En medio de la conmoción generada por el crimen en Santa Teresita que tuvo como víctima fatal a Tomás Valentín Tello Ferreyra, un joven de 18 años que fue atacado en patota durante la mañana de Año Nuevo, un nuevo testigo desmintió haber formado parte del grupo agresor luego de que quedara registrado en uno de los videos que se viralizaron en los últimos días. “Me están quemando por algo que no hice”, aseguró.
El declarante que fue identificado como Jonatan Olmedo denunció haber recibido amenazas, ya que varias personas de la localidad costera lo habrían reconocido como uno de los supuestos agresores de Tello. “Se me ve en un video, pero se me malinterpreta”, aseguró el hombre al explicar que estaba en compañía de un amigo, con quien filmó la secuencia que permitió que las autoridades reconocieran a los diez detenidos por la causa.
“Hubo siete u ocho peleas esa noche y filmamos esas dos”, explicó el declarante al manifestar que en el lugar había muchas personas que miraban lo que ocurría y a la vez grababan los hechos. Incluso, reconoció que decidieron viralizar las filmaciones que tenían luego de que se enteraran que la víctima luchaba por su vida.
En medio de una entrevista para el noticiero de TN, Jonatan desmintió haber sido uno de los agresores de Tello al señalar: “Me están quemando por algo que no hice”, en referencia a que fue visto en uno de los videos que se captaron en el frente del domicilio ubicado sobre 44 y Costanera, el sitio en el que el joven fue apuñalado. “Terminé en el lugar de curioso”, afirmó el testigo al indicar que no fue capaz de reconocer al autor del crimen, ya que prefirió no acercarse al ver que varios botellazos comenzaron a volar por el aire.
Luego de que fuera consultado sobre si sostenía un vínculo con la víctima, el hombre negó haberlo conocido y describió que le pareció que era más grande de edad cuando vio que lo golpeaban en la playa. “Yo trato de ayudarlo al chico, no lo conozco ni nada, pero era lo que teníamos y podríamos haberlo ayudado”, reflexionó.
En este sentido, Jonatan contó que no fue llamado a declarar por las autoridades y denunció que no quisieron tomar su testimonio en la comisaría de turno. “No me quisieron atender. Después me atendieron y estuvieron una hora, pero no me tomaron declaraciones”, relató al anticipar que se presentará en la Fiscalía para poder aportar más detalles de lo que pudo observar del ataque, puesto que notó cómo se formó “un globo de sangre” alrededor de la víctima minutos después de que fuera apuñalado y el contingente comenzara a esparcirse de la escena.
Por otro lado, el declarante se quejó por la falta de presencia policial en la zona al remarcar que “cualquiera podría haber terminado así”, por el momento tenso que se vivía en el lugar. “Había gente de atrás gritando cosas y no sabes de donde pueden venir a pegarte”, describió al descartar que hubiera resultado herido producto de la agresión contra Tello.
Hasta el momento, el fiscal a cargo de la investigación, Pablo Galameri, imputó a siete mayores de edad por el crimen. Damián Kopelian sería el máximo complicado en la causa al ser acusado de presuntamente haber apuñalado a la víctima, mientras que Federico Gonzalo Brando, Roberto Nicolás de Jesús Ochoa y Carlos Amestoy fueron señalados como supuestos coautores. Asimismo, Darío Javier Espinosa, Avedis Kopelian y Aram Kopelian -padre y hermano de Damián- fueron imputados como partícipes necesarios.
El funcionario público acusó a los detenidos por presuntamente haber cometido el delito de homicidio agravado por premeditación y alevosía, con la participación de dos o más personas. De esta manera, la Justicia prevé que la condena sea compatible con una prisión perpetua, en caso de que los aprehendidos fueran encontrados culpables por la Justicia.
Según la reconstrucción de los hechos que determinó Galameri, los integrantes de la patota habían planeado un ataque con el objetivo de asesinar a Tello, como método de venganza. Aparentemente, los implicados quisieron desquitarse por presuntamente haber sido echados de una fiesta que la víctima había organizado en su casa el pasado 23 de diciembre.
Por este motivo, el fiscal ordenó realizar un allanamiento en el domicilio de los Kopelian este miércoles, bajo la consigna de que los agentes de la Comisaría de la Costa 1° de Santa Teresita y de la Policía Científica secuestraran “todo tipo de elemento que posea posible rastro hemático, teléfonos móviles y todo tipo de dispositivo electrónico”.
De acuerdo a las fuentes consultadas por Infobae, los efectivos encontraron varios ambientes de la vivienda en estado de suciedad y desorden, en donde había una notoria acumulación de ropa, maderas, tachos y otros elementos materiales. Asimismo, precisaron que había una computadora y celulares que serían sometidos a pericias en los próximos días.