Un sospechoso fue detenido en las últimas horas por la Policía de la Ciudad como acusado de ser uno de los sicarios que participó del asesinato a sangre fría a Ramón Adán Zurita, a quien balearon en la puerta de la casa de su hermana en Merlo tras los festejos de Año Nuevo. Un día antes, la misma banda habría cometido otro crimen en Flores.
Su arresto se concretó a través del sistema del Anillo Digital, el cual lo identificó a partir de una serie de imágenes que habían sido tomadas por las cámaras de seguridad ubicadas a metros de donde ocurrió el crimen. El joven, de quien no trascendió su identidad, declarará en el marco de la causa llevada adelante por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°5 de Morón, a cargo de Claudio Oviedo y Marisa Monti.
Infobae accedió a las grabaciones registradas en el lugar de los hechos -el barrio Matera, de Merlo- en las que se ve una secuencia relacionada al homicidio. En los videos se ve tanto el auto de la víctima, un Nissan, como el de los sicarios, que es un Chevrolet corsa gris. A ese último se lo visualiza entrando por una calle de tierra ubicada a 50 metros del lugar donde sucedió el crimen de Zurita.
También se observa a un hombre vestido con una remera celeste, quien -de acuerdo a lo informado por los investigadores- podría ser el tirador. En ese sentido, los peritos aún se encuentran examinando su contenido a fin de obtener precisiones o pistas que los ayuden a esclarecer la mecánica del hecho.
Con respecto al asesinato que se cometió previamente al de Merlo, el cual fue concretado en Flores presuntamente por la misma banda, este medio supo que la víctima fue identificada como Omar Ovidio Condarco Collisay. Hasta el momento, no hay ninguna certeza acerca de los motivos que llevaron a este crimen. Solo trascendió que el fallecido tenía un taller textil y “varias mujeres en su vida”.
El arresto del presunto sicario de Zurita se conoce luego de que el auto utilizado para cometerlo fuera encontrado por la Policía de la Ciudad. El Chevrolet corsa gris fue registrado por cámaras de seguridad, cerca de las 19.30, en la escena del crimen. Sin embargo, los investigadores indicaron que la patente del vehículo, del cual se bajó la persona que le disparó al hombre de 67 años en la cabeza, se correspondía con el modelo, pero no con el color. En resumen, se trataba de un auto ponchado o clonado.
Con el dato de la patente, determinaron que fue registrado a las 2.14 de ese 2 de enero por el Anillo Digital en General Paz con dirección a la avenida Roca, por lo que creen que los sicarios serían de la zona sur de CABA. Además, entre el 6 de diciembre y el día del hecho, atravesó 66 veces ese control.
Al mismo tiempo, descubrieron que ese mismo Corsa estuvo involucrado en otro crimen ocurrido el 30 de diciembre en la puerta de un prostíbulo de Flores adjudicado a Zurita. Testigos cercanos a la víctima indicaron que “vivía hostigado” y era amenazado. Por esa razón, creen que ambos homicidios están relacionados.
El vehículo fue hallado e incautado en el cruce de la avenida Roca y Cosquín. El hombre que lo conducía, identificado como M.E.M., de 26 años, fue detenido y puesto a disposición de la UFI N°5, que lo imputará como partícipe del homicidio.
El homicidio de Zurita
Ramón Adán Zurita, de 67 años, fue ejecutado de un tiro en la cabeza en la tarde del primer día del año en la puerta de la casa de una de sus hermanas del barrio Matera de Merlo. Los asesinos lo interceptaron cuando sacaba su Nissan gris para regresar a su hogar tras los festejos para recibir el 2024, indicaron fuentes del caso a Infobae.
Los homicidas, según declararon los testigos en la causa, bajaron de un Chevrolet Corsa, cerca de las 19.30, a la altura de la propiedad situada en la calle Nolasco Flores, entre Almirante Brown y Hurtado. Se dirigieron a Zurita y le dispararon sin mediar palabra y escaparon sin robar nada.
Por esa razón, los investigadores ven el intento de robo como la hipótesis más alejada. En cambio, bucean en la particular vida de la víctima para dar con el móvil y los autores del crimen. Creen que puede tratarse de un ajuste de cuentas.
De acuerdo a la investigación del fiscal Oviedo, la víctima regenteaba departamentos donde se ejercía la prostitución en CABA. “Prestaba servicios como custodia de lugares que fueron allanados y cerrados”, detallaron las fuentes. Desde 2019, había comenzado un “emprendimiento propio en el mismo rubro”, agregaron.
Los detectives también profundizaron sobre sus vínculos románticos. En esos años, además, la víctima tuvo una relación con una joven de 30 años que trabajaba en la casa de citas. “Se enamoró de ella y tuvieron un hijo”, resumieron. “Él la ayudó para que no trabajara más y la mantenía mensualmente, pero estaban separados”, relataron.
Hace unos seis meses, Zurita comenzó a sufrir “todo tipo de hostigamiento”. Según declaró un testigo en la causa, el hombre -que no registra ningún antecedente comercial, trabajo legal o sociedad para sustentarse- “estaba muy paranoico”. Sin embargo, no quiso denunciar las amenazas que recibía, indicaron.
Por otro lado, en los últimos meses había comprado dos autos con el fin de utilizarlos para una aplicación de viajes. Uno de esos vehículos apareció en Salta, con papeles apócrifos y conducido por otras personas.
En ese sentido, los investigadores sospechan que el homicidio también pudo estar vinculado a una actividad ilegal, aún desconocida, con terminal en esa provincia del norte argentino. No descartan que haya una trama narco o de trata de personas.