron de la maniobra para plantarle una réplica de un arma a Lucas Acosta, el joven de 21 años, sin antecedentes, que fue asesinado de un disparo en el tórax.
Mientras que el comisario inspector Albino Martínez, jefe del Comando de Patrullas Centro; los sargentos Brian Sebastián Martínez y Brian Sebastián Buera; los oficiales Alexander Natanael Suárez y José Daniel Sequeira; y las sargentos Nurie Elizabeth Ottone y Verónica Cristina Fernández; fueron indagados como acusados del “encubrimiento agravado”.
Si bien quedaron en libertad, continúan siendo investigados los 18 policías, que además fueron desafectados de la fuerza de seguridad por orden de la Auditoria General de Asuntos Internos (AGAI) del Ministerio de Seguridad bonaerense.