Emanuel Oliver Jonathan Villasante Cuellar, un joven de 25 años con antecedentes penales por robo y lesiones, fue detenido ayer por detectives de elite de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA) por un delito mucho más grave: está acusado de matar a tiros a un amigo en plena pista de baile de un boliche de Flores. Según la investigación, lo mató para vengarse y logró estar prófugo de la Justicia por más de seis meses.
Fuentes de la investigación indicaron a Infobae que el crimen ocurrió la madrugada del pasado 1° de junio en la discoteca Ritmo Latino en la avenida Rivadavia. Allí se encontraba Luis Miguel Vega Rodríguez en compañía de amigos y familiares hasta que en un momento comenzaron a pelear con otro grupo de personas, entre las que se encontraba Villasante Cuellar.
De repente, el joven de 25 años tomó un arma y disparó varias veces. Uno de los tiros impactó en la víctima, quien cayó muerto en medio de la pista del boliche. El asesino salió inmediatamente de la discoteca y escapó a bordo de un auto Chevrolet Onix.
En el comienzo de la investigación, a través del testimonio de empleados del local bailable y testigos del asesinato, identificaron al sospechoso por su apodo, “Pato”, quien en varias oportunidades debió ser expulsado del lugar por sus actitudes violentas y conflictivas. Los investigadores descubrieron además que la víctima y su homicida tenían una relación de amistad previa, y por circunstancias que todavía desconocen, el imputado extrajo un arma de fuego para que todos lo vieran y comenzó la balacera.
El asesino fue captado por una cámara de seguridad, con la que además de observar el momento en que escapó en el auto, también observaron que poseía un tatuaje del Gauchito Gil y otro de San la Muerte en su antebrazo derecho. Los tatuajes fueron una clave al momento de la detención.
Un mes después del hecho, el Juzgado Criminal y Correccional Nº46 ordenó su detención por pedido de la Fiscalía Especializada en Investigación Criminal Compleja, a cargo de José María Campagnoli. En septiembre el magistrado ordenó a la Policía de la Ciudad el secuestro del auto en el que se había fugado el sospechoso, que de acuerdo con la investigación, pertenecía a una persona allegada a él.
Sin embargo, tras cinco meses sin novedades sobre el paradero de Villasante Cuellar y a seis del hecho, el fiscal decidió dar intervención a la Policía Federal.
La decisión fue esencial para la causa, ya que a partir de una intenso trabajo, los detectives lograron identificar el domicilio donde se ocultaba, una casa en Liniers.
Para no llamar su atención, vigilaron la zona con discreción hasta que finalmente observaron salir de la casa a un joven con las mismas características de la persona del video y con la particularidad que poseía en su antebrazo: los tatuajes religiosos. Rápidamente, detectives de la División Homicidios de la Federal lo aprehendieron en plena vía pública, sobre la calle Ramón Falcón al 6600 y lo identificaron como la persona que mató a balazos a su amigo Luis Miguel.
Las fuentes añadieron que el sospechoso contaba con antecedentes por robo agravado por ser cometido en poblado y en banda, infracción a la Ley 23.737 (Estupefacientes) y lesiones graves, además de la imputación por el delito de homicidio simple por la que ahora deberá responder.